¿Sabías que el bajo peso al nacer y el parto prematuro están vinculados al desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas? Estas problemáticas poco atendidas y cada vez más presentes en México están asociada a una mayor probabilidad de padecer diabetes, hipertensión y enfermedad cardiovascular a lo largo de la vida.

La Universidad Iberoamericana, a través de su Observatorio Materno Infantil (OMI), encontró que la Ciudad de México (9.9%), el Estado de México (8.9%) y Yucatán (8.5%) son las entidades que en 2021 registraron un incremento en la incidencia de bajo peso al nacer (BPN).  

Asimismo, detectó que las entidades que registran mayor incidencia de parto pretérmino (PPT) o parto prematuro son Aguascalientes (10.3%), en primer lugar;  Zacatecas (10%) en segundo lugar y en tercera posición la Ciudad de México (9.4%).

Al respecto, la Dra. Mónica Ancira, coordinadora del OMI e investigadora del Departamento de Salud de la IBERO, compartió que, a través del Observatorio Materno Infantil se ha detectado un incremento en la incidencia de bajo peso al nacer y parto pretérmio en la última década.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el bajo peso al nacer (BPN) se define como el peso al nacimiento menor a 2500 gramos, mientras que el parto pretérmino (PPT) se define como el nacimiento antes de las 37 semanas de gestación.

La Dra. Ancira, también Coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos, señaló que los patrones de alimentación durante el embarazo y la contaminación de la CDMX y del Edomex podrían estar desencadenando mecanismos que incrementan el parto pretérmino que, a su vez, está muy ligado con el bajo peso al nacer, debido a que la o el bebé prematuro tiene menos tiempo en el útero de la madre para crecer, desarrollarse y aumentar de peso, pues es la última parte del embarazo donde gran parte del peso del bebé se aumenta.

Además, la pandemia por COVID-19 ha contribuido a incrementar esta problemática debido a factores como el estrés materno, una disminución en el número de consultas prenatales y la afectación de los recursos humanos y financierons disponibles en los sistemas de salud.

En cuanto a las características maternas asociadas a la presencia de BPN y PPT destacan la edad materna al momento del embarazo, es decir, en mujeres mayores de 35 años, el estado civil, la escolaridad, el no recibir atención prenatal, primíparas o con embarazos múltiples (dos o más productos), condición de desempleo, habitantes de zonas urbanas y con índice de marginación.

Las consecuencias en la salud de las y los bebés que nacen con bajo peso no sólo son a corto plazo (mayor riesgo de enfermarse o morir en el primer año), sino a largo plazo e incluso persistiendo a través de generaciones.

“Es decir, el bajo peso al nacer podría estar relacionado con desarrollar enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular. También puede afecta el desarrollo neuronal”, explicó la docente.

La investigadora hizo un llamado a las autoridades para incluir esta problemática en la agenda nacional, pues no se están implementando acciones dirigidas a remediar este problema. “Más allá de ser un indicador de nutrición de una población, tiene que ver con el desarrollo de capital humano, con el potencial que alcanza una persona a lo largo de su vida en términos de educación, de empleo e ingreso”.

El Observatorio Materno Infantil (OMI) de la IBERO es un sistema de evaluación y monitoreo de indicadores que permite conocer la situación nutricional y de salud en México durante la etapa preconcepcional, el embarazo, la lactancia y en la edad infantil (0-12 años).

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Valentina González / MYMV