¿Cuál es el futuro de las universidades ante la Inteligencia Artificial? Mentes top dialogan en la IBERO

Lun, 4 Sep 2023
¿Cambiará el modelo de educación superior tradicional ante el avance de las nuevas tecnologías?
Expertas y expertos internacionales en arquitectura, ingeniería, leyes, ética y pedagogía, conversan sobre el impacto de la Inteligencia Artificial en la educación
  • De izquierda a derecha: La arquitecta Chantal Matar, el Dr. Edmond Awad, el Dr. Alejandro Anaya, el Dr. Wayne Holmes, el Dr. Minoru Asada y el Dr. Paolo Benanti. Foto: Alberto Hernández Mendoza.
  • La mesa de diálogo en torno al futuro de las universidades ante el avance de la Inteligencia Artificial, tuvo lugar el 30 de agosto de 2023 en la IBERO. Foto: Laura Herrera.

El avance de los programas de Inteligencia Artificial ¿cambiará el modelo de educación universitaria actual?, ¿deben las instituciones de educación superior incluir estas herramientas en sus planes de estudio?, ¿qué necesitarán las universidades en los próximos años para seguir cumpliendo su propósito de ayudar a las y los estudiantes a desarrollar su potencial personal y profesional?

Estos fueron algunos de los temas que se abordaron en la mesa de diálogo “El rol de la Inteligencia Artificial en la Universidad”, que tuvo lugar en la Universidad Iberoamericana el 30 de agosto, durante el foro “Construyendo el futuro de la IA”, el cual reunió a seis ponentes internacionales de áreas como la ingeniería, la arquitectura, el derecho, la ética y la pedagogía.

 

 

 
¿Quiénes fueron la y los invitados internacionales del foro “Construyendo el futuro de la IA”?
  • La diseñadora arquitectónica Chantal Matar, experta en herramientas de Inteligencia Artificial, quien ha trabajado en renombradas firmas como Zaha Hadid Architects y actualmente tiene su propio estudio en Reino Unido. 
  • El Dr. Paolo Benanti, académico de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, especialista en ética, tecnología e IA, quien es asesor del Papa Francisco en estos temas.
  • El Dr. Minoru Asada, académico e investigador, quien dirige su propio laboratorio de robótica en la Universidad de Osaka y también es experto en IA y neurociencia. 
  • El Dr. Ryan Abbott, académico de la Escuela de Leyes de la Universidad de Surrey, quien es experto en Propiedad Intelectual relacionada con la IA.
  • El Dr. Edmond Awad, académico del Departamento de Economía y del Instituto de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial en la Universidad de Exeter, quien desarrolló el sitio web "moral machine", en los que la gente puede opinar sobre debates éticos en torno a la tecnología.
  • El Dr. Wayne Holmes, es académico en la University College de Londres, donde trabaja en el UCL Knowledge Lab, es experto en educación vinculada con la IA y ha sido asesor de la UNESCO.

En la mesa de diálogo --que fue moderada por el Dr. Alejandro Anaya, Vicerrector de nuestra universidad--, participaron la diseñadora arquitectónica Chantal Matar, el Dr. Paolo Benanti, el Dr. Minoru Asada, el Dr. Edmond Awad y el Dr. Wayne Holmes; por motivos de agenda, no estuvo presente el Dr. Ryan Abbott.

¿Sobre qué temas relacionados con la educación y la IA conversaron?

La primera pregunta que hizo el Dr. Anaya a la invitada y los invitados a nuestra IBERO durante el foro “Construyendo el futuro de la IA” fue ¿cuáles son los riesgos y las oportunidades de la Inteligencia Artificial en el ámbito educativo?

Paolo Benanti. Para el académico de la Pontificia Universidad Gregoriana la “IA es una interfaz maravillosa que puede explicarnos de forma rápida la teoría cuántica en un lenguaje, por ejemplo, dirigido a las y los biólogos… es una manera de hacer más accesible el conocimiento”; sin embargo, la información que nos arroja no siempre es precisa, entonces, “puede hacer un buen trabajo pero en la educación, la información se verifica con una interacción humana entre la o el profesor y las y los estudiantes”.

El asesor del Papa Francisco en temas de ética relacionada con la tecnología, opina que la IA “es una de las mayores innovaciones desde la invención de la imprenta de Gutenberg, pero también tiene sus riesgos porque el conocimiento puede estar programado para reproducir un tipo cultural y dejar fuera a las minorías y a la diversidad”.

Chantal Matar. La diseñadora arquitectónica, quien actualmente tiene su propio estudio en Londres, señala que “en la educación, en la arquitectura específicamente, hay un riesgo de volvernos perezosos porque nos hace la producción, pero desde la perspectiva positiva, usar Inteligencia Artificial nos abrirá muchas puertas con otras carreras, vamos a trabajar con programadores, científicos de datos, muchos sistemas que no teníamos antes, así que es una visión progresista para el sistema educativo”.

Edward Awad. El académico de la Universidad de Exeter dice: “en vez de riesgos y beneficios hablaré de retos, creo que el mayor desafío en la educación en torno a la Inteligencia Artificial son las habilidades transferibles, va a ser muy importante, hay mucha preocupación de que se van a perder humanos en los trabajos”; no obstante, el Dr. Awad puso el ejemplo de cómo los cajeros automáticos desplazaron a muchas personas que realizaban estas funciones, pero hicieron más eficiente el proceso de contabilizar y entregar el dinero y se abrieron otras posiciones relacionadas con atención a clientes que las máquinas no podían hacer. 

Por lo tanto, en su opinión, “las universidades no deben evitar que se use, sino aprender a enseñar a las y los alumnos a que se involucren con el tema del lenguaje, enseñarles ese tipo de capacidades para trabajar mejor en lo que viene de Inteligencia Artificial porque, probablemente en en el futuro, en los empleos estarán involucrados estos modelos”.

Wayne Holmes. El experto en educación del University College de Londres, reconoce que la Inteligencia Artificial puede ser de gran utilidad y sus usos en las universidades pueden ser variados “en los procesos de administración, en los de enseñanza o en los de investigación”; sin embargo, deben utilizarse siempre con un sentido crítico y siempre verificar los datos que nos han arrojado. 

Para el asesor de la UNESCO en temas de educación relacionada con la IA, tenemos que ser muy cuidadosas y cuidadosos de la información que estos programas nos dan: “Hay una diferencia entre la apariencia de la información y los hechos, que sean adecuados, verdaderos, que abarquen mucho” y si bien, no podemos evitar el uso de estas herramientas en las aulas debemos hacer siempre conscientes a las y los alumnos de que “no es una herramienta neutral, la información que contienen es un su mayoría estadounidense, puede haber sesgos, puede ser verdad, pero el riesgo de que la IA ignore una gama muy amplia de otras cosas es grande”. 

Minoru Asada. El investigador japonés, quien dirige su propio laboratorio en la Universidad de Osaka, señala que “la robótica no existe sin la IA y ahora estos elementos combinados pueden decidir por sí mismos, por lo cual, es más difícil que el ser humano los controle; entonces, las y los desarrolladores de esta tecnología debemos pensar no sólo en la funcionalidad de los robots, sino en su impacto en la sociedad y en asuntos legales y éticos, que son los más importantes”. 

A diferencia de los anteriores ponentes, quienes hablan de las limitaciones de la IA, como los riesgos de ofrecer datos incorrectos o sesgados, el Dr. Asada ofrece una visión desde el punto de vista de los desarrolladores de estas tecnologías y menciona que “Japón tiene muchos retos, es una sociedad de mucha gente mayor que vive sola y necesitamos que los sistemas de robótica brinden ayuda no sólo física, sino sobre todo mental, pero no podemos permitir que la tecnología aumente y la sociedad decline, el que diseña robótica debe tomar eso en cuenta”. 

La segunda pregunta del Dr. Alejandro Anaya, fue si la y los invitados podían dar ejemplos de lo que están haciendo otras universidades en torno a la Inteligencia Artificial.

Paolo Benanti. El profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana dijo que no podía hablar de proyectos en particular de la institución donde labora, pero en términos generales “se puede usar para analizar reacciones nucleares, se pueden hacer modelos de lo que se verá en realidad y sería muy funcional, también en la biología, se puede simular el cuerpo con precisión antes de comenzar a investigar”.

Fray Paolo mencionó a grandes rasgos, otro proyecto del que tiene conocimiento sobre un análisis con IA de cómo las noticias se replican y cambian enormemente de la fuente original, lo cual será muy importante porque en 2024 habrá elecciones en Estados Unidos (también en México) y en la Unión Europea hay muchos retos políticos, por lo cual las noticias pueden influir en la opinión pública. Asimismo, explicó que en temas de salud mental la IA puede ser una gran herramienta, como señaló el Dr. Asada en el caso de Japón, y en Italia “podría ahorrar mucho dinero y ser una gran ayuda para el sistema de salud pública”. 

Chantal Matar. Al respecto, la diseñadora arquitectónica, quien ha colaborado en firmas de gran renombre como Zaha Hadid Architects y actualmente en su despacho realiza trabajos de arquitectura y de arte, señala que “no puedo ser específica en los proyectos, pero implican a artistas, músicos, arquitectos, quienes han aprendido a programar y generar sus propias aplicaciones, esto es interesante porque te permite desarrollar tus propias herramientas para tus proyectos particulares”. La experta en IA relacionada con la arquitectura, el arte y el diseño, puso el ejemplo de un músico que generó su propio proyecto valiéndose de estas herramientas y logró resultados que no habría podido obtener en el pasado. 

Edward Awad. El académico, quien desarrolló el sitio web “Moral Machine”, más que referirse a un proyecto en sí, criticó que en la mayoría de las universidades se promueve que las y los docentes se especialicen en un tema particular y en la era de la Inteligencia Artificial debe “haber una capacitación también en ética, antropología, sociología para trabajar con estos sistemas y del otro lado, tenemos computación, matemáticas, pero a veces no hay un suficiente conocimiento técnico entre unos y otros departamentos y para trabajar en el mundo de hoy con IA se requiere interdisciplinariedad”. 

Wayne Holmes. El académico del University College de Londres, dijo: “Preguntaste lo que pasa en nuestras universidades, no es gracias a mí, pero tenemos el orgullo de ser una de las mayores universidades del mundo y estamos haciendo estas cosas, una es que tenemos grupos de trabajo que están mirando e investigando el impacto de nuevas tecnologías en distintos ámbitos, por ejemplo, la consultoría”.

“ChatGPT es útil, pero es más importante enfocarnos en los productores de cambios, tenemos 22 proyectos en toda la universidad y todos son conocidos por las y los estudiantes, con ayuda de miembros de las Facultades y sobre estos proyectos, ellas y ellos eligen participar, en la ética de la IA, la retroalimentación, el apoyo para la enseñanza, es un espectro amplio de actividades y es interesante porque viene desde la perspectiva de las y los alumnos”. El Dr. Holmes, agrega que las universidades están invirtiendo en que las y los estudiantes cuenten con recursos que les permitan seguir con las investigaciones, pero también destacó que “este tipo de foros (como el celebrado en la IBERO), también son muy estimulantes y nos alientan a seguir adelante”.

Minoru Asada. El profesor explicó que por asuntos de privacidad en la Universidad de Osaka, en la que ha laborado por más de 30 años, no podía compartir muchos ejemplos, pero mencionó que un colega suyo inventó un robot que interactúa con las y los alumnos, “las y los estudiantes y el robot se enseñan entre sí, si el robot comete un error se lo señalan y a través de ello, también aprenden sobre la naturaleza de la enseñanza, eso eleva su motivación”. 

Finalmente, el Dr. Alejandro Anaya, Vicerrector de la IBERO, les pregunta a la y los expositores, ¿cómo serán las universidades en el futuro ante el avance de la IA?, ¿Las y los profesores seremos reemplazados por robots o por IA para impartir las clases?

Paolo Benanti. El experto en ética aplicada en la tecnología explica que si bien la IA será una herramienta muy positiva para la educación, “yo trabajo para una institución jesuita y cuando hablamos de universidad, hablamos no solamente de la transmisión de conocimiento, no es sólo bajarlo de internet, es una relación interpersonal que cuida de los seres humanos y les permita ser la mejor versión de sí mismos y esta es una misión, más que una visión de presupuestos o una cuestión de negocios”.

Esta vocación universitaria probablemente será la cara de la universidad que permanecerá el día de mañana”, afirma Fray Paolo, quien comparte: “Yo formé parte de la discusión de cuando surgieron los cursos en línea masivos y abiertos (MOOC, por sus siglás en inglés), que parecía que iban a destruir a todas las universidades del mundo, pero el 99.5% de las personas que participaron en los MOOCs no pasaron de las primeras lecciones, por lo tanto podemos decir que algo no funcionaba”.

“Probablemente ese elemento es la interacción, pero el reto que necesitamos enfrentar y definir es cuál va a ser nuestra misión y cómo nos gustaría que fuera la universidad, no creo que los robots sustituyan a las y los docentes, pero, probablemente, las y los profesores que no sepan utilizar la IA se extinguirán y sobrevivirán quienes utilicen estas herramientas para ser mejores educadores, esto es un desafío porque las y los académicos estamos en medio de esta experimentación y a veces tendremos que decir ‘lo siento, me equivoqué’”.

Chantal Matar. La experta en Inteligencia Artificial aplicada al diseño y la arquitectura dice: “Creo que en el futuro cercano, habrá un sistema híbrido en entre la Inteligencia Artificial y el sistema educativo tradicional, como en cualquier esfera profesional, en la educación avanzará este sistema híbrido, pero no creo que se reemplace el trabajo (de las universidades), será más bien una evolución del papel de las y los profesionales”.

Si alguien no domina el uso de la IA, tanto entre el profesorado como en el alumnado, será difícil incorporarse a muchos proyectos, es como un tren bala, si uno no se sube se va a perder el destino… Aplica a todo en realidad, pero en el futuro muy muy lejano, no quiero escucharme negativa, pero creo que ya todo podría hacerse desde casa, no puedo predecir el futuro distante, pero existe la posibilidad -y entiendo el sentimiento de apego a la educación-, de que estar en la universidad, hablar todos los días, la interacción social, pueda cambiar e incluso en la arquitectura, podría cambiar la visión de cómo crear los proyectos, no lo puedo predecir, pero sí hay posibilidades de que las cosas se vayan hacía ese lado”. 

Edward Awad. El académico de la Universidad de Exeter también mencionó el caso de los cursos en línea, “cuando llegaron de forma masiva, muchos pensaron que se ponía el video y ya, pero detrás hay una o un maestro que planea el curso, elige qué figura mostrar, proporciona los ejercicios y responde a las y los alumnos; al menos a mí, como profesor me gusta proporcionar eso porque muchos cursos se preparan para el público, pero no todas las personas tienen el mismo conocimiento”.

Entonces, por más que el curso lo de la o el científico más top en algoritmos, quizá las personas que lo tomen no entenderán y en opinión del Dr. Awad, las y los profesores pueden adaptar esas enseñanzas para que el conocimiento sea comprensible, por lo cual, “el papel de las y los docentes cambiará, probablemente, en cómo facilitar una clase… Y los cursos no se construyen de la nada, se usa conocimiento generado por las y los demás, eso hace avanzar las investigaciones”. 

“Uno puede aprender solo en casa, las escuelas podrían dejar de existir (físicamente) y la gente podría estudiar en línea, pero pensemos que las universidades también son una marca, el grado emitido por una institución es importante para conseguir empleo y también ofrecen; por ejemplo, conocer gente, interactuar, hacer networkingla vida universitaria es una experiencia que forma parte del proceso de aprendizaje, no se trata solamente de las clases o de lo que uno ve en el curso, es un viaje con las y los colegas, trabajar en conjunto”.

Wayne Holmes. Apoyando la opinión del Dr. Awad sobre que la universidad aún tiene mucho que ofrecer, el experto en educación afirma: “Estoy dispuesto a apostar sobre esto, que en lo que me queda de vida no va a haber un sistema de Inteligencia Artificial que sea capaz de una interacción humana como la que se verifica con una o un profesor, la capacidad de entender, de tener una relación, de ponerse en contacto y de trabajar con los estudiantes”.

Pero, el Dr. Holmes, quien igual que el Dr. Benanti y el Dr. Awad, consideran que el aprendizaje requiere una interacción entre el profesorado y el alumnado, incluso si se trata de clases a distancia, advierte: “Ese no es el tema, la duda no es si la IA es o no capaz de tomar la enseñanza, la pregunta es ¿lo hará? Eso es mucho más importante porque implica política, poder, negocios y la capacidad de presión que esto pueda tener; por ejemplo, en Gran Bretaña para el Primer Ministro y el Ministro de Educación, a ambos, se les ha solicitado un mayor uso de IA en la educación”. 

El académico británico nos hace reflexionar sobre ¿a quién favorece que se impulsen esas tecnologías? De entrada, a las empresas que desarrollaron esos programas: “No hay evidencia que estos instrumentos hagan algo efectivo y sobre todo, no hay pruebas de que esto sea seguro, pero no importa mucho lo que yo piense, son otros los que tienen el poder, por lo tanto, es posible desde una perspectiva de capacidades que las universidades cambien en este sentido, pero tenemos que seguir siendo muy cuidadosos en este aspecto”.

Minoru Asada. Japón es considerado uno de los países más desarrollados tecnológicamente y el investigador de la Universidad de Osaka opina que “las y los profesores deberían cambiar, adaptándose a la tecnología, pero debe quedar un factor humano, por ejemplo, compartió que uno de sus colegas “usa un ChatGPT personalizado, metió sus papers, pláticas y trabajos y los utiliza para dar sus clases”. 

Este diálogo en torno al futuro de las universidades ante el avance de la Inteligencia Artificial, moderado por el Dr. Alejandro Anaya, Vicerrector de nuestra IBERO, se extendió por casi dos horas, dado que el tema despertó un enorme interés entre la comunidad y surgieron una serie de preguntas que abordaremos en otras notas; sin embargo, la mayoría de la y los expertos coincidieron en la importancia de caminar hacia la interdisciplinariedad, en que la IA no tiene la capacidad de "enseñar" que se logra con ayuda de las y los profesores, pero, en los próximos años, estas herramientas, probablemente, se irán sumando a las clases, aunque advierten de los riesgos, que son la información que puede ser poco veraz o sesgada y por lo tanto debe verificarse, por lo cual recomiendan usar siempre estos programas bajo una visión crítica

Y tú, ¿cuál crees que será el futuro de las universidades ante el avance de la Inteligencia Artificial? El foro “Construyendo el futuro de la IA”, tuvo lugar en la Universidad Iberoamericana entre el 29 y el 31 de agosto. 

Por: Laura Herrera Camarillo.    Fotos: Alberto Hernández Mendoza

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