Con La Brújula Audiovisual, Romelia, Egresada de la IBERO, Impulsa la Productividad y el Empleo

Lun, 11 Ago 2025
Prensa IBERO conversó con la egresada Romelia Álvarez Sánchez, Directora de La Brújula Audiovisual, plataforma que promueve la creación de alianzas estratégicas entre quienes se dedican al séptimo arte
La también exDirectora de Canacine Jalisco habla de la importancia del séptimo arte como industria; el promedio, cada proyecto en México emplea a 100 personas
Destaca la tradición de formación de cineastas en la Universidad Iberoamericana
  • La Brújula Audiovisual, proyecto liderado por Romelia Álvarez, cuenta con más de 15 mil contactos de especialistas en distintos elementos del séptimo arte.
Con el propósito de impulsar el empleo en el Cine, y para ayudar a dar pie a nuevas alianzas estratégicas y redes colaborativas, la Mtra. Romelia Álvarez Sánchez, egresada de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Iberoamericana, en la que también ha impartido clases, da forma desde hace 15 años a La Brújula Audiovisual, plataforma que reúne a personas, empresas e instituciones del medio para que puedan relacionarse entre ellas, así como para compartir y acceder a oportunidades laborales.
 
Álvarez Sánchez radica en Guadalajara; es también Mtra. en Desarrollo Humano por nuestra universidad hermana ITESO; y exDirectora General de la delegación Jalisco Occidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), institución que representa a todas las empresas involucradas en el quehacer del séptimo arte en México.
 
En la IBERO, Álvarez Sánchez pudo aprender de emblemáticas figuras como el académico emérito Jaime Ponce, docente de miles de cineastas que se prepararon en nuestras aulas; y participó, como profesora, en la formación de reconocidos y reconocidas profesionistas, como Fernando Moreno ‘El More’, docente en la Licenciatura en Comunicación.
 
En una plática impartida a la nueva generación de la Maestría en Cine, Romelia Álvarez, quien egresó en 1989, contó que durante la realización de su cortometraje de titulación comprobó lo celosos que eran algunos productores y productoras con sus contactos, y entonces con un grupo de compañeros ideó el antecedente de La Brújula Audiovisual, que fue El Medio. y con ello comenzó esta tarea de dar acceso libre a  los contactos de proveedores y profesionales de la industria audiovisual.
 
Desde 2010, la especialista y su equipo trabajan en La Brújula Audiovisual, una plataforma con más de 15 mil contactos de especialistas en distintas áreas y en la que se comparten ofertas de trabajo. En el servicio, las y los realizadores pueden registrarse, dar cuenta de los roles que desempeñan (te permite identificarte hasta con tres puestos) y así ser contactados para unirse a un proyecto.
 
Por ejemplo, un o una productora puede entrar a La Brújula Audiovisual, conocer de su oferta de guionistas, directores, asistentes, maquillistas, etc., y establecer contacto con el especialista que mejor se acople a su proyecto para contratarle. Es como “un LinkedIn para cineastas”, explicó Romelia en entrevista con Prensa IBERO.
 
“Nos parecía poco complicado que tuvieras que pasar muchos años para hacer tus contactos. Los productores en aquella época eran muy celosos de su directorio, como si esos contactos fueran su propiedad o como si la gente que trabaja para ellos tuviera exclusividad. Nos pareció que había que romper con eso, que había que transparentar la industria y, así, ayudar a que la gente accediera a más trabajo y con mayor facilidad, y que los realizadores tuvieran que mostrar su talento y no sólo ser reconocidos por el número de contactos que tuvieran”, declaró la entrevistada.
 
La Directora de La Brújula Audiovisual señaló que quienes se inscriben a la plataforma dan cuenta de su semblanza, reciben oportunidades de empleo y son integradas a un directorio alojado en pdf que puede descargarse. La página web cuenta también con el servicio de espacio publicitario.
 

El Cine como Industria

Aunque varía según el tipo de proyecto, la egresada de la IBERO señala que hay cálculos que indican que cada película o comercial en México emplea a unas 100 personas. Además, cuando se realiza un rodaje en locación se impacta de manera positiva a toda la zona, dado que se incrementa el comercio en tiendas y restaurantes, y en otros comercios como gasolineras.
 
“El cine es una industria creativa entonces, hay que defenderla como un proceso creativo, sin dejar de lado su carácter de industria. Si vas a contratar a 100 personas para hacer una obra, te tienes que asegurar de poderles pagar, y de que tu filme sea distribuido y visto”, expresó la también académica: “Yo a veces digo, ‘si lo que tú tienes es un mensaje o una necesidad de expresar y no te interesa la industria, pues mejor pinta un cuadro’”.
 
“Si te vas a meter a hacer una película que va a implicar una inversión de cientos de miles de pesos, no puedes dejar de lado que hay un factor económico importante, y que se general trabajos. Aún cuando produces con dinero del gobierno, debes recordar que esas recursos salieron de los impuestos que pagamos todos, entonces, todos queremos ver que tu película tenga una función real”, comentó la experta.
 
Álvarez Sánchez compartió que, según datos del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), se contabilizan unas 40 mil personas trabajando en la industria. Sin embargo, estos números no toman en cuenta a quienes hacen comerciales y/ spots publicitarios, por lo que, si se les agrega, se podría hablar hasta de unos 100 mil profesionistas de nuestro país integrando las filas del séptimo arte.
 

El Cine Dejó de Ser Chilango y se Hizo Mexicano

Para la ex Directora de Canacine Jalisco, el cine atraviesa un gran momento por el número de producciones que se realizan al año y por la descentralización de las producciones.
 
Durante su charla a las y los estudiantes de Cine de la IBERO, la egresada señaló que a finales de la década de los 80 y a inicios de la de los 90 se realizaban únicamente entre 9 y 13 cintas en toda la nación por año, y hoy en día la cifra ha ascendido hasta más de 240.
 
Otro dato importante es que hasta inicios del sexenio pasado el 96% de la producción de filmes se concentraba en Ciudad de México: “Eso era muy alarmante, porque los recursos son de todo el país; entonces, empieza el interés de descentralizar y construir industria en los estados. Empieza a haber oportunidad para que no todos tengan que salir de su lugar de origen y migrar a la capital del país".
 
Hoy en día, se calcula que hasta el 50% de las películas se filman en otras regiones de México, “y también ha habido mucho interés en hacer cine en las comunidades indígenas, y hay apoyos específicos para estos grupos, lo que ha dado pie a la creación de materiales muy interesantes”.
 
“Hasta hace seis u ocho años, lo que teníamos en México era un chile chilango, y ahora creo que sí podemos hablar como tal de un cine mexicano”, reflexionó la realizadora.
 

¿Estudiar Cine Aunque no Tenga Contactos?

Para Romelia, proyectos como La Brújula Audiovisual demuestran que no es necesario ser hijo o conocido de un o una cineasta ya reconocida para estudiar Cine cuando se tiene talento y disciplina: “Yo creo que ese es un mito (…) Los contactos ahí están, y la mejor forma de hacerte de ellos es participando”.
 
La entrevistada invitó a acercarse a instituciones, asociaciones y gremios y participar en sus actividades como cursos y talleres, en donde se puede conocer a gente con experiencia.
 
De sus tiempos cuando se formó como comunicóloga y cineasta, Romelia recuerda cómo los métodos de consumo de aquellos años, que obligaban a asistir a funciones cuando se quería ver una película ayudaba a dar forma a una comunidad muy activa: "Eran redes sociales completamente vivas, e íbamos y salíamos y comentábamos la película (…) Ahora, creo que se faiclitó todo y se facilitó y estás a un clic de ver la película que quieras, pero es también un proceso más solitario e individual cuando la ves en tu celular o en la computadora; yo misma me he cachado de pronto dejando una película sin terminar porque le pierdo el interés y antes entrabas a la sala y la terminabas por oficio, aunque no te encantara, y ahora si no te atrapa o cualquier cosa te distrae, la dejas. Creo que extraño esa dinámica que teníamos, pero creo que todo ha cambiado en muchos aspectos de la vida por la tecnología”.
 
Para la Directora de La Brújula Audiovisual, la IBERO tiene una comunidad de cineastas “muy fuerte”, y como ejemplo está su pertenencia al selecto grupo de cinco escuelas mexicanas que forman parte del Centre International de Liaison de Écoles de Cinéma et de Telévision (CILECT) o Asociación Internacional de Escuelas de Cine y Televisión, cuyos integrantes intercambian perspectivas para ayudar al desarrollo de la industria del séptimo arte en todo el mundo.
 
“Eso habla de la formación sólida y de fondo que logra la IBERO; si bien es cierto que muchos y muchas de los mejores han estudiado Comunicación y luego hacen estudios adicionales en Cine, hay un origen muy valioso, y me parece que hay que conservarlo. Obviamente los planes de estudio se van transformando con el paso del tiempo, pero creo que es muy importante esta tradición de formación y amor al cine, y está a la vista de grandes realizadores”.  
 
En la licenciatura en Comunicación de la IBERO, aprenderás a comunicar creativamente lenguajes con una visión crítica y utilizando técnicas y equipo de vanguardia; diseñarás historias y contenidos en diferentes plataformas y formatos; destacarás en el mundo laboral actual con la capacidad de adaptarte a distintos ejercicios profesionales, contribuyendo a transformar la sociedad con justicia y responsabilidad.
 
El objetivo de la Maestría en Cine de la IBERO es formar profesionales capaces de analizar, producir y evaluar películas y guiones con base en el conocimiento de las implicaciones sociales, económicas y culturales del arte audiovisual, de las estrategias de investigación aplicada a la creación y de la técnica y teoría cinematográfica, con el propósito de fortalecer las industrias mediáticas de nuestro país de un modo crítico, innovador y comprometido con la justicia social.
 
 
Texto: Jorge Luis Cortés
 
Notas de interés:
 

 

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