¿Cómo es la rehabilitación de personas que sufrieron un Evento Vascular Cerebral (EVC)?

Vie, 3 Feb 2023
Los EVC son el principal factor de discapacidad en adultos y la séptima causa de muerte en México
El Dr. Carlos Omar López, especialista en rehabilitación de nuestra Ibero, nos explica cómo pueden superar las y los pacientes las secuelas discapacitantes de un EVC
  • “Hay que recordar que las neuronas no se reproducen, una vez que las perdemos no regresan, pero lo que sí se mejora con la rehabilitación tras un EVC son las conexiones”, dice el Dr. López. Fotos: Unsplash.

¿Evento Vascular Cerebral o Enfermedad Vascular Cerebral? Estos términos, que son sinónimos y en la jerga médica les llaman sólo EVC, son el principal factor de discapacidad en adultos y la séptima causa de muerte en México, pero ¿qué son? ¿por qué son un problema de salud pública? y ¿cuánto tarda la rehabilitación de las personas que sufrieron uno?

Popularmente, pensamos que un "infarto" y un “derrame” cerebral son iguales, y aunque ambos entran en la categoría de EVC, “no son los términos correctos porque una cosa es que se te tape una arteria y no te llegue la sangre y otra es que se rompa una arteria y se empiece a desangrar dentro del cerebro”, nos explica el Dr. Carlos Omar López López, académico e investigador de la Universidad Iberoamericana.

Los Eventos Vascular Cerebrales se clasifican en isquémicos y hemorrágicos; los primeros serían lo que las personas que no somos médicos llamamos “infartos”, mientras que los segundos serían nuestro equivalente a “derrame”. 

Con relación a los EVC de tipo isquémico, el académico de nuestra Ibero nos dice que pueden ser embólicos o trombóticos: “Trombo es cuando se forma el coágulo ahí y tapa la arteria, y embólico es cuando viaja el coágulo desde otro lado y va y se deposita ahí, eso es un émbolo”. Aquí te explicamos con mayor profundidad por qué se forman esos coágulos y cómo evitarlos.

Sobre los EVC hemorrágicos, el Dr. Carlos Omar menciona que  “una hemorragia cerebral es cuando una arteria se rompe, entonces empieza a sangrar y la sangre sobre el tejido nervioso es tóxica, entonces, daña las neuronas y éstas comienzan a morir”. Aquí te decimos qué causa las hemorragias cerebrales.

De acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) de México, publicados en 2022, el 80% de los casos que atienden son de tipo isquémico y 20% hemorrágicos, pero ¿por qué son un problema de salud pública? La razón es que, además de su potencial mortífero, las secuelas de un EVC pueden ser altamente discapacitantes porque afectan a diversas áreas del cerebro que controlan desde la motricidad, el habla y la vista, hasta nuestra capacidad de razonar. 

“Las secuelas pueden ser muy variables, la realidad es que depende del sitio donde se lleve a cabo el EVC y de ahí el pronóstico cambia”, nos dice el Dr. Carlos Omar López, quien desde hace dos años trabaja en el Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) de la Ibero - junto a un equipo de ingenieras e ingenieros - desarrollando un simulador inmersivo que ayudará en la rehabilitación de pacientes con EVC y que comenzará a probarse en marzo en el Hospital General de México. Aquí te compartimos los detalles de este proyecto.

¿Cuáles serían las secuelas?

Primero, es importante mencionar que tras un evento de EVC el tiempo es vital, porque mientras más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro, el daño puede ser mayor, por lo cual los médicos recuerdan la importancia de ir inmediatamente al hospital después de haber ocurrido esta emergencia médica.

Asimismo, los expertos nos recuerdan que si nosotros o alguien que conocemos comienza a tener estos síntomas, es importante recibir atención lo antes posible porque podría evitarse el EVC: entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, el brazo o la pierna - en uno o ambos lados del cuerpo- que aparecen de forma repentina, visión borrosa o reducción de la visión en uno o ambos ojos, aparición brusca de mareos, pérdida del equilibrio o caídas sin explicación, incapacidad repentina para comunicarse, ya sea por dificultad para hablar o entender y dolor de cabeza súbito, de gran intensidad y sin causa aparente. 

En caso de que el EVC ya se haya presentado, como mencionamos anteriormente, el tiempo que haya pasado entre el Evento Vascular Cerebral y la atención médica será un factor muy importante, pero también el lugar en el que se haya presentado; por ejemplo, el Dr. López nos dice que si ocurre en la parte posterior, conocida como zona occipital, puede haber daño en la visión que incluso puede llegar a la ceguera; en tanto, en el cerebelo se vería comprometido el equilibrio.

Si el EVC afecta la arteria de la región parietal, “que es el más frecuente en la cerebral media, la alteración más frecuente suele ser motora y la persona pierde movimiento de la mitad del cuerpo, pero si afecta el lado dominante ahí surge un problema mayor porque también puede afectar el habla”, nos dice el investigador de nuestra Ibero. Aquí puedes consultar con mayor profundidad las secuelas que nos explica el Dr. López. 

En los casos más graves, cuando se daña el tálamo, una parte del cerebro que regula la parte sensorial de nuestro organismo, el académico señala que la o el paciente puede quedar “con mucha discapacidad y son los tipos de EVC más difíciles de rehabilitar”.

¿Qué implica la rehabilitación?

El Dr. Carlos Omar, especialista en medicina de rehabilitación, nos explica que el proceso sucede por etapas; sin embargo, es muy importante comenzar lo antes posible porque los primeros tres meses pueden hacer toda la diferencia en la recuperación de las y los pacientes. 

“Tenemos la etapa muy temprana, que es cuando la o el paciente está hospitalizado, ahí nuestra capacidad de poder movilizarle es mucho menor, pero estimulamos otras áreas como la visión y la audición, verificamos si la o el paciente puede hablar y si es así que siga hablando; también estimulamos el tacto, mantenemos el movimiento, evitamos que los músculos se atrofien y ya cuando el paciente sale del hospital, cuando el riesgo de que el infarto se complique es menor, vamos por otras fases”, menciona el Dr. López

“Si la o el paciente no se puede sentar, hay que sentarla/o y mejoramos el control del tronco, si no se puede parar, vamos a trabajar la bipedestación y la marcha, hacemos que se pare y que camine, obviamente todo ese proceso lleva tiempo. Nosotros apostamos a que más o menos, dentro del primer año después del EVC, la o el paciente alcance su máximo potencial”, describe el investigador. 

¿Qué pasa en el cerebro de alguien que sufrió un EVC?

“El tiempo es vital, los primeros tres meses son como el periodo crítico, nosotros (el gremio médico) le llamamos EVC subagudo y en este periodo tenemos que aprovechar todo lo que se haya quedado aturdido en el cerebro. Digo aturdido porque hay una zona del cerebro, a la que le llamamos la zona de penumbra, donde las neuronas que están muertas, digamos que están en el centro y lo de alrededor está tratando de sobrevivir, esa es la zona de penumbra”, abunda el Dr. Carlos Omar. 

“Si nosotros empezamos el tratamiento de rehabilitación de forma temprana, aprovechamos esa zona, ayudamos a las neuronas que están ahí medio aturdidas a que reaccionen y empiecen a trabajar, utilizamos un principio que se llama la plasticidad cerebral, la cual implica que cuando una parte del cerebro no trabaja, la otra tiene que ayudarla, tiene que generar conexiones para que esa información que éstas ya no están haciendo, lo haga la otra parte del cerebro”, señala el médico, quien durante más de una década ayudó en la rehabilitación de pacientes en el Hospital General de México. 

“Hay que recordar que hasta hoy, las neuronas no se reproducen, entonces una vez que las perdemos no regresan, pero lo que sí se mejora son las conexiones, porque la realidad es que nosotros no usamos el 100% de nuestro cerebro, utilizamos un porcentaje muy bajito, entonces aprovechamos aquellas que están ahí sin hacer nada, digamos, que generen conexiones y que le entren a trabajar”, explica el académico.

“Los médicos esperamos la máxima recuperación dentro de los primeros seis meses después del EVC, pero les damos hasta un año para que podamos hacer algo” y ¿qué es lo que más mejora en las y los pacientes? En la larga experiencia del Dr. López “generalmente lo primero es el control de tronco y la bipedestación y la marcha”. 

“La mano es lo más difícil de rehabilitar y por una razón sencilla, en nuestro cerebro tiene una representación muy grande, para que nosotros podamos mover nuestra mano, el cerebro tiene unas estructuras gigantes, utiliza muchísimos recursos, y reeducar eso implica que muchas neuronas entren a trabajar para tratar de mover esa mano que quedó ahí paralizada, obviamente es la que cuesta más trabajo y es la que al final del proceso tratamos de mejorar”, nos dice el investigador del InIAT.

“Desde el punto de vista de rehabilitación, no buscamos la perfección sino la funcionalidad de las y los pacientes; es decir, nos basta con que las y los pacientes se levanten, caminen, puedan bañarse; o sea, que sean independientes, tal vez no moviéndose de forma perfecta, pero que lo que tengan que hacer lo hagan por su propia cuenta”, señala el especialista. 

“No es sencillo, la verdad es que la rehabilitación tiene que ser intensiva, constante, bien dirigida y ahí es donde entra este proyecto, justamente”, nos dice el Dr. López sobre el simulador inmersivo para la rehabilitación de pacientes con EVC que - junto a ingenieras e ingenieros biomédicos, mecánicos y mecatrónicos de nuestra Ibero - lleva desarrollando desde 2020. 

Te recordamos que, en la mayoría de los casos, las Enfermedades Vascular Cerebrales se pueden prevenir si reducimos los factores de riesgo, que son: fumar, tener sobrepeso u obesidad, los niveles altos de colesterol y la diabetes e hipertensión descontroladas. Aquí más detalles sobre los EVC.

Por: Laura Herrera Camarillo/ MYMV

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