#8M / La mujer en el centro de la economía, con bajos beneficios

Mié, 8 Mar 2023
De acuerdo con el IMCO, por cada peso de salario que recibe un hombre, a igualdad de capacidades y puestos laborales, una mujer recibe 86 centavos
  • Las mujeres suelen emplearse en sectores con bajas remuneraciones donde hay sobre representación femenina. (Foto: IMCO).

Dra. Gabriela Andrea Luna Ruiz, académica del Departamento de Economía

Es el 8M es una oportunidad inmejorable para destacar el papel fundamental de la mujer en todos los aspectos, en el centro de la economía, de la sociedad y de la vida familiar, desafortunadamente también de la violencia y de la discriminación. Con el reto con doble esfuerzo de cumplir con las expectativas personales y profesionales, en ambientes adversos.

A partir del análisis con perspectiva de género, con la asignación de roles, la mujer en el hogar desempeña funciones como cuidadora, como “si fuera natural”, asociado a que gran porcentaje de mujeres viven el proceso de la maternidad (reproducción biológica) que implica varias etapas: embarazo, parto, lactancia y espacios intergenésicos; además, se agrega el cuidado de los hijos (reproducción social).

En esta asignación del papel de cuidadoras, también se encargan de los adultos mayores que habitan en el hogar y de los miembros de la familia que pueden enfermar. En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, 2016) la población que dedica tiempo a ser cuidador es de 286 mil personas, de las cuales 96.7% son mujeres y 3.3% hombres. De cada 100 cuidadores de personas dependientes, 38 se desempeñan en establecimientos y 62 en casas particulares; una ocupación predominantemente femenina y la edad promedio es de 37.6 años. Cuando este trabajo es remunerado se paga, en promedio $24.3 por hora, con jornadas de 38.5 horas por semana.

Así, estos roles de género profundizan una diferencia en la que los hombres son quienes realizan trabajo remunerado en el mercado laboral (sea formal o informal) con una tasa de participación de 76.4%, mientras que únicamente 44.9% de las mujeres realiza trabajo remunerado, esto relacionado íntimamente con la carga de trabajo no remunerado que realiza en el hogar.  Paradójicamente si se suman ambos trabajos, remunerado y no remunerado, las mujeres trabajan en promedio más que los hombres; por ejemplo, en actividades como cocinar y realizar labores de aseo en la vivienda, casi hacen 2.5 veces más horas por semana (4:39 hombres vs 11:08 mujeres).

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), por cada peso de salario que recibe un hombre, a igualdad de capacidades y puestos laborales, una mujer recibe 86 centavos, por lo que en 2022 la brecha de ingreso es de 14%. La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) realiza estimaciones únicamente sobre la población ocupada asalariada y remunerada, de tiempo completo y con un empleo formal en el rango de edad de 25 a 54 años, y encuentra al cierre de 2021 que las mujeres tuvieron un ingreso promedio de $49.40 por hora trabajada mientras que los hombres percibieron $54.10 por hora.

Hoy diversas hipótesis respecto a la estructural brecha de ingreso entre hombres y mujeres, se identifican al menos estas explicaciones: menor proporción de horas dedicadas al trabajo remunerado, la posición que ocupan en el organigrama laboral dentro de las empresas u organismos en los que se desempeñan (en general, por el reto de compatibilizar vida profesional y laboral), y finalmente, las mujeres suelen emplearse en sectores con bajas remuneraciones donde hay sobre representación femenina. Para reducir dicha diferencia es favorable cuando las mujeres logran altos niveles educativos, pues tienden a alcanzar puestos más altos, especialmente en sectores donde hay poca representación femenina.

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