El jueves 26 de septiembre de 2024, Karen Cordero Reiman, destacada historiadora del arte y crítica feminista, ofreció la conferencia titulada "Suma de subjetividades: género y escritura" en la Universidad Iberoamericana. En esta charla, la ponente exploró la relación entre la construcción de subjetividades desde una perspectiva de género y las posibilidades políticas de la escritura, particularmente dentro de la disciplina de la Historia del Arte. Uno de los puntos más fuertes de la conferencia fue el llamado a cuestionar los cánones de la academia, desafiando las narrativas tradicionales desde una postura feminista.

Cordero Reiman inició la conferencia puntualizando que el género nos atraviesa a todas y todos, y en ello radica la urgencia de transversalizarlo en los estudios académicos. “Lo personal es político”, nos recuerda, y por tanto, debemos identificar y cuestionar el patriarcado presente tanto en nuestras instituciones como en la vida personal, utilizando la escritura como una potencia política para inscribir significados y reflexiones; como registro y producción de experiencias.

La conferencia se organizó en torno a diferentes estrategias para evaluar nuestros procesos escriturales y destacó la importancia de concebir el diálogo como método: no solo en la escritura, sino también en la mediación, enseñanza, producción académica, crítica y resistencia. ¿Para qué y para quién escribo? ¿Qué reverberaciones se producen en la escritura? Fueron algunas de las preguntas formuladas.

Re-visión, re-valorar la experiencia personal, re-valorar el afecto, situar el cuerpo y experimentar con la voz autoral, fueron cinco de las estrategias que Cordero Reiman compartió con el auditorio. El objetivo era enseñarnos a “mirar hacia atrás” como estrategia de “supervivencia” simbólica frente al borramiento histórico de las minorías; a escuchar, vulnerarnos y modificar el lugar desde el que se escribimos y formulamos preguntas; y a valorar la experiencia personal, los afectos y el cuerpo como espacios fértiles para la reflexión y la producción de conocimiento. Todo ello con el fin de concebir al conocimiento mismo como una suma de subjetividades que deben recuperarse para establecer un diálogo subjetivo, reflexivo y afectivo con quienes nos leen.

La ponente subrayó cómo las prácticas de escritura pueden ser un espacio de resistencia, donde las voces que han sido históricamente silenciadas pueden reivindicar su lugar desde el humor o, incluso, la ira. Citó trabajos de autoras y autores como Ruth Behar (antropóloga), Adrienne Rich (poeta), Joan W. Scott (historiadora), Griselda Pollock (historiadora del arte), Audre Lorde (escritora), Yásnaya Aguilar (lingüista), Hayden White (historiador), Jesús Martín-Barbero (teórico de la comunicación) y Paul Barolsky (historiador del arte), cuyos enfoques refuerzan sus propuestas y evidencian la importancia de la transdisciplinariedad en el ejercicio de la subjetividad como método de diálogo.

Cordero Reiman también reflexionó sobre su propia trayectoria como escritora, curadora y crítica de arte, ofreciendo ejemplos concretos de cómo ha enfrentado el desafío de integrar la subjetividad en la investigación académica. Además, ofreció preguntas clave y ejes temáticos de algunas de las exposiciones que ha curado a lo largo de su carrera, subrayando la importancia de imaginar al museo o el espacio expositivo como un laboratorio crítico y teórico, donde se formulen preguntas críticas sobre el género, la racialidad, la etnia, el idioma en el que nos comunicamos, la historia del arte, el archivo y, por supuesto, el cuerpo como lugar donde confluyen las experiencias. Finalmente, destacó la urgencia de crear un contexto de horizontalidad y colaboración con el trabajo de otras y otros, cuestionando las estructuras mismas que sostienen las instituciones que habitamos.

La conferencia de Karen Cordero fue clara, afectiva y, como es habitual en ella, muy generosa. Logró conectar de manera afectiva con el público, motivando a colegas y estudiantes a continuar con las enseñanzas que, desde hace años, ha sembrado en muchas y muchos de nosotros. Karen no solo ofreció una propuesta sólida, sino que también generó un espacio de diálogo sobre la importancia de integrar la subjetividad en la investigación. Sin duda, el evento dejó una huella significativa entre las y los asistentes, invitados a repensar nuestras propias formas de acercarnos a la escritura desde una postura crítica, política, situada y afectiva.

Por: Andrea Noriega Martínez del Campo, profesora de la asignatura Estudios de género del Departamento de Arte

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