¿Cómo lograr que el conocimiento que generas se aplique y no se quede guardado sólo en un cajón?, ¿Cómo protegerlo y evitar su fuga? Son algunas de las preguntas que responde la Oficina de Propiedad Intelectual y Transferencia de Conocimiento de la Universidad Iberoamericana, con asesorías personalizadas para el alumnado e investigadores.

El Coordinador del área, Juan Pablo Alonso Norma, y la especialista en Propiedad Intelectual, Esmeralda Zamora Becerra, participaron en el Programa de Fortalecimiento de Derechos de Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología en Universidades y Centros de Investigación, realizado en Washington del 21 al 23 de mayo pasado, invitados por el Departamento de Estado estadunidense, a través de la oficina de Protección de Derechos de Propiedad Intelectual.

Durante el evento, compartieron la experiencia que han acumulado durante casi año y medio desde que se creó la Oficina de Propiedad Intelectual en la IBERO, con más de 40 expertos y expertas de universidades de Holanda, Australia, Israel, Arabia Saudita, Chile, Portugal, Grecia, Alemania, entre otros, con quienes tendieron lazos para potenciales alianzas.

El programa estuvo enfocado en compartir las tendencias globales sobre las mejores prácticas en temas de protección de derechos de propiedad intelectual, investigación y conocimiento.

Entre lo más gratificante para los dos investigadores fue darse cuenta de que los especialistas de otros países –incluso los que cuentan con oficinas de muchos años–, comparten la “ética en la investigación que tiene la IBERO, cuyos desarrollos científicos, artísticos y tecnológicos tienen impregnados valores como la justicia, la equidad, la reducción de brecha y se enfocan desde el inicio en resolver la problemática social o ambiental”.

Alonso Norma subrayó la importancia de que la investigación en la Universidad Iberoamericana se enfoca en resolver problemáticas sociales y “no en deteriorar la condición humana, en aspectos como seguridad, armamento, o en usos no éticos de la tecnología, como hacen muchas empresas”.

México “no es conocido por su tecnología, sino que importa conocimiento y lo comercializa en el país, no está en nuestra cultura y no sabemos cómo hacerlo”, por lo que es vital “darnos cuenta de la riqueza intelectual que tenemos con nuestros alumnos e investigadores. En la IBERO se hace investigación de calidad y de primer nivel ya desde hace muchos años”, acotó.

Nos enfocamos en que “pueda ser utilizada por el gobierno, o por una empresa y que se abran otras fuentes para que la investigación sea más sustentable en comercialización de tecnología, siempre con impacto social y ambiental”, continuó.

Para Esmeralda Zamora, el gran reto de la universidad es socializar las labores de la Oficina de Propiedad Intelectual y Transferencia de Conocimiento, ya que incluso a nivel país existe un desconocimiento sobre propiedad intelectual o transferencia de conocimiento, que puede llegar a tacharse como un tema de apropiarse del conocimiento, meramente capitalista.

Hasta ahora, el departamento ha presentado cinco solicitudes de patente en México, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y China, que se refieren a una tecnología de reciclaje de PET que no genera residuos.

En la vertiente de propiedad intelectual y derechos de autor, es posible inscribir proyectos de arte, obras plásticas y audiovisuales, de cine, música, escritura, software. Mientras que la rama de propiedad industrial de patentes, incluye lo relativo a las ingenierías y sus desarrollos tecnológicos.

Texto: Mariana Domínguez Batis

Fotos: Oficina de Propiedad Intelectual y Transferencia de Conocimiento 

Notas relacionadas:

• Agregado de Patentes y Marcas de EU da conferencia en la IBERO
• ¿Propiedad Intelectual en la era de la IA? Ryan Abbott explica los retos
• Con la distinción de 'marca famosa' la IBERO blinda su imagen Institucional
• Urge definir leyes para regular uso de inteligencia artificial: especialista