Cossío: preocupan los cambios jurídicos hechos para cimentar la militarización
Si bien la presencia de las fuerzas armadas (FA) en nuestra sociedad se puede rastrear hasta al menos los años 40, en el presente sí hay un cambio, primero cuantitativo, y después cualitativo, en las decisiones del Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre este tema, consideró el ex Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) José Ramón Cossío, durante la inauguración del seminario Militarización y Militarismo: Constitución y narrativas, organizado por el Programa Seguridad Ciudadana de nuestra IBERO.
“No es sólo la cantidad de cosas que están haciendo el Ejército y la Armada, sino además las condiciones en las que lo están haciendo”, advirtió desde la Galería Andrea Pozzo. La primera de ellas, señaló, son las transformaciones que hemos hecho respecto del orden jurídico, incluida la Constitución, para poder sostener y cimentar esas operaciones militares en tareas civiles que constituyen la militarización.
Por ejemplo, mencionó las disposiciones del artículo 5º transitorio de la reforma constitucional que se aprobó en 2019, que estableció que durante cinco años las Fuerzas Armadas podían participar en labores de seguridad pública en auxilio de las corporaciones policiales; el año pasado se extendió ese plazo, con lo que su vigencia a partir de 2019 pasó de cinco a nueve años. No obstante, agregó que el Ejército y la Marina no saben ser policías porque no han tenido ese tipo de entrenamiento.
Durante su conferencia magistral, denominada ‘Estado de excepción y militarización en México’, mencionó además otra condición de este fenómeno. Ahí es donde está la trampa del proceso de militarización, dijo: “tomar operaciones ordinarias de la vida civil y calificarlas, en condiciones extraordinarias, de vida militar, no en razón de la operación, sino del sujeto que las realiza”. Y una vez asignadas estas operaciones, no se puede preguntar información al respecto, debido a que ya se les considera como de seguridad nacional.
“Todo lo que no quieras que se sepa, asignáselo al Ejército y a la Armada para que con su manto armado cubra todas las posibilidades y no tengamos ni control presupuestal ni control democrático ni de nada”, dijo, suponiendo la deliberación de las y los tomadores de decisiones.
Además de la militarización, que definió como un proceso de incremento de funciones, tareas y acciones por parte del Ejército, la distinguió del concepto de militarismo, entendido como un cambio cultural donde los valores, la estructura y la cultura militares se convierten en dominantes de las formas de convivencia de una sociedad. Se ponderan valores como la disciplina, la patria, la lealtad a ciegas, la fuerza, la violencia, la rigidez. “Todo se subordina a una orden bélica de exterminación”, advirtió el Ministro en retiro.
Punto de quiebre que abrió la puerta a la militarización
A partir de los 40, relató Cossío, a las FA se les fue incorporando cada vez más a las tereas civiles. Explicó que se trataba de una condición irregular, una violación clara al artículo 129 de la Constitución, que dice que en tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar.
Tanto él como pocos y pocas colegas suyas, encuentran un punto de quiebre con esta tendencia debido a la acción de inconstitucionalidad 1/96 de la SCJN emitida en 1996. Es la misma, agregó el experto, que se ha estado utilizando en estos días para darle presencia al Ejército.
Esta acción fue resuelta por unanimidad del Pleno de la SCJN, resolución que calificó como constitucional la presencia de las FAM en labores de seguridad pública, siempre y cuando, estuvieran bajo mando de las autoridades civiles. Desde el punto de vista histórico y jurídico es importante estudiar esta acción de inconstitucionalidad porque es en ella donde por primera vez, en México contemporáneo, se establecen las pautas de actuación de las FFAA en tiempos de paz. |
La totalidad de las decisiones jurisprudenciales desde entonces a la fecha están sustentadas en esa resolución, indicó Cossío. “Se abrió una puerta que después se ha mantenido permanentemente abierta”. Señaló que la trascendencia de esta resolución de la Corte no se percibió en su momento, a excepción de las y los analistas con interés en el tema.
Luego, explicó, vino la utilización directa por parte del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) de las FA en lo que se llamó la “Guerra contra el narcotráfico”. Si se piensa en términos de guerra, señaló, Cossío, se piensa en la necesidad de vencer a un enemigo, “o te mato, o me matas”. Y las consecuencias de ello son la aplicación de una doctrina de guerra a operaciones de policías civiles.
Por su parte, Ernesto López Portillo, Coordinador de nuestro Programa de Seguridad Ciudadana, comentó que la demanda de estudiantes hacia este Programa a través del Servicio Social en el tema de militarización y militarismo crece rápidamente, no solamente desde Derecho, sino de distintas carreras.
Anunció también que este seminario se volverá permanente en la IBERO. Nuestra vocación, añadió durante esta inauguración, “no es solamente darles a ustedes reportes, diagnósticos”, nuestra preocupación es cómo provocamos y activamos la deliberación informada, crítica y constructiva, señaló.
Texto: Yazmín Mendoza. Foto: Jorge Luis Cortés
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