La IBERO me dejó un aprendizaje incesante: Daniela Tarazona, ganadora del Premio Sor Juana

Jue, 16 Mar 2023
Egresada de la carrera de Literatura Latinoamericana y la maestría en Letras Modernas, en 2022 fue reconocida con el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz
Conversamos con la escritora sobre sus tres novelas, su experiencia en la gestión cultural y el periodismo y la situación de las mujeres en las letras
  • Daniela Tarazona fue reconocida con el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz en la FIL Guadalajara. Foto: FIL GDL.

¿Te imaginas escribir tu nombre en la historia de la literatura mexicana junto a autoras de la talla de Sor Juana Inés de la Cruz? Ese sueño se le cumplió en 2022 a Daniela Tarazona, egresada de la carrera de Literatura Latinoamericana y la maestría en Letras Modernas de la Universidad Iberoamericana y autora de las novelas El animal sobre la piedra, El beso de la liebre e Isla Partida.

El camino ha sido muy largo --y continúa--, pero su pasión por las letras fue reconocida con el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, que le fue otorgado durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el pasado 30 de noviembre de 2022, por su tercera novela, Isla Partida

Tomando en cuenta que durante siglos el papel de la mujer estaba inscrito casi exclusivamente en el ámbito familiar, no es de extrañar la falta de representación de este género en la historia del arte y la literatura. Aún en 2022, los hombres publicaron casi el doble de libros que las mujeres y ello hace relevantes los premios otorgados al trabajo literario de escritoras hispanoamericanas

“Me siento honrada por recibir este reconocimiento tan prestigioso, es un sueño cumplido saber que Isla Partida se incluye en el conjunto de obras magníficas, de extraordinarias escritoras, que han trascendido al tiempo, es para mí un orgullo obtener el premio que lleva por nombre el de Sor Juana Inés de la Cruz, me asombra y me anima en igual medida”, dijo Daniela Tarazona ese 30 de noviembre en el Auditorio Juan Rulfo, durante la FIL Guadalajara

A propósito del 8M, conversamos con Daniela Tarazona sobre las mujeres que han inspirado su obra y sobre sus referentes literarios, pero también nos compartió cómo ha sido su formación, cuáles son los caminos profesionales de una escritora y, si amas los libros o te gustaría dedicarte a la literatura, estamos seguras que la autora de Isla Partida te va a inspirar. 

El Premio sólo es la punta del iceberg

Quizá por influencia del cine, popularmente se piensa que las y los novelistas tienen una vida holgada y dedican todo su tiempo a la escritura de sus libros; sin embargo, en la realidad, muchas y muchos compaginan el desarrollo de su propia obra con otros trabajos que son parte de su sustento económico.

En el caso de Daniela Tarazona, nos comparte: “he desarrollado mi vida profesional entre las oficinas y la escritura, he dedicado mucho tiempo a la gestión cultural y a la obra editorial, a la labor periodística también, trabajé en el Museo Nacional de Arte, en el Museo Tamayo, en coordinación editorial, trabajé en la revista Travesías como jefa de redacción, en el suplemento ‘Hoja por hoja’ que se encartaba en el Reforma y en todos sus periódicos a nivel nacional”.

“A la par, iba yo haciendo mi trabajo de escritora en los tiempos que me quedaban”, dice la autora, cuya primera obra, El animal sobre la piedra, fue publicada por editorial Almadía en 2008. Su segunda novela, El beso de la liebre, fue editada por Alfaguara en 2012, mientras que Isla Partida vio la luz en 2021, también bajo el sello de Almadía.

¿Qué estudió la novelista?

Daniela Tarazona habla siempre con orgullo de su formación en la IBERO; de hecho, durante su discurso de agradecimiento por el Premio Sor Juana, la novelista agradeció las enseñanzas de varios de sus profesoras y profesores: “Décadas atrás, en mis años universitarios, tuve la fortuna de asistir a las clases de Gloria Prado, Hugo Gola, José Ramón Alcántara, Julieta Chufani y Gloria Vergara”.

 

Sobre cómo esos años en la universidad han influido en su desarrollo profesional -tanto en la escritura como en la gestión cultural y el periodismo- menciona que su “formación en la Ibero fue muy sólida como lectora y sobre todo con la escuela de la hermenéutica, de la interpretación y la comprensión del texto literario”.

“Me formé en la Universidad Iberoamericana en la carrera de Literatura Latinoamericana e hice una maestría también en Letras Modernas. Para mí estudiar en la IBERO significó la oportunidad de tener profesoras y profesores muy diversos, con discursos incluso encontrados a veces, que me daban a mí un aprendizaje incesante”.

Sus años en la Ibero…

“Hay clases que no olvidaré, experiencias que no olvidaré, como las clases que tuve con Hugo Gola, con Silvia Ruíz, de modelos literarios clásicos, las clases de Gloria Prado, que disfruté tanto, de Literatura Medieval y después, en la maestría, con esas facultades especiales que siempre ha tenido Gloria para explicar las cuestiones más difíciles sobre la teoría literaria”, menciona Daniela sobre su formación universitaria.

La autora de Isla Partida agrega: “las clases con Gloria Vergara, con quien hice mi subsistema en crítica literaria, ella era una profesora con una entrega inusual y creo que mi formación crítica se afianzó profundamente en la IBERO, mi conciencia social también, mi capacidad crítica, el compartir clases; por ejemplo, las de integración, con otras carreras, era muy enriquecedor porque nos hacía ver todo el tiempo que existían distintas formaciones, puntos de vista, acercamientos al conocimiento, pero también a todos los temas filosóficos que tenían estas clases”.

“Disfruté enormemente también a mis compañeras y compañeros, con quienes aún tengo contacto afortunadamente, Antonio Ochoa, Pablo García Loaeza, Alfredo Félix Díaz, Karla Montalvo, compañeras y compañeros extraordinarios de camino, hicimos tres números de una revista y fuimos parte de la sociedad de alumnos”, recuerda la escritora. 

“Fueron años que no olvidaré porque éramos tan entregados y estábamos tan contentos de estar ahí que después de tomar las clases nos íbamos, clásico, al pasto a conversar, y seguíamos en el diálogo acerca de lo que acabábamos de ver y de leer, leíamos muchísimo, la carga de lectura era muy grande, pero fueron años muy determinantes para mi formación y agradezco profundamente a mis profesoras y a mis profesores todos esos tiempos inolvidables en la Universidad Iberoamericana”. 

Literatura y mujeres

Como ganadora de un premio que lleva el nombre de una de las poetas más influyentes en la literatura hispanoamericana, Daniela reconoce que “hay un camino muy largo todavía, aunque; por otro lado, estoy muy satisfecha celebrando y observando con mucho interés y una sensación de festejo que la aparición de novelas con temas y con tratamientos que tienen mucho que ver con la condición de la mujer en el mundo contemporáneo y en México, están ocurriendo en las mesas de novedades editoriales y no sólo eso, sino que se está retomando el trabajo de escritoras que permanecieron invisibilizadas”.

Respecto de su propia obra nos dice: “las tres novelas que tengo publicadas tienen como protagonistas a mujeres; para mí ha sido importantísimo reconocer, reflexionar, indagar y tomar con toda la fuerza la inspiración que representaron las mujeres de mi familia, mi abuela, mi madre, mis tías, mis primas y toda mi genealogía”.

En este universo literario de Daniela Tarazona, se entretejen un gran conocimiento de las técnicas narrativas, una pluma que se cruza con la poesía -ella misma ha dicho que su novela Isla Partida fue revisada en “El Ranchito”, un taller del que forma parte y en el que la mayoría de sus colegas son poetas- y una visión muy personal que se desprende del pasado y las historias familiares: “La novela también es un registro de las herencias que no somos capaces de ver, lo que vivieron nuestros antepasados nos constituye”, dijo en su discurso durante la entrega del Premio Sor Juana

Aquella noche de 2022, ataviada con un sencillo vestido verde, Daniela no permitió que hubiera más protagonista que su poderoso discurso: “No soy una escritora ejemplar, no me ha interesado dar lecciones de conducta a través de mis libros y, en cualquier caso, me he empeñado en desobedecer en la medida de mis posibilidades, ¿por qué la literatura tendría que suscribir el buen comportamiento y lo que se impone como el sano juicio?”.

Esta última pregunta está relacionada con la trama de Isla Partida, la novela que la hizo ganadora de este reconocimiento, y que narra una profunda crisis que atraviesa la protagonista, con la cual la autora “quería hacer ver cómo esta manera de observar la locura en las mujeres tiene una carga negativa que se puede desmantelar, se puede mirar desde otro sitio”.

Isla Partida la imaginé de muchas maneras, hice muchos manuscritos hasta encontrar la forma final, hice como cinco tratamientos diferentes de distintos acomodos de los fragmentos y es un trabajo en el que yo estaba tratando de entender cómo podía representar el cerebro y la crisis del pensamiento en un momento de vida, cómo es un pensamiento que está en crisis, cómo se elaboran los recuerdos, cómo se echa mano de lo que uno observa del mundo cuando el mundo es muy amenazante”, mencionó Daniela en una entrevista con Carlos Puig para Milenio Televisión el año pasado.

 

Tomando en cuenta la historia de Isla Partida que aborda complejos temas de salud mental, formas de asimilar nuestro entorno y crisis existenciales  - y volviendo a su discurso en la FIL de Guadalajara Daniela Tarazona lanza una crítica al mundo de las redes sociales en el que todo es perfecto y lo “cool” es ser positivo y estar bien siempre:  “La tecnología provoca que nuestras emociones sean etiquetadas como mercancía y ocurre lo mismo con la literatura… Tenemos que rebelarnos contra esas etiquetas reguladoras de nuestros comportamientos, lo que sentimos tiene que escapar de las pantallas, tiene que irse de allí”.

La escritora, quien en entrevistas ha hablado sobre la importancia de desarrollar “una voz propia”, se pregunta “¿no somos los cuerdos y los locos seres de la misma especie? Sí, y nuestra locura conjunta es la construcción de un mundo habitable, la deriva hacia una sociedad uniforme en la que seamos puros e idénticos, aparejada al olvido de nuestra riqueza interior que va de lo horrendo a lo sublime, sólo nos acarreará sufrimiento”.

Como gran defensora de la identidad, en su narrativa y en su discurso, Daniela comparte un poderoso mensaje de auto aceptación: “No somos correctos, no podemos ser lo que no está en nosotros, pero sí lo que guarda nuestro corazón, seamos la ferocidad y la falla, la desorientación y la pregunta, seamos el lenguaje, ese animal perseguido que aparece y desaparece”.

Por: Laura Herrera Camarillo, con información de Begoña Irazabal / MYMV

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