Cuatro Rectores del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) reflexionaron sobre el papel de las universidades de la Compañía de Jesús en la defensa de la democracia en el entorno actual —en el que priva la desigualdad social y económica, el autoritarismo, la crisis institucional, los conflictos bélicos—, en la mesa “Polarización y conflicto: Un desafío para la democracia a escala global”, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2024, el pasado domingo 1 de diciembre.

Ante un presente polarizado, las universidades jesuitas se constituyen como un espacio de reflexión y fomento de esperanza, igualdad y justicia, que puede marcar una diferencia, coincidieron el Dr. Luis Arriaga Valenzuela S.J., Rector de la IBERO Ciudad de México; el Mtro. Mario Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla; el Mtro. Luis Alfonso González Valencia, S.J., Rector de la IBERO León, y el Dr. Alexander Zatyrka Pacheco, S.J., Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), en un encuentro moderado por la Dra. Magdalena López de Anda, vocera del ITESO.

Formar personas comprometidas con la justicia y el bien común: Rector Arriaga

Durante su participación, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela S.J., Rector de la IBERO Ciudad de México, enfatizó que las universidades jesuitas son “espacios de cuestionamiento, reflexión y esperanza”, cuyo quehacer académico “llevará a la transformación y el fortalecimiento de una ciudadanía crítica y activa”.

El también ex presidente de la Asociación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) abordó dos puntos clave: la crisis de la democracia en un mundo polarizado y cómo las universidades jesuitas deben responder ante la misma.

El Rector Arriaga habló de la erosión de la democracia como una amenaza real, que se pudo ver por ejemplo en el pasado proceso electoral de Estados Unidos. “El proyecto político de figuras como Donald Trump expresa un autoritarismo abierto”, lo cual “es una regresión alarmante sobre la que vale la pena reflexionar”. La polarización, dijo, agrava la situación al dividir a las sociedades en facciones irreconciliables.

En un contexto en donde el autoritarismo, la manipulación mediática y la polarización avanzan a pasos acelerados, las universidades jesuitas están llamadas a “formar personas comprometidas” con la justicia y el bien común. “Nuestras universidades deben ser protectoras de la democracia. No basta con defenderla pasivamente”, remató el Dr. Arriaga, que también llamó a formar a las y los jóvenes en el discernimiento: “no es tanto enseñarles qué pensar, sino enseñarles cómo pensar”.

La polarización en México creció casi 66% en cinco años: Mtro. Mario Patrón

El Mtro. Mario Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla, quien fue el primer laico a cargo del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Centro Prodh), señaló que en 2022, el 52% de los mexicanos percibía a nuestro país como muy o extremadamente dividido, según el Índice de Paz México 2022; mientras que la polarización en México aumentó casi 66% del 2017 al 2021, de acuerdo con Carnegie Endowment for International Peace.

El Rector de la IBERO Puebla enfatizó que actualmente vivimos una crisis civilizatoria asociada con una crisis de certidumbre, donde se vuelven atractivos los discursos radicalizados; existe un auge mundial de los fundamentalismos y absolutismos, así como una incapacidad creciente para entender la otredad, la diversidad; hay un entorno global violento y conflictivo que promueve un clima de eliminación de adversarios. Mencionó a figuras autoritarias como Donald Trump, en Norteamérica; Nayib Bukele, en Centroamérica, y Javier Milei en Sudamérica.

El Mtro. Patrón ahondó sobre la desigualdad social y económica, la violencia generalizada, la sobre y des-información, y la crisis institucional generalizada. En ese escenario, una noticia positiva es que el 70% de los latinoamericanos confía en la información difundida por las universidades, de acuerdo con Latinobarómetro, lo cual es una oportunidad para que los centros educativos que integran el SUJ acompañen a las juventudes desoladas de la democracia, contribuyan a formarlas en la otredad y puedan ser un semillero “no de la política de los políticos, sino de la política de las y los ciudadanos”, concluyó.

Universidades jesuitas, el laboratorio de la sociedad a la que queremos llegar: Dr. Zatyrka

Por su parte, el Dr. Alexander Zatyrka Pacheco, S.J., Rector del ITESO, resaltó la importancia de aprender a gestionar los conflictos y crear espacios que dinamicen a la sociedad, para construir una “sociedad igualitaria, justa, que reconoce la dignidad y los derechos de todas las personas”.

El Rector del ITESO subrayó que en las universidades jesuitas “no somos fábricas de profesionales”, sino que lo que “queremos es construir ciudadanos”, personas que tienen la capacidad de “tomar distancia y profundizar en lo que significa hacernos conscientes de nuestro entorno y desde esa realidad y la libertad que te da una conciencia”.

Debido a ello, instó a enseñar a las y los alumnos a cultivar la interioridad, a “saber hacer silencio para poder contemplar el mundo con esa libertad y tomar decisiones”, para llegar a consensos, y que nuestras universidades “sean el laboratorio de la sociedad a la que queremos llegar”.

Construir un futuro compartido, en medio de la discrepancia: Mtro. González Valencia

En tanto, el Mtro. Luis Alfonso González Valencia, S.J., Rector de la IBERO León, aseguró que países como EU, España, Francia, Argentina, Brasil y México, entre otros, han experimentado un aumento significativo en la polarización tanto de la ciudadanía y de los partidos políticos que gobiernan y se disputan el poder. Reflexionó sobre el origen y las causas que han favorecido este crecimiento de la polarización en Occidente, así como acerca de los factores sociales, económicos y mediáticos que han intensificado estas divisiones.

El sacerdote jesuita diferenció entre la polarización ideológica (que se refiere a la distancia entre los partidos políticos y las distintas opciones y propuestas de cambio social que ofrecen al electorado) y la polarización afectiva (relacionada con la afinidad al propio partido y con una fuerte hostilidad hacia aquellas o aquellos que no se ajustan a los ideales y valores promovidos por dicho movimiento político).

La polarización afectiva, afirmó, ha causado “grandes estragos en nuestro país y en el mundo” y fomenta una persecución de aquellos grupos sociales identificados como “el enemigo interno”. Para explicar este punto, el doctorando en Filosofía, ahondó en el caso de Donald Trump, quien politizó los miedos y angustias de una gran parte de la población estadounidense, para construir una figura del “otro indeseable no americano y peligroso” sobre los no blancos, los migrantes y las activistas feministas.

Ante dicha realidad, el Mtro. González llamó a “hacer un esfuerzo consciente de memoria crítica y de reflexión política colectiva que nos permita fomentar el diálogo respetuoso y construir espacios de encuentro que privilegian el entendimiento mutuo sobre la confrontación”. No se trata de borrar las diferencias, recalcó, sino de aprender a convivir con ellas, y “reconocer que la verdadera fortaleza de una sociedad radica en su capacidad de construir, incluso en medio de la discrepancia, un futuro compartido”.

Texto: Mariana Domínguez Batis / Fotos: Alberto Hernández Mendoza

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