A 10 años de Ayotzinapa, es probable que el fenómeno de desapariciones se haya agudizado: Cavallaro en la IBERO
Que no se apague la llama
Cristina Bautista
“Hasta que Dios nos preste vida”
Leonel Gutiérrez
“Al gobierno le ha valido un cacahuate”
Aquilino Florencio Mejía
Un caso que no está aislado
María Luisa Aguilar del Centro Prodh, organización fundada por la Compañía de Jesús que ha dado acompañamiento puntual a las y los familiares de los estudiantes desaparecidos, indicó que hablar del caso Ayotzinapa “es hablar de una herida abierta” y de un movimiento que se alimenta del amor de las madres y los padres hacia sus hijos.
La especialista reconoció que, gracias al acompañamiento de la sociedad civil y a la participación de especialistas, se tuvieron importantes avances en la investigación, y añadió que, si bien, “esto nunca es suficiente para una madre que busca a su hijo”, sí ha marcado una dirección hacia la justicia.
Sin embargo, denunció que con la administración federal actual se percibe un “desmantelamiento de esfuerzos y una tendencia proteccionista hacia el Ejército, lo cual dificulta saber qué pasó con los muchachos que desaparecieron el 26 de septiembre de 2014.
La desaparición de los 43, recordó María Luisa Aguilar, es sólo la muestra de una crisis “más amplia” en torno a la desaparición forzada que no ha encontrado solución por tiempos políticos, opacidad militar, y la negación de cambiar el modelo de trabajo de las dependencias impartidoras de justicia que, en opinión de la experta, suelen responder a “presiones políticas”.
“No es posible ver estos 10 años de Ayotzinapa fuera de todo lo que está sucediendo en el país”, advirtió la integrante del Centro Prodh, quien percibe retrocesos en decisiones importantes como la de la reciente reforma judicial y la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que “empodera más al Ejército”.
María Luisa Aguilar pidió recordar que los 43 estudiantes de Ayotzinapa son personas con sueños, como todos los jóvenes, y reconoció que espacios como los abiertos en la IBERO brindan la esperanza de construir un país “menos adolorido, más empático”, que sea capaz de poner rostro a las cifras de personas lastimadas.
María Luisa Aguilar
Algún día será estudiada esta lucha
James Cavallaro recordó el impacto que tuvo en 2014 el caso Ayotzinapa, al desaparecer más de cuatro decenas de personas en el mismo hecho, lo que involucró a autoridades de todos los niveles de gobierno, incluido el presidente de aquel entonces.
Pero, entre quienes se dedican a defender los derechos humanos, señaló el invitado, es motivo de “inspiración” el esfuerzo de las madres y padres de Ayotzinapa por alcanzar justicia.
Lamentó que, en el actual momento que vive México, a 10 años de Ayotzinapa, es más probable que se haya “agudizado” la problemática de las personas separadas de sus hogares.
James Cavallaro
Devolver la dignidad a quienes hoy no están aquí
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. El Rector de la IBERO se sumó con esas palabras a la exigencia de justicia en el caso Ayotzinapa, y celebró que la Universidad Iberoamericana y la Compañía de Jesús han tenido una posición política clara sobre estos hechos: exigir que estos actos no se repitan y caminar junto a las víctimas.
“Devolver la dignidad de quienes hoy no están aquí” es una de las tareas que buscan alcanzar quienes defienden los derechos humanos, compartió nuestro Rector y llamó a respetar siempre las libertades de opinión, de protesta y de disentir.
En la IBERO se educa en excelencia, pero con pertenencia social, reiteró el Dr. Arriaga Valenzuela y “caminar junto a quienes más han sufrido” es una acción que se inculca a las y los alumnos.
Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., Rector de la IBERO
Balfré Morales Lozano, originario de Iguala, Guerrero, y estudiante del 3er semestre de la licenciatura en Derecho de la IBERO, fue uno de los jóvenes que participó en el foro, y contó a PRENSA IBERO lo que le significa al caso a él y a su comunidad de origen, donde tuvieron lugar los hechos violentos hace 10 años.
“Es un evento que marcó a mi ciudad y a todo el Estado de Guerrero, e hizo que se nos identificara como un lugar de crimen, de peligro y de violencia”, lamentó nuestro alumno.
En el marco del evento, se presentaron dos mantas realizadas por la comunidad IBERO. La primera, bordada por 12 personas, tiene los nombres de los 43 estudiantes y la consigna “vivos se los llevaron, vivos los queremos” y “Ayotzinapa vive”. La otra contiene deseos y mensajes de la comunidad hacia las madres y padres de los normalistas.
Texto: Jorge Luis Cortés / Fotos: Elihú Cortés
Notas relacionadas
- Familiares de los 43 normalistas exigen a Sheinbaum dar seguimiento a investigación
- En caso Ayotzinapa, oportunidad histórica de dejar atrás la presencia de vulneraciones a DDHH: Académica IBERO
- IBERO participa en documental sobre arte en torno al caso Ayotzinapa; ¡te invitamos al pre estreno!
- Además de la verdad, se deben reparar daños a víctimas en caso Ayotzinapa: académica
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219