¿Qué es lo mejor de participar en IBERO 90.9? ¿La familia que se forma entre sus colaboradores, el aprendizaje intenso y profesional que implica esta estación arraigada en el gusto de las y los radioescuchas, el placer de dedicarse justo a lo que les gusta y plasmar su esencia en ello? Platicamos con Ana Cristina Castellanos y Natalia Mandujano, locutoras que recién abren sus espacios en la emisora de FM, y con Alex Kluk, Roberto Mendoza “Bobby” y Emilio Esquivel-Coyote, los más recientes integrantes del equipo de locución.

Respirar radio desde el primer día

Con papá comunicólogo y mamá diseñadora gráfica, Alex Kluk fue introducido desde pequeño al mundo de la comunicación, con particular interés en el audio y los micrófonos. Así que cuando ingresó a la Licenciatura en Comunicación en la Universidad Iberoamericana y se enteró de la estación de radio, dijo “Esto es lo mío”, y el primer día de clases acudió a IBERO 90.9, se acercó al escritorio y les dijo: “A mí pónganme a hacer lo que quieran, pero yo quiero respirar radio. Esto es lo que me gusta”. Ahora tiene su turno en vivo en la frecuencia digital IBERO.2 los martes de 17:00 a 18:00 horas.

De una u otra manera, antes de llegar a la locución, e incluso compaginando con esta actividad en la actualidad, estos y estas entusiastas de la radio se han involucrado activamente en variadas tareas, desde programación musical, redacción de contenidos, producción y edición de audios, hasta manejo de redes sociales y cobertura de eventos.

Conforme se fueron presentando las oportunidades, tuvieron sus primeras intervenciones acompañando a locutoras y locutores experimentados que fungen como mentores, lo que se conoce como cabineo, para después pasar a sus propios espacios en la versión digital IBERO.2 y, luego de esta práctica, un programa beta en el FM.

“Creo que lo más bonito de 90.9 es la familia que haces”, señala Alex Kluk. Y otra cosa preciosa, detalla, “es que 90.9 sí te lleva horas, sí te lleva esfuerzo, sí te lleva trabajo, pero es un lugar en el que se ven los resultados; que si le metes galleta, que si le metes ganas, que si le metes pasión, si le metes amor, se ven los resultados”.

Aprender a abrazar el error y sacar el programa adelante

En su turno beta en el FM de los domingos de 8:00 a 9:00 horas, podemos escuchar a una Ana Cristina natural, relajada y divertida. Es difícil imaginar que en sus primeros acercamientos al micrófono, como la perfeccionista que es, le preocupaba mucho que todo saliera bien, por lo que preparaba hasta el más mínimo detalle antes de sus intervenciones y esta presión la ponía nerviosa. “Tenía que anotar absolutamente todo lo que iba a decir, “con respiraciones, muletillas y todo”.

La recién egresada de la Licenciatura en Comunicación tiene muy presente lo que le dijo Dani Maldonado en sus cabineos con él: que cuando se equivocara lo mejor era continuar como si nada hubiera pasado, pues la audiencia no nota el error hasta que una misma lo hace evidente. Le dijo que tenía que “aprender a abrazar el error y sacar el programa adelante”.

Con el tiempo y la práctica, Ana Cristina se dio cuenta de que con las equivocaciones “no pasa nada, que entre más natural mejor, que no hay que escribir un guion completo, que puedes buscar un poco de información y platicar con la audiencia”. Aunque estuvo en el subsistema de periodismo, ahora se siente muy satisfecha por el panorama que le ha abierto su experiencia en radio, pues ahora sabe que es buena locutora y que, sí, lo disfruta mucho.

Un espacio que puede ser muy personal

Entre los gustos de “Bobby” destacan dos: el primero es el hip hop, género musical que no se escucha mucho en la radio mexicana y al cual dedica su turno en vivo en IBERO.2, los jueves de 17:00 a 18:00 horas; y el segundo son los videojuegos, cuyos soundtracks usa como música de fondo. Y es precisamente esta libertad lo que le encanta de esta estación, “lo personal que puedes llegar a crear un espacio”. Cada locutor y locutora puede transmitir su propia esencia a través de su manera de hablar, de expresarse, de operar su programa.

Lleva cuatro años en la Universidad Iberoamericana, en la carrera de Comunicación, subsistema de Cine, y ese mismo tiempo ha formado parte de IBERO 90.9, pues desde el primer día se propuso unirse a esta estación y lo hizo a través de la programación musical, precisamente con segmentos de hip hop. Un buen día, en el programa Wake & Bake, Davo Peñaloza le abrió repentinamente el micrófono por primera vez para preguntarle su opinión sobre el rapero Mac Miller, de quien es gran fan y a quien estaban presentando. Luego de asimilar la sorpresa, “Bobby” se animó a responder y ahora puede decir que le encanta hablar al micrófono.

“Aquí, su locutor con TDH” (trastorno de déficit de atención), le gusta recordar en su programa. “Me enrollo yo solito en mis ideas, como niño chiquito, me emociono porque me dieron mucha azúcar”, en un espacio de expresión de ideas y del amor al arte.

Decir que sí a las oportunidades

Cuando Natalia comenzó a estudiar Comunicación, supo desde el día de bienvenida que podía integrarse a IBERO 90.9 y acudió a algunas juntas y talleres, pero debido a la carga de materias y de actividades extracurriculares no pudo darle seguimiento. Se sumó a la emisora cuando una amiga le pidió ayuda para llevar las redes sociales del programa PKJÚ, particularmente Twitter. Y es que Natalia es una persona que dice que sí a las cosas.

“Mi amiga me dijo ‘Ayúdame con redes sociales de PKJÚ’, le dije que sí; luego David Ovando (quien llevaba el programa en ese entonces) me dijo ‘ayúdame también con programación’, le dije que sí; luego alguien me dijo ‘oye, ¿no quieres hacer un personaje para PKJÚ?’ y le dije que sí; y luego alguien me dijo ‘oye, deberías de meterte a cabineos’ y dije que sí”, y así fue como se acercó para pedir iniciar el proceso para volverse locutora. Actualmente está en redes sociales, programación y música de PKJÚ, pero también tiene su turno beta, los sábados a las 9:00 horas, en IBERO 90.9 de FM.

Confiesa que, además de una mayor audiencia, el salto a la frecuencia modulada agrega una dificultad más, y es el operar los controles una misma. Pero recuerda que, como le dijo Dani Maldonado, “una vez que te acostumbras, es freno, acelerador y claxon, ya se hace casi casi por instinto”. Actualmente, su turno beta es uno de los momentos más relajantes de su semana, un momento para “despreocuparme de prácticamente todo lo demás y sólo concentrarme en la música, que es algo que disfruto muchísimo”.

Del micrófono ante público al micrófono en cabina

Emilio no sólo es locutor sino también músico, con su turno en vivo los miércoles de 17:00 a 18:00 horas en IBERO.2. A pesar de su dominio del público en el escenario, reconoce que “estar en una cabina, sólo tú, un micrófono y una consola, es otra dimensión y es una intimidad que muy pocas veces se puede lograr en otro tipo de ámbitos”. Es una experiencia, relata, que te lleva a aprender muy rápido y a crecer, y a tener otro tipo de habilidades, “y me encantan este tipo de restos”.

Además, gracias a su participación en el programa Tracker, “hemos descubierto bandas bastante buenas, y bastante under, y de toda Iberoamérica, es una comunidad internacional muy bien cimentada”. De hecho, fue aquí donde comenzó su incursión en IBERO 90.9.

Este estudiante de Ciencia Política y Administración Pública comenzó a conocer a “muchas personas muy chidas que estaban o que habían estado en 90.9 y que compartían un tipo de pensamiento divergente, escuchaban más o menos el mismo tipo de música que yo; sabía que había algo muy especial en 90.9 que me hacía sentir atraído”. Quería colaborar en Tracker pero no había cupo, hasta que ocurrió que la persona que iba a ir no lo hizo, entonces Emilio dio el paso al frente y lo demás es historia.

Texto: Yazmín Mendoza. Fotos: Cortesías /JCM

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Links de interés:

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• IBERO 90.9