En el marco del 70 aniversario del programa de Arte de la Universidad Iberoamericana, este lunes 13 de noviembre se inauguró el XVIII Congreso Internacional del Departamento de Arte de la IBERO, en el Aula Magna San Ignacio de Loyola de nuestro campus, bajo la temática de “Artes y Humanidades como sustento de la Universidad en el presente”.

Durante la inauguración estuvieron presentes el Dr. Alberto Soto Cortés, Director del Departamento de Arte de la IBERO y la Dra. Sara Gabriela Baz Sánchez, Coordinadora de la Licenciatura en Historia del Arte, quien moderó las ponencias que abrieron el Congreso: “Arte y ciencia en la universidad medieval, dos miradas un solo saber”, impartida por la Dra. María Luisa Durán y Casahonda Torack, académica e investigadora del Departamento de Arte nuestra institución y “La unificación de la física”, por la Dra. Julieta Fierro Gossman, legendaria divulgadora científica y académica del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

¿Qué tienen que ver la universidad medieval y la física con la historia del arte? El Dr. Alberto Soto menciona que “la intención general del XVIII Congreso Internacional del Departamento de Arte es dialogar sobre cuál es el papel que tienen las humanidades en la configuración universitaria y también, quienes estamos en este campo de las artes y humanidades, debemos repensar cuál es nuestra responsabilidad y papel dentro de las mismas”. 

“Hoy estaremos más dedicados a los diálogos generales relacionados con las humanidades, mañana más enfocados a los temas de las artes, quiero agradecer a quienes participan aquí, a quienes nos visitan desde la Universidad Central de Cataluña, también de la Universidad de Edimburgo, del Instituto de Artes de Chicago, y de Gotemburgo una egresada de nosotros, la Mtra. Guadalupe Álvarez Díaz”, mencionó el Director del Departamento de Arte de la IBERO. 

¿Cómo eran las universidades medievales?

 La Dra. María Luisa Durán y Casahonda Torack explica que “la universidad medieval, cuyo significado es ‘asamblea’, fue una corporación o gremio de maestros y estudiantes que nació alrededor del año 1,100 en Bolonia, Oxford y París; así como las nuestras, aquellas organizaron la educación con base en Facultades o Colegios, planes de estudio, exámenes y graduaciones, no muy distinto de cómo lo hacemos hoy en día”.

Sin embargo, la investigadora del Departamento de Arte de la IBERO, menciona que “aquellas universidades no tuvieron bibliotecas, laboratorios, museos, auditorios, ni salones de clase. Las bibliotecas universitarias surgieron hasta el siglo XIV o XV, durante un par de siglos, tampoco hubo salones, era en la misma iglesia donde se llevaban a cabo muchas de estas discusiones escolares, tampoco contaban con actividades extracurriculares deportivas o artísticas tan populares en las universidades contemporáneas, ni tenían patronatos o una dirección de publicaciones”.

Entonces, ¿cómo estudiaban los universitarios de la edad media? Dado que no había bibliotecas, los libros eran muy preciados y para pagar su cuota “muchos alumnos tenían que pedir prestado de familiares o hacerse amigos de algún Duque o Conde para que les pagaran sus estudios”, dice la Dra. Durán.

No obstante las diferencias, la investigadora señala que las universidades del siglo XXI descienden directamente de la de París y Bolonia y cita a Charles H. Haskins: ”Ellos son la roca de donde fuimos tallados; el agujero del hoyo de donde fuimos excavados”. Asimismo, la Dra. María Luisa señala que durante la época medieval el objetivo de estas instituciones no era la “profesionalización” sino la “enseñanza”.

Todas las clases eran en latin para que el conocimiento pudiera retomarse en cualquier otra universidad de Europa, la académica menciona que a lo largo del siglo XIII surgieron y se extendieron tres métodos pedagógicos: La lectio, la questio y la disputatio (la lectura, las preguntas y el debate). En aquel momento no había laboratorios y la experimentación no era tan fundamental como la teorización de conceptos, tampoco había una división de conocimientos tan fuerte como en la actualidad; de hecho, muchos filósofos también fueron científicos. 

Y aquí es donde llega la ponencia de la Dra. Julieta Fierro para compartirnos cómo fue la unificación de la física y describirnos qué pasó desde la teoría de la gravedad planteada por Isaac Newton en el siglo XVII --quien fue académico de la Universidad de Cambridge bajo un modelo universitario diferente al actual, en donde se desempeñó como físico, teólogo, alquimista y matemático--, hasta la moderna teoría de cuerdas, pasando por la teoría de la relatividad de Albert Einstein, la mecánica cuántica y el modelo estándar de las partículas elementales. 

Ambas ponencias nos dan luz de cómo el surgimiento de las universidades y el avance de la ciencia y las humanidades permitieron el desarrollo del arte. En otro texto, abordaremos a profundidad la explicación de la Dra. Fierro, quien de forma amena y con ejemplos aterrizados a nuestro contexto, narró cómo ha sido la unificación de la física y cuáles son los retos que enfrenta la física moderna. ¡No te pierdas el XVIII Congreso Internacional del Departamento de Arte, que hoy ofrecerá otras valiosas ponencias! 

Por: Laura Herrera Camarillo.

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