La Dra. Cimenna Chao Rebolledo, académica del Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, analizó cómo se aborda el tema de la salud mental en el nuevo marco curricular y plan de estudios 2022 de educación básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Dijo que en esta propuesta educativa se habla de desarrollo emocional una sola vez, pero no en el corpus del proyecto, sino en un pie de página en la página 178. Ciertamente, se enuncia la importancia de las emociones y de que éstas se trabajen, mas su relación vinculante con el resto de los procesos que intervienen en el universo educativo no está allí.

No se habla de capacidades, habilidades o ninguna otra connotación relacionada con lo socioemocional, aun cuando es una herencia evolutiva de los currículos en México. Pese a que la salud se enuncia más de 50 veces a lo largo del documento, se menciona la salud mental una vez, cuando se describe el propósito de una vida saludable; y se habla de violencia escolar también sólo una vez, al hacerse referencia a las propuestas de planes y programas de estudios anteriores.

Aunque a Chao le causó alegría que no se desaparecieran algunos términos de la educación emocional de la currícula, tiene la impresión de que se hizo un esfuerzo “por tratar de no repetir lo que ya había (en los planes anteriores), a pesar de que hubiese funcionado”. Con eso se corre el riesgo de diluir lo que podría haberse concretado.

Al retomar el hecho de que se habla de salud, sobre todo en el apartado de vida saludable, señaló que en éste no se hace una diferenciación entre salud física y salud mental. Dentro de vida saludable, a partir de la idea de transversalizar lo emocional -sin mencionarlo y sin definirlo-, tampoco se habla de la relación entre la sexualidad y la afectividad, lo que también tiene que ver con la vida emocional.

De emociones se habla en el eje articulador de educación estética. Esta experiencia sensitiva asociada a la estética, a la experiencia sublime que puede generar el arte, es un vehículo importante para la evocación emocional, incluso para la conciencia emocional, pero no lo único.

El tema de la salud mental y/o el bienestar emocional se aborda desde una mirada de lo humano y de lo comunitario -que podría ser lo que antiguamente se nombraba como educación cívica y ética-, y se relaciona a la gestión emocional -también llamada regulación emocional- con el buen comportamiento.

En esto, la docente se pregunta dónde queda la gestión de lo impulsivo, de lo incómodo, de esas emociones que no se despiertan con las experiencias estéticas y agradables, sino por el contrario, con las situaciones desagradables que se viven dentro de las escuelas, como el acoso y la violencia.

“Y dónde queda en esta gestión emocional, en esta conciencia emocional, la mentalidad de crecimiento y el trabajo hacia la autonomía. La autonomía auténtica, desde la toma de decisiones, desde el pensamiento crítico, desde justamente el reconocer y el poder honrar la diversidad de emociones que siento y que no solamente son evocadas o evocativas a situaciones estéticas”.

A la doctora Cimenna le resultaría interesante aclarar estos detalles en el texto, “de manera que pudiéramos llegar a las escuelas no solamente como promotores de la salud mental, sino realmente como educadores de la salud mental, es decir, como personas y comunidad que estamos dispuestos a transformar los procesos educativos en procesos de auténtico desarrollo y transformación hacia el bienestar”.

Y hoy en día, en que en países de América Latina y de Europa hay leyes para instaurar la educación emocional en el currículo educativo, mirando a México como un ejemplo, a Chao Rebolledo le parece que “tendríamos que voltear a vernos y preguntarnos si no tendríamos que rescatar lo que pudiera ser rescatable de esa experiencia, y llevarlo a la arena de lo que va a ser esta nueva propuesta educativa”.

La Dra. Cimenna Chao Rebolledo externó sus comentarios en la mesa de análisis Nuevo marco curricular y plan de estudios, convocada por Educación Futura, el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la IBERO, el Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas (CEA MOPE) del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP).

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PEDRO RENDÓN/ICM