El asesinato de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos en Cerocahui, Chihuahua, el 20 de junio de 2022, desencadenó, entre otras acciones, el ciclo Foros de Justicia y Seguridad, iniciativa que promueven en conjunto la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Conferencia de Superiores Mayores de México. 

En estos foros, que se han llevado a cabo en diferentes sedes en todo el país, ha sido esencial la participación de diversos sectores de la sociedad civil para trabajar en la construcción de iniciativas de paz desde distintos enfoques. Con estos insumos, se prepara el Diálogo Nacional por la Paz convocado para septiembre próximo en la ciudad de Puebla, Puebla, donde la meta es elaborar una Agenda Nacional de Paz que incluirá recomendaciones a los tres niveles de gobierno, a la sociedad civil, y a las personas aspirantes a cargos públicos en el proceso electoral de 2024. 

En este contexto, la Universidad Iberoamericana —confiada a la Compañía de Jesús— y el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) llevaron a cabo el Foro de Justicia y Paz, el miércoles 16 de agosto en Casa Cemefi, en la Ciudad de México. Comenzó con la conferencia Violencias y construcción de paz en el país, desde la noviolencia, a cargo del académico y activista Pietro Ameglio Patella, seguida de tres mesas de diálogo con los temas Tejido Social, Seguridad Ciudadana y Justicia Cotidiana. 

Ricardo Bucio Mújica, presidente de Cemefi, señaló que la situación que vive el país en términos de seguridad no sólo es muy grave, sino que no es normal. Como sociedad, “llevamos muchísimo tiempo normalizándola y dejando que haya un proceso de descomposición continua”. 

Por su parte, el padre José Méndez, de la Compañía de Jesús, destacó que, con los Foros de Justicia y Seguridad, “los jesuitas buscamos hacer equipo con los obispos, con otros institutos religiosos, universidades, académicos, organizaciones sociales, jóvenes, víctimas de la violencia, pueblos indígenas, migrantes y mujeres y hombres de buena voluntad”. 

Pietro Ameglio Patella, especialista en educación y cultura de paz y en resistencia no violenta, señaló que la noviolencia —una sola palabra, sin espacios—, no es solamente la ausencia de violencia, sino que necesita verdad, dignidad, justicia y la no normalización de lo inhumano. Lo que más falta en México, consideró, tiene que ver con la parte de la acción directa y de la resistencia civil no violenta. 

Acciones como las marchas y las conferencias de prensa no son suficientes ante la violencia, dijo, no son acciones directas proporcionales desde la construcción de paz. Un ejemplo, mencionó, son las madres y familiares que buscan a las personas desaparecidas, que han decidido buscar por su parte en fosas clandestinas, sin pedir permiso al Estado. 

Se necesita, agregó, la participación de “la reserva moral de México, que ha estado silenciada en situaciones clave”, la cual tiene que ver con las jerarquías de las iglesias, los rectores de las universidades, los escritores y los artistas con poder social fuerte y reconocido. Se necesita que esas identidades salgan a la calle a decir “¡Ya basta!” con firmeza permanente, para ejercer una mayor presión social y política sobre las autoridades. 

Desde su postura de activista, Pietro Ameglio se dijo más preocupado por las acciones que por las anécdotas, y más preocupado por los resultados de las mesas de diálogo subsiguientes que por su propia charla, ya que se dirigía a un público conformado por personas comprometidas en acciones directas de muy distinto tipo en temas de paz, de noviolencia, de prevención de violencia. 

Texto y fotos: Yazmín Mendoza 

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