La pandemia generada por el COVID-19 potenció la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad en las empresas, por lo cual se tienen que ver a la innovación, más allá de una herramienta, como un generador estratégico no sólo del negocio sino también de los stakeholders, explicó  Mtro. Diego Martínez de Velasco, coordinador del Centro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial (CEDE) de la IBERO

En ese sentido, el especialista que también se desempeña como coordinador de Mipyme IBERO, un programa de asesoramiento a negocios, explicó que el rol de un líder será generar valor no sólo para los accionistas y clientes, como anteriormente se determinaba, sino a los empleados, el medio ambiente, la cadena de proveedores, así como a la sociedad en donde está inmersa la empresa.

“Es difícil que un líder pueda realizar una planeación estratégica de cinco a 10 años, y trazar un plan que salga perfecto como antes se hacía. El ambiente volátil, las tendencias en el mercado cambian y también las preferencias de los consumidores; surgen nuevos competidores, productos sustitutos, así como tecnologías que vienen a revolucionar las industrias y al final estrategias a largo plazo hoy no funcionan”, explicó el académico al participar en el #Webtalk_EDESI, en el que se habló del Liderazgo para el impulso empresarial.

Por esta razón, el experto en innovación para los negocios habló de la importancia de que las empresas se adapten al entorno día a día ante un ambiente complejo y con demasiada información, en donde no se puede predecir el futuro.

"Grandes empresas que parecían sólidas financieramente no supieron innovar ni adaptarse y cerraron. Otras experimentaron y han sido capaces de rediseñar su modelo de negocio y de alguna forma han podido sobrellevar la pandemia”, señaló Martínez.

Agregó que hay diferentes factores por los cuales es importante innovar. Entre ellos, por la revolución digital que cambiará a las industrias en todos los sectores. Por ejemplo, actualmente, se tiene un poder de cómputo impresionante con las tecnologías exponenciales, aquellas que cada cierto periodo de tiempo dobla su rendimiento y poder, y al mismo tiempo disminuyen el costo.

“Esto hace que cada vez más emprendedores y startups las utilicen para generar valor y abrir nuevos mercados. Entonces, quien no las entienda y no las aplique se está quedando fuera”, dijo.

Las ‘6 d’

De acuerdo con el especialista, cualquier activo que logra digitalizarse automáticamente pasa por el por el marco de las ‘6 d’. Es decir, pasan por un periodo de decepción, una etapa en la que no se conoce aún bien para qué va a servir una tecnología, no hay una infraestructura o mercado que sepa adoptarla, entonces crea expectativa.

Pero una vez que el mercado la adapta, hace una disrupción en productos y servicios y por ende en el mercado e industrias. Al hacer esta digitalización, automáticamente se desmonetiza, es decir, pierde valor ese activo porque una vez que es digital lo puedo multiplicar por el número de veces que quiera; se desmaterializa, pues ya no está en el mundo físico, y se democratiza, llega a más personas.

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Valentina González/ICM