El Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México (CDMX) llevó a cabo el Conversatorio "El fin del Coneval y el inicio del INEGI: ¿qué significa para la medición de la pobreza?", donde diversos analistas examinaron las nuevas estimaciones de pobreza del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), marcando el fin de una era en la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El panel de expertos estuvo conformado por el Dr. Víctor Hugo Pérez Hernández, Académico del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE); el Dr. Luis Monroy Gómez Franco, Profesor Adjunto en el Departamento de Economía de la Universidad de Massachusetts, Amherst, y el Dr. Roberto Vélez Grajales, Director Ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. Como moderador, estuvo el Dr. Isidro Soloaga, Director del Departamento de Economía.

En el foro llevado a cabo en el Aula Amado Aguirre Eguiarte de nuestra casa de estudios, se discutieron los resultados de la pobreza en México, las implicaciones de este cambio institucional en la medición de la pobreza, su impacto en la movilidad social y el crecimiento económico de México.

El Académico del EQUIDE de la IBERO CDMX, Víctor Pérez Hernández, fue el primero en abrir la discusión sobre los cambios que se hicieron en las preguntas de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del INEGI de 2024 y las comparó con la versión de la encuesta efectuada en 2022.

Según el INEGI, a nivel nacional, el porcentaje de población en pobreza multidimensional en 2024 se ubicó en 29.6%, es decir, 3 de cada 10 personas en México se encontraban en esa situación. En el mismo periodo, el Instituto señaló que el porcentaje de población en pobreza extrema se situó en 5.3%, lo que representa una reducción de 8.7 a 7 millones de personas entre 2016 y 2024.

 

 

 

 

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El Dr. Pérez Hernández señaló que en la ENIGH 2024 hay elementos de discusión como el hecho de que el INEGI sea juez y parte sobre qué es o no comparable en el tiempo. Apuntó que es posible introducir mejoras en la encuesta, pero se debe cuidar la comparabilidad. Analizó que los cambios en la captación del ingreso sugieren que la reducción en la pobreza y la pobreza por ingresos podría ser menor, pero "difícilmente cambiará la tendencia".

Sobre los factores que pueden explicar la recuperación del ingreso con casi nulo crecimiento económico, enumeró poco probable que sean resultado de los programas sociales, mientras que el incremento del salario mínimo y la política laboral fue uno de los grandes aciertos, pero con alcance limitado en trabajadores formales e informales.

Por su parte, el Dr. Gómez Franco, refirió que, si bien la medición oficial de la pobreza en México es de corte multidimensional, analizar la evolución de la pobreza por ingreso provee información útil para entender la dinámica distributiva de la economía.

Apuntó que los ingresos de los deciles más bajos de la población crecieron a una velocidad mayor promedio que los ingresos de los deciles más altos, lo que significa que durante 2018-2024, los hogares y las personas de menores ingresos vieron incrementar sus recursos en una mayor proporción.

Hogares de menor ingreso reciben menos recursos por transferencias que al inicio

Estimó que, del ingreso total, alrededor del 40% para los hogares más pobres, el principal contribuidor fue el ingreso laboral. También, calculó que los ingresos que obtienen los hogares del primer decil por concepto de programas gubernamentales disminuyeron entre 2018-2024, es decir, hoy en día los hogares de menores ingresos reciben una menor cantidad de recursos por transferencias que lo que recibían en un inicio.

El Dr. Roberto Vélez Grajales, Director Ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, ofreció una mirada de las implicaciones de los actuales niveles de pobreza infantil para la movilidad social. Enumeró que al menos el 48% de la desigualdad económica se debe a que las personas no tienen las mismas oportunidades en cuanto a recursos económicos del lugar de origen (54%), escolaridad de las madres y los padres (11%), región de origen (8%), sexo (7%), origen rural (6%), entre otros.

Calculó que el 75% de la población adulta presenta mejoras en su ingreso corriente, independientemente de sus circunstancias de origen; sin embargo, acotó que la persistencia intergeneracional de la pobreza por ingresos sigue siendo muy alta. "El avance en ingresos que redujo la pobreza, no necesariamente alcanza para superar la posición relativa de origen", apuntó.

Acotó que, en movilidad educativa absoluta, no se observan avances importantes en el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 años que han superado, igualado o quedado atrás de sus padres o madres en términos de años de escolaridad, además de que la desigualdad de oportunidades entre la población joven se mantiene vigente.

Para revertir lo anterior, el Dr. Roberto Vélez Grajales finalizó su exposición con la idea de que hay que concentrar más esfuerzos entre la población joven con orígenes de desventaja.

Texto y fotos: Luis Reyes

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