Alumna IBERO colabora en proyecto sobre Inteligencia Artificial de Purdue University

Mié, 22 Mayo 2024
Michelle Pérez Aguilar participa en el Summer Undergraduate Research Fellowship de la universidad líder en investigación en Estados Unidos
Junto al coordinador de la Ingeniería en Tecnologías de Cómputo y Telecomunicaciones, habla de ética en el uso de tecnología
  • Michelle Pérez Aguilar. Foto: Guillermo Gutiérrez
  • Michelle acompañada de su coordinador, Mtro. Jorge Rodríguez García. Foto: Guillermo Gutiérrez

Michelle Pérez Aguilar, una de las dos estudiantes de la Ingeniería en Tecnologías de Cómputo y Telecomunicaciones de la Universidad Iberoamericana que participan desde el 20 de mayo en el Summer Undergraduate Research Fellowship de Purdue University, institución líder en investigación de los Estados Unidos, colabora en un proyecto sobre alcances de la Inteligencia Artificial junto a alumnos y alumnas de posgrado, y especialistas.

Antes de partir a la institución de educación superior conocida por sus trabajos vinculados al gobierno estadounidense y por albergar a la cuarta población más grande de estudiantes internacionales en esa nación, Michelle se dio tiempo de conversar con Prensa IBERO en torno a su experiencia y los alcances éticos de utilizar los avances tecnológicos en la vida universitaria.

El Summer Undergraduate Research Fellowship de Purdue University era exclusivo para estudiantes de Estados Unidos y la India hasta este año, gracias a una alianza forjada por nuestro egresado Dr. Santiago Torres Arias (Ingeniería en Telecomunicaciones y Electrónica), quien es profesor investigador en aquella escuela estadounidense, en la que también desarrollo un Laboratorio de Ecosistemas de Software Seguros.

Torres Arias, de hecho, fue uno de los encargados de invitar al alumnado de la IBERO a postularse a este exclusivo programa, en el que los equipos de investigación aceptan sólo a cuatro estudiantes.

Michelle, trabajará durante 10 semanas en un proyecto junto a la reconocida investigadora Sara Gozzi; pero nuestro egresado Torres Arias, dirige otra investigación sobre ciberseguridad con otra de nuestras estudiantes.

El proyecto en el que Michelle trabaja con Sara Gozzi se basa en machine learning y ciberseguridad en algoritmos, y antes de emprender el viaje a Estados Unidos, la joven tuvo que aprender a utilizar softwares de programación específicos para esta tarea.

Para el fin de aprender a utilizar programas, las y los docentes de la Ingeniería en Tecnologías de Cómputo y Telecomunicaciones se preocupan por enseñar paradigmas a sus alumnos y alumnas, lo que les permite saber lo básico sobre cualquier lenguaje de programación y aprender nuevos.

En el semestre que acaba de terminar, Michelle ya tuvo un acercamiento al machine learning: “tuve una materia de procesamiento de imágenes; en la parte final implementamos redes neuronales para hacer modelos de clasificación que es más o menos lo que vamos a implementar con Sara, pero enfocadas en otra cosa. En mi proyecto, hice un modelo de clasificación de ropa, entonces el programa veía una imagen e identificaba si era un short o una playera, por ejemplo”.

 

Acercarse a la Inteligencia Artificial

En la IBERO reconocemos que la Inteligencia Artificial impacta todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana y marca un punto de inflexión en la historia de la humanidad, por lo que su efecto a nivel educativo es innegable; por tal motivo, definimos y presentamos una reglamentación con lineamientos para el uso de esta tecnología.

Durante la entrevista a Michelle, el coordinador del plan de estudios en Ingeniería en Tecnologías de Cómputo y Telecomunicaciones, Mtro. Jorge Rodríguez García, consideró que cuando hablamos de Inteligencia Artificial pensamos en algo muy nuevo, cuando la realidad es que esta tecnología lleva entre 30 y 40 años de avance, siendo un tema en boga porque su uso se abrió al público en general con aplicaciones como ChatGPT.

“En nuestras carreras tiene un montón de usos, por ejemplo, en toda la parte de telecomunicaciones hay sistemas que permiten estar monitoreando las redes de telecomunicaciones y con base en eso poder identificar si se va a generar alguna cuestión de tráfico problemático en alguna área, entonces se reconfiguran las telecomunicaciones para que vaya por otro lado la información”, ejemplificó Rodríguez García.

El docente de nuestra casa de estudios también recordó que los teléfonos celulares y dispositivos similares cada vez cuentan con cámaras de fotografía y video más avanzadas, y son capaces de utilizar aplicaciones de Inteligencia Artificial, por lo que pueden estudiarse desde la rama de cómputo y telecomunicaciones.

Michelle Pérez Aguilar invitó a las personas a adentrarse al uso de la Inteligencia Artificial y a no quedarse con las aplicaciones más básicas, pero siempre con la pregunta de “hasta dónde es ético utilizarlas”, con un llamado a usarlas a nuestro favor, y nunca dejar que hagan todo el trabajo “porque pueden afectar el desarrollo de nuestras habilidades”.

“Hay muchas aplicaciones en las que nos podemos desarrollar y aprender, y no necesariamente tiene uno que ser ingeniero o ingeniera para implementarlas; desde cualquier profesión u oficio podemos estar en contacto con la Inteligencia Artificial”, dijo Michelle, quien considera que la juventud sí está sacando el provecho suficiente a esta tecnología: “siento que a nuestra generación le da menos miedo probar cosas, como que vemos y picamos y probamos y jugamos para investigar bien cómo funciona”.

“El acercamiento con la tecnología es mucho más fácil para un joven que, quizás para una persona más grande, y ahí es donde ha estado el reto tanto para los desarrolladores de software y la gente que desarrolla dispositivos: hacer que esta brecha disminuya con gente más grande”, opinó el coordinador de la Ingeniería en Tecnologías de Cómputo y Telecomunicaciones.

Para el Maestro Jorge Rodríguez García, las herramientas de Inteligencia Artificial nos pueden ayudar en nuestras labores diarias como lo hacen las calculadoras o las computadoras, pero los datos que arrojan deben ser siempre validados: “la parte de la creatividad viene del ser humano, entonces no podemos descargar cierta actividades en ella (en la IA) y pensar que todo lo que hace simplemente está bien porque lo hizo una máquina; tenemos que tener ese análisis, esa criticidad, y dejar a las máquinas las tareas para las que están diseñadas”.

El docente universitario comentó que, por ejemplo, se ha detectado que ChatGPT comete muchos errores en programación “y hay riesgos importantes” porque esos datos se utilizan para generar nueva información y si “ya trae algunos errores, pues entonces va a generar todavía más”.

Y aunque la Inteligencia Artificial arregle los errores que presenta, para el profesor universitario, utilizar las herramientas de manera adecuada es lo que va a diferenciar a los ingenieros e ingenieras: “si nosotros salimos y simplemente usamos las herramientas para que hagan nuestro trabajo, entonces nosotros ya no vamos a tener valor, pero si las utilizas a tu favor, tu trabajo va a ser más poderoso y se va a posicionar distinto”.

 

¿Utilizar Inteligencia Artificial en la universidad?

Desde el punto de vista de Michelle Pérez Aguilar, es válido utilizar Inteligencia Artificial como apoyo en tareas y proyectos escolares, siempre y cuando sean eso, una ayuda, y el alumno o alumna se encargue realmente del desarrollo.

Por ejemplo, declaró nuestra estudiante, en la presentación de una tarea puede utilizarse ChatGPT para redactar, pero la parte de los cálculos y los análisis de un problema “los tienes que hacer tú por tu cuenta”, ya que al involucrar a una IA en todas las partes del trabajo, “tenemos que estar conscientes de que no es ético, no es la idea”.

Para el coordinador de la Ingeniería en Tecnologías de Cómputo y Telecomunicaciones, el límite entre lo ético y lo incorrecto en el uso de Inteligencia Artificial en las escuelas “es un reto que estamos enfrentando las instituciones educativas, y nosotros en la parte de ingeniería más, porque los chicos y chicas que están en nuestras carreras utilizan la tecnología de mejor manera".

Añadió que "una de las cosas que vemos es que todos los procesos que hacemos en la parte educativa tienen que ayudarte a aprender, entonces, cuando un alumno o alumna presenta un trabajo, no se califica de manera aislada, se califica con la presencia del estudiante, al que se le interroga para saber qué es lo que él o ella sabe y cómo lo ha aprendido: si estas herramientas le permitieron aprender, ¡qué bueno!, lo que estamos evaluando es su conocimiento, pero si sólo las han utilizado para presentar un trabajo, no han aprendido, entonces el conocimiento no lo tienen".

 

Así la ha cambiado la IBERO

Excelencia académica, madurez emocional, responsabilidad ética y experiencia de trascendencia, son solo algunas de las características del modelo educativo que forma profesionales que, al egresar, siguen siendo parte esencial del proyecto educativo de la IBERO, pues en el ejercicio de su profesión refrendan a diario los principios universitarios que nos distinguen: liderazgo académico y compromiso social. Perseguimos el cumplimiento de esa misión día a día en la vida universitaria de nuestras y nuestros jóvenes: Michelle es el ejemplo: “la mayor parte de mi vida ha sido buena en la parte académica, y para tener una formación más integral, la IBERO me ha permitido tener diferentes experiencias en otros aspectos”.

Una de las experiencias sobre las que habla nuestra alumna es su participación en una asociación estudiantil, que forma parte de nuestra Comunidad de Representantes de Asociaciones Estudiantiles (CREA), que tenía como fin la construcción de viviendas de emergencia, “y pues podía ayudar a recaudar fondos para este fin, entonces tenía otro lugar en qué enfocarme”.

Además, desde el año pasado, participa activamente en CORSA, Consejo de Representaciones de Alumnxs, como vocal de género y portavoz: “aparte de ser representante antes las autoridades, nuestra labor es integrar a todos los estudiantes de nuestras carreras y hacer que su vida en la universidad sea más amena, que cada quien esté enfocado o enfocada en sus cosas y exista una inclusión entre todos y todas”.

Para el Mtro. Jorge Rodríguez García, resulta interesante que estudiantes reflexionen en torno a su paso por la IBERO, porque muchas veces, antes de esto, “no se han dado cuenta de todo lo que han crecido y han cambiado a lo largo de todo este tiempo; a mí me toca darles clase en primero y segundo semestre, y luego no los veo por un rato y de repente ya me los topo cuando están haciendo cosas rumbo al final de su carrera, y han crecido, no sólo físicamente, sino que también tienen una estructura de pensamiento distinto, tienen una capacidad de resolución de problemas muy importante que ni se imaginan todo lo que pueden resolver, tienen  un montón de conocimientos que les ayudan a desarrollar muchas más cosas”.

De su experiencia en Purdue University, nos confesó Michelle, “lo que más me emociona es poder ir a otro país a hacer investigación”.

Al terminar el proyecto de verano, nuestra alumna deberá presentar un informe en inglés sobre sus hallazgos, lo que, cree, será uno de los principales retos.

“Mi familia está muy emocionada, realmente está muy feliz por mí, y es la primera vez que voy al extranjero”, concluyó la joven.

En la Ingeniería en Tecnologías de Cómputo y Telecomunicaciones de la IBERO te formamos para un campo laboral muy amplio: empresas de servicios de cómputo y telecomunicaciones, empresas que diseñan productos de alta calidad en big data, ciberseguridad y soluciones en la nube, empresas que desarrollan soluciones integrales de software y hardware para sistematización y automatización de procesos, organizaciones de investigación de tecnología en inteligencia artificial, bioinformática, internet de las cosas, etc; conoce el plan de estudios y más detalles dando clic aquí.

Texto: Jorge Luis Cortés/Fotos: Guillermo Gutiérrez

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