El Doctor Ángel Francisco Méndez Montoya, profesor del Departamento de Ciencias Religiosas y miembro del Centro de Estudios Críticos de Género y Feminismos (CECRIGE) de la Universidad Iberoamericana (IBERO), afirmó que el nombramiento del Papa León XIV, Robert Prevost, marca una continuidad del legado del Papa Francisco, aunque con un giro hacia una postura más doctrinal.

Prevost, el primer pontífice de origen estadounidense, madre española y nacionalizado peruano durante su labor misionera, fue miembro y luego general de la Orden de San Agustín. Su formación incluye estudios en matemáticas y teología, con una especialización en Roma en la Universidad Pontificia de los Dominicos, lo que lo posiciona como un perfil profundamente institucional.

La experiencia del nuevo Papa en América Latina, sumada al hecho de haber vivido y trabajado en Chicago —ciudad con gran población migrante, especialmente mexicana—, le otorgan una perspectiva latinoamericanista que podría influir en su pontificado.

El Dr. Méndez Montoya destacó que su rol como cronista de la orden podría anticipar una inclinación hacia la defensa del canon y una interpretación más rígida de la doctrina católica, incluso más marcada que la del propio Papa Francisco.

Subrayó que Robert Prevost ha mostrado sensibilidad a los migrantes y su experiencia en América Latina, sumada al hecho de haber vivido y trabajado en Chicago —ciudad con gran población migrante, especialmente mexicana—, le otorgan una perspectiva latinoamericanista que podría influir en su pontificado.

En su primera bendición como Papa, invocó al Espíritu Santo y llamó a la paz en el mundo, gestos que, para Méndez Montoya, pueden indicar que atenderá con seriedad las tensiones globales, como los conflictos armados y la crisis climática.

Indicó que a diferencia de Francisco, quien manifestó apertura hacia una Iglesia más inclusiva, León XIV ha expresado su oposición a la ordenación femenina, argumentando que no se debe "clericalizar" a las mujeres y también ha mostrado reservas frente a las uniones entre personas del mismo sexo.

Señaló que no es un Papa de extrema derecha, pero tampoco un reformador radical, posición que podría jugar un papel clave en la estabilidad de una Iglesia dividida, evitando fracturas profundas entre sectores conservadores y progresistas.

El académico de Ciencias Religiosas explicó que su perfil es leído como una apuesta por el equilibrio institucional, más que por la revolución eclesial, además de que el nuevo Papa ha mostrado admiración por la encíclica 'Laudato Si' de Francisco, sobre el cuidado del medio ambiente.

Sobre la elección de su nombre León XIV, expuso que el Papa León XIII fue autor de la encíclica Rerum Novarum, considerada el pilar de la doctrina social de la Iglesia, por lo que al asumirse como León XIV podría indicar su compromiso con la justicia, equidad económica y la protección del planeta.

La llegada de un Papa estadounidense en tiempos de Donald Trump es una oportunidad para ejercer un contrapeso simbólico e incluso diplomático. Va a tener que jugar el juego diplomático y puede marcar una diferencia.

Indicó que la dimensión profética del nuevo Papa será puesta a prueba al pronunciarse con claridad y valentía frente al conflicto en Gaza, a pesar de las presiones geopolíticas que atan a Estados Unidos a Israel, lo que será un indicador de hasta dónde está dispuesto a llegar su compromiso con la justicia internacional.

El Dr. Méndez Montoya no descartó que el Papa León XIV también pueda experimentar un giro transformador donde el contacto directo con las realidades del mundo pueda provocar en él verdaderas conversiones.

Acotó que León XIV es una posible vía de estabilidad para una Iglesia fracturada, donde su actuar no se quede en una neutralidad paralizante. “Espero que el Espíritu Santo sople y lo atraviese, y que haga cambios positivos, inesperados y necesarios”, puntualizó.

Texto: Luis Reyes/ Fotos: X/@VaticanNews

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