Investigadores IBERO desarrollarán perfil de ‘dinamizadores territoriales’

Mié, 11 Sep 2019
El 'dinamizador' es una figura que hace una valorización territorial de su patrimonio biocultural
La propuesta se da a partir de la experiencia de cafetaleros chiapanecos
Esta labor forma parte del SUS-TER, proyecto internacional financiado por la Unión Europea
  • Mtro. Alberto Irezabal Vilaclara, investigador del CIIESS de la IBERO.

Académicos-investigadores de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México desarrollarán el perfil interdisciplinario de un ‘dinamizador territorial’ a parir de la experiencia de productores tzeltales de café de la Selva Norte de Chiapas, que tienen en este grano uno de sus principales activos bioculturales.

El desarrollo de ese perfil es parte de las actividades que los docentes de la IBERO realizan en el proyecto internacional ‘Redes de conocimientos, habilidades y competencias para una valorización territorial inclusiva y sostenible del patrimonio cultural, los productos de origen y la biodiversidad’ (SUS-TER); cofinanciado por el Programa Erasmus+ de la Unión Europea.

El maestro Alberto Irezabal Vilaclara, adscrito al Centro Internacional de Investigación de la Economía Social y Solidaria (CIIESS) de la IBERO, y quien lleva más de 10 años colaborando con las y los indígenas cafetaleros de la región de Chilón, dijo que, con base en experiencia, son tres los perfiles de dinamizador territorial que se requieren para los productores chiapanecos de la cooperativa Yomol A' Tel, sobre quienes la Universidad realiza su estudio para el proyecto SUS-TER.

  1. Perfil del agrupador. Es el del líder comunitario, quien tiene una visión de largo plazo y la capacidad, ligado al territorio, de articular a la gente de forma local para organizarse.
  2. Perfil de puente. Es la persona que funge como 'bisagra' entre su territorio y otros territorios y otros actores.
  3. Perfil de enlace. Es aquel sujeto externo al territorio que tiene la capacidad de vincularse con éste, desde una perspectiva de sustentabilidad, de defensa de los derechos y de inclusión; y quien brinda conexiones adicionales para que los proyectos que se están organizando desde la base pasen a ser respuestas profesionalizadas.

Para potenciar sus capacidades, todos esos perfiles de dinamizador territorial requieren contar con una visión territorial con tres perspectivas complementarias:

  1. Enfoque de resiliencia. Implica que las familias de los productores sean capaces de garantizar su soberanía alimentaria y dar valor agregado a los productos que venden -el café en este caso-, lo que en automático les lleva a superar la pobreza extrema y no depender tanto de transferencias condicionadas o programas de gobierno.
  2. Capacidad de innovación y creatividad para construir cadenas de valor completas. Conlleva el valorizar a su activo biocultural, que es el café, vendiendo éste en taza, en cafeterías –como las Capeltic, que hay en la IBERO-; y no en grano -como materia prima-, al intermediario, el llamado coyote. Esto permite a los productores que sean ellos, y no el coyote, quienes “construyan el precio” de su café, con lo que aseguran un ingreso estable para su producción y por ende mayor autonomía.
  3. Una visión multiactor. En la que se articulen los diferentes actores, entre quienes pueden estar las universidades, las agencias de cooperación y las empresas, que juntas pueden generar una red que posibilite asegurar de forma gradual que la estrategia de cadena de valor con perspectiva territorial funcione.

La formación de los dinamizadores territoriales

Irezabal dijo que formar a esos y esas dinamizadores territoriales podría hacerse en primera instancia por medio de un diplomado, en línea o presencial, aprovechando la experiencia de vinculación que tiene la Universidad Iberoamericana, a través de la Misión jesuita de Bachajón, con este tipo de territorios y sus necesidades puntuales.

En una segunda etapa, lo ideal sería que el desarrollo de las y los dinamizadores territoriales permeara, en la IBERO, en sus planes de estudio de Licenciatura y Posgrado de humanidades, como una materia con perspectiva de autogestión del territorio, en la que actores locales establezcan conexión con otros que, con visiones compartidas, deciden sumarse a la lucha que existe en sus territorios.

Finalmente, el investigador del CIIESS mencionó que, pese a ser el de la Selva Norte de Chiapas un territorio donde las comunidades indígenas son vulnerables, excluidas y empobrecidas, es también un lugar lleno de esperanza, “un activo muy valioso que, a través de la visión, de la creatividad, de la articulación en redes, pasa de ser esperanza a volverse realidad. Entonces la capacidad de organizar la esperanza es uno de los elementos que implícitamente deben tener los dinamizadores territoriales”.

Además del Mtro. Alberto Irezabal Vilaclara, las y los académicos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México que participan en el proyecto SUS-TER son: Dr. Isidro Soloaga, del Departamento de Economía y responsable técnico de la Cátedra de Investigación Dinámicas Territoriales y Bienestar; Dra. Gabriela Lee Alardín, del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil; Mtro. Gerardo Franco Parrillat, especialista en desarrollo territorial; y Mtra. Gloria Rubio Soto, especialista en políticas públicas para el desarrollo social.

Notas relacionadas:

IBERO forma parte de proyecto internacional de valorización del patrimonio biocultural​

IBERO, sede del ‘Encuentro Nacional del Proyecto SUS-TER en México’​

Texto y foto: PEDRO RENDÓN/ICM

 

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