Benedicto XVI: cercano a América Latina y defensor de los DDHH

Mar, 3 Ene 2023
Ratzinger enfatizó que, pese a las diferencias entre las culturas del mundo, “todas tienen puntos comunes con el cristianismo, porque todas buscan la verdad, a Dios, la comunión con él, y la vida eterna”
  • Benedicto XVI será recordado como un teólogo importante, donde resaltan los valores cristianos que compartimos en la Ibero y son la base de nuestro quehacer universitario
Por: 
Dra. Valeria M. Valle*

La muerte del papa emérito Benedicto XVI el 30 de diciembre de 2022 a los 95 años en el Vaticano ha impactado en la comunidad cristiana. Su legado ha sido significativo y está estrechamente vinculado con la visión y el quehacer institucional de la Universidad Iberoamericana. En primer lugar, cabe resaltar el hecho de que en febrero de 2013 haya sido el primer pontífice en renunciar a su cargo, lo cual no sucedía desde la Edad Media. Desde entonces ningún pontífice renunciaba, el proceso de sucesión sucedía tras su muerte. Este hecho fue paradigmático porque dio pie a una renovación que se concretó en la elección por primera vez en la historia de un pontífice no nacido en Europa, sino en el Sur Global, el argentino Jorge Bergoglio.

La relación de Benedicto XVI con Latinoamérica fue cercana y una prueba de ello fueron las visitas, las beatificaciones y canonizaciones que realizó. Visitó dos veces la región, la primera en 2007 para inaugurar la Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe en Aparecida, Brasil. En esa ocasión también tuvo una participación importante el cardenal Jorge Bergoglio, en particular para redactar el documento final; por eso se considera a Aparecida como la Asamblea de los dos Papas. Durante ese viaje beatificó o canonizó a varios santos latinoamericanos, entre ellos mártires mexicanos como Joselito, Ceferino Namuncurá de Argentina, Alberto Hurtado de Chile (nombre de la universidad chilena Alberto Hurtado -UAH-, perteneciente a la Compañía de Jesús). Además, nombró cardenales latinoamericanos vinculados con la Santa Sede.  

En su discurso en Brasil hizo mención a dos aspectos preocupantes de la realidad política y social de América Latina: los regímenes autoritarios y “el voraz libre mercado cuando no respeta la dignidad humana”. Después de su primera visita a América Latina, desde el Vaticano, en mayo de 2007, el pontífice afirmó que ''No es posible olvidar los sufrimientos e injusticias infligidos por los colonizadores a las poblaciones indígenas, cuyos derechos humanos fundamentales fueron pisoteados a menudo''.

El discurso de respeto a los derechos humanos era recurrente en su palabra. En 2012 visitó México y Cuba. En su discurso en León, Guanajuato (tierra cristera), el pontífice subrayó la importancia del respeto irrestricto a la dignidad humana, y en cómo se expresa en la libertad religiosa. Se puede afirmar que su segundo viaje a la región fue clave para el discernimiento sobre su renuncia. En total, en su pontificado realizó 25 viajes fuera de Italia. Visitó tres veces Alemania (su país natal) y España. En estos viajes se destacaron los encuentros con la juventud en las Jornadas Mundiales, las jornadas ecuménicas y los vínculos con el mundo del islam. En 2006, el viaje a Turquía, un país mayoritariamente musulmán, fue considerado una muestra de entendimiento interreligioso. Este tema también se plasma en su libro Fe, religión y cultura, donde enfatizó que, pese a las diferencias entre las culturas del mundo, “todas tienen puntos comunes con el cristianismo, porque todas buscan la verdad, a Dios, la comunión con él, y la vida eterna”. 

En Estados Unidos en 2008 dio un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en el cual enfatizó el valor de la ONU, de la Declaración de los Derechos Humanos y afirmó que “los objetivos del desarrollo, la reducción de las desigualdades locales y globales, la protección del entorno, de los recursos y del clima, requieren que todos los responsables internacionales actúen conjuntamente”. Estos valores cristianos del pontífice se vinculan ampliamente con la visión y las acciones de incidencia de la Ibero CDMX, los cuales están contenidos en la misión y la visión, en los Planes de estudio Manresa y en las agendas de investigación de los Departamentos y Centros de investigación.

Ratzinger se caracterizó por recordar la importancia del respeto a los Derechos Humanos, en especial vinculados con la dignidad de las personas migrantes. Por ejemplo, en enero de 2012, ante miles de personas que asistieron a la plaza de San Pedro para rezar el ángelus, Benedicto XVI sostuvo que los emigrantes “no son números”, sino personas que buscan un lugar donde vivir en paz y que además no son sólo destinatarios sino protagonistas del anuncio del evangelio. En esa oportunidad recordó que la Iglesia celebraba la 98 Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, que ese año tuvo como lema “Migraciones y una nueva evangelización”…“Millones de personas se ven implicadas en el fenómeno de la inmigración, pero no son números, son hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos que buscan un lugar donde vivir en paz”.

En suma, Benedicto XVI será recordado como un teólogo importante, donde resaltan los valores cristianos que compartimos en la Ibero y son la base de nuestro quehacer universitario.

La Dra. Valeria M. Valle es directora del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México

 

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