Cristina Burneo Salazar presenta su libro “Otra forma de besar” en la IBERO
“Yo me saldría del lenguaje del producto, no se si aquí también se da, tienes que poner tres productos, dos indicadores y eso lentamente ha ido minando, incluso la pulsión, el deseo de escribir”, le dice la escritora Cristina Burneo Salazar, en la Universidad Iberoamericana, a una joven que durante la presentación del libro Otra forma de besar le comparte su desencanto por la escritura y le pide su consejo para retomarla y pensarla más allá de las formas rígidas de la academia y “generar cruces más allá de nuestro círculo”.
La también docente y traductora ecuatoriana lanza una aguda crítica a la academia, cuyo modelo de difusión del conocimiento se rige por una “gestión administrativa” que reduce y limita las preguntas que dan sentido a la cosmovisión de una o un escritor: “Que tú no quieras escribir porque estás en un lugar en donde te hacen escribir, esa contradicción es bien profunda y tienes que adoptar unos lenguajes y modos clientelares de intercambio de conocimiento, tú me citas, yo te cito, estamos sujetas a sistemas clientelares de intercambio de prestigio”.
Estas palabras nos dejan ver dos cosas: La primera, quienes asistieron al Auditorio Ángel Palerm de la IBERO a la presentación del libro --la mayoría estudiantes de posgrados en Letras y Filosofía, así como académicas y académicos de ésta y otras instituciones--, venían convencidos de que no escucharían frases edulcoradas por parte de Cristina Burneo; segunda, la autora no se ciñe al “deber ser” y es dueña de un pensamiento crítico que no le teme a la sinceridad.
Esa franqueza, su dominio de las letras y sus reflexiones agudas sobre el establishment se reflejan en Otra forma de besar, un volumen compuesto por ocho ensayos --creados en diferentes países y momentos de la vida de la escritora--, que “giran en torno a la poesía, la lengua y fronteras como el cuerpo”, en los cuales también aborda temas como el bilingüismo, las migraciones y la justicia.
Durante la presentación del libro, organizada por el Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana, Cristina Burneo Salazar estuvo acompañada por Alejandra Camacho, egresada de la licenciatura en Literatura Latinoamericana de la IBERO, la Dra. Silvia L. Gil, académica del Departamento de Filosofía de la IBERO y la Dra. Élodie Ségal, académica de la UAM-Cuajimalpa, quien participó a distancia.
Sobre Otra forma de besar, la Dra. Silvia L. Gil, destaca su “manera distinta” de entender el lenguaje, la escritura y la traducción, “además de hacerlo desde un mundo en crisis y una manera también distinta de hacer genealogía, mostrando las historias ocultas y negadas de la literatura latinoamericana, esas genealogías magicas, decadentes, femeninas, que rompen con los relatos culturales sobre los que se construye el Estado-Nación”.
¿Cuáles son esas historias ocultas y negadas? Aunque la Dra. Silvia hace referencia únicamente al libro, la autora compartió con las y los asistentes al Auditorio Ángel Palerm su investigación sobre un grupo de poetas ecuatorianos de los años 20, conocidos como los “morfinómanos” o los “decadentes” que quedaron fuera de los registros nacionales porque “eran vistos con malos ojos, tanto por su afrancesamiento, como por su consumo de sustancias”.
Ataviados con atuendos de terciopelo que los hacían lucir “afeminados”, los poetas del “decadentismo” visitaban los fumaderos de opio --llevados a Ecuador por migrantes chinos y filipinos-- y creaban sus obras en francés; esta combinación, los hizo “no aptos para el proyecto nacional” y su trabajo quedó en el olvido hasta que, durante los últimos años, ha sido recuperado y traducido por la Dra. Cristina Burneo Salazar.
Pero, retomando la opinión de la Dra. Silvia L. Gil sobre Otra forma de besar: “hay una idea que tiene una potencia enorme, de la que creo que Cristina parte en su libro, y es que lo más importante de la literatura es que puede ser en sí misma (o no) un espacio de creación y de ruptura, un espacio de resistencia y de libertad y donde Cristina ve de manera especial esta cualidad es en la traducción”.
“¿Por qué? La ve por su capacidad para conectar mundos distintos, pero permitiendo que la diferencia siga circulando entre esos mundos, a mí aquí me parece que se formula de una manera muy hermosa el problema filosófico del uno y de la diferencia, que es una cuestión contemporánea de cómo pensarlo como una nueva unidad”, agrega la Dra. Gil.
“Mientras que el uno está gobernado por la identidad, lo común está hecho de diferencias y este libro me parece que está completamente plagado de diferencias, está atravesado por las diferencias”, señala Silvia L. Gil, quien es es doctora en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid y académica del Departamento de Filosofía de la IBERO.
Finalmente, la profesora Gil dice: El texto de Cristina es en sí mismo el lugar donde se está practicando esta posibilidad profundamente política de un “nosotras” diferente y lo hace cuando trae a los “otros” y las “otras” excluidas, a quienes fueron obligadas a gritar en los márgenes, al centro de la discusión y nos dice y cito literalmente “en medio de la enorme crisis que vivimos, necesitamos que el otro sobreviva en nuestros textos, el otro que es irreductible a la lengua del opresor”.
La opinión de Alejandra Camacho, egresada del Departamento de Letras de la IBERO, nos hace entender mejor por qué en la ronda de preguntas finales, las y los asistentes le pidieron consejos y recomendaciones a la escritora, docente y traductora ecuatoriana: “En tu escritura hay un ir y venir en torno a qué es lo que implica soñar de un modo distinto, hacía dónde vamos cuando intentamos reestructurar todo lo que hemos pensado como fijo”.
“Para mí, el acercarme a estos ensayos ha sido también una forma de repensar qué es lo que estamos haciendo nosotras en el mundo cuando empezamos estudiando literatura, me ha hecho reflexionar sobre estos discursos que nos han dado como fijos sobre quiénes son nuestros mártires, nuestras figuras heroicas e incluso hacia quiénes debemos sentir empatía”, señala Alejandra.
Respecto de Otra forma de besar, la Dra. Élodie Ségal desató las risas de la audiencia al expresar: “Siempre creí que la interdisciplinariedad era una manera de pedir financiamiento, no sabía que podía existir, pero me convenciste de que se puede producir un conocimiento epistemológico que supera las disciplinas”.
Esa forma en que Cristina Burneo escribe entre las “intersecciones de varias disciplinas algo muy político con temáticas de género, de clase y de comunidad” es lo que más valoró de estos ensayos Élodie Ségal, quien es doctora en Sociología por la Universidad de París y actualmente es profesora investigadora en la Universidad Autónoma Metropolitana.
La Dra. Ségal destacó la potencia metodológica y epistemológica del libro, aunque percibió que hay un “hueco, una ausencia que falta hilar” entre los ocho ensayos; este último punto no es compartido por Alejandra Camacho, para quien la falta de ese “hilo conductor” representa una oportunidad para que “nosotros los hilemos”.
Por más de una hora, Otra forma de besar se convirtió en el pretexto perfecto para reflexionar sobre la creación literaria, el trabajo intelectual, la poética comunal, la “estética de la desarticulación”, la crisis de escritura, la gestión administrativa del conocimiento en la academia, la escucha profunda y los “Derechos Humanos hegemónicos que muestran sólo una parte de la poesía y de la realidad”.
¿Qué hacer ante un mundo que nos muestra sólo la versión de los conquistadores, de los que vencieron y de los que aún dominan -la mayoría de ellos hombres-? y ¿Cómo navegar en una “academia corporativa” que “pone límites a los trabajos posibles” con su “gestión administrativa” cuando “las realidades sociales van tan rápido y la producción del conocimiento y sus mecanismos van tan lento”?
Cristina Burneo Salazar quizá no tiene las respuestas, la egresada de comunicación y literatura de la Pontificia Universidad de Ecuador, quien estudió la maestría de Estudios de la Cultura en la Universidad Andina Simón Bolívar Quito y el doctorado en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Maryland, confiesa que siempre le ha costado trabajo la formalidad académica, advierte que el actual “modelo de difusión de conocimiento está colapsando”, pero no se va de la IBERO sin darnos una recomendación esperanzadora.
Ante este contexto apabullante, la escritora ecuatoriana les aconseja a las y los estudiantes “pensar en sus saberes encarnados, en cuál es el problema que los atraviesa y no soltar lo que quieren escribir porque eso constituye el eje de nuestra propia producción”.
El libro Otra forma de besar de Cristina Burneo Salazar está editado por la Universidad Iberoamericana y aquí te compartimos el enlace para conseguirlo.
Te recordamos que la Universidad Iberoamericana cuenta con un Departamento de Letras que ofrece la licenciatura en Literatura Latinoamericana, la maestría en Letras Modernas y el doctorado en Letras Modernas. Así como un Departamento de Filosofía que imparte una licenciatura en Filosofía, una maestría en Filosofía y un doctorado en Filosofía.
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Por: Laura Herrera Camarillo.
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