Llevo a la IBERO, a la Compañía de Jesús y a los jesuitas en el fondo de mi alma: Paty Espinosa

Mar, 22 Nov 2022
Luego de 51 años ligada a la Universidad, la doctora Espinosa Gómez vuelve a dar un cambio en su vida, y se jubila.
  • Dra. Patricia Espinosa Gómez (Foto: Pedro Rendón).
  • La Dra. Paty junto al Dr. Alfredo Sandoval (+), durante los trabajos de ‘Trazando el Rumbo’, en noviembre de 2015 (Foto: Pedro Rendón).
  • Recibiendo de manos del entonces Rector, Dr. José Morales Orozco, un reconocimiento para el Departamento de Diseño.
  • Participando en el corte del listón inaugural de la exposición ‘Rebeldes 30 años diseño textil’, acontecida el 6 de noviembre de 2017 (Foto: Pedro Rendón).
  • Pronunciando unas palabras en la época del Rectorado del Dr. Enrique González Torres (tercero de izquierda a derecha en la mesa del presídium).
  • Sosteniendo otro Premio obtenido en el transcurso de su larga carrera académica.
  • Paty, entonces directora de la División de Ciencia, Arte y Tecnología, acompañada de la Mtra. Yolanda de la Parra. (Foto: Pedro Rendón).
  • Frente a la estatua de los Lobos, el lugar favorito de la doctora Paty y su nieto Nicolás en la IBERO. (Foto: Pedro Rendón).
  • …Si se quiere ir a México a estudiar, la tienen que dejar.

Con esas palabras que les dijo un jesuita, amigo de sus padres, Paty, una joven poblana de 17 años recién egresada de una preparatoria de monjas, dio el primer paso rumbo al Distrito Federal, para cursar en la IBERO la carrera de Diseño Industrial.

Era 1971 y Patricia Espinosa había arribado al campus de la Campestre Churubusco, entusiasmada con la idea de hacer objetos distintos todo el tiempo. Pero a diferencia de sus años escolares previos, en que “hacer esto, más esto, es igual a 10, y ya”, desde el principio le quedó claro que, por una bonita texturita, el profesor Chuy Vilches -con quien en el primer semestre cursó cinco materias- la podía calificar con un 2 o quizá un 3.

Mas aprendió a ser creativa, o a eso la condujo el despertarse diario a las 4 de la mañana, tomar todos los días clases de 7:00 am a 2:00 pm, de 4:00 a 10:00 pm los martes y jueves, y de 9:00 a 12:00 los sábados. “Toda la santa vida estábamos en la Universidad, era intensa, muy intensa”.

Concluida su licenciatura, en 1975, a Paty, con sólo 22 años de edad, la invitaron a ser adjunta del maestro de la asignatura ‘Materiales y procesos de diseño para envase y embalaje’, “un ingeniero de alimentos que sabía mucho de materiales y procesos, pero en absoluto de diseño”.

¿Qué le gustó de estar frente a un grupo?

Primero, tener que aprender continuamente; algo muy importante para poder dar una buena clase. Luego, que las y los estudiantes te ayudan a comprender la vida actual, aprender a verla de distintas maneras. Dar clases, me parece, le permite a uno estar joven a lo largo de la vida. Y también me gustó conocer gente maravillosa; yo a la fecha tengo algunos exalumnos que me invitan a tomar un café, ellas y ellos hoy son mis amigos.

Ese primer periodo como profesora de asignatura conllevó 15 años, que Espinosa Gómez --hoy en día Doctora en Educación-- compaginó durante dos décadas como empresaria al lado de su esposo, de profesión ingeniero civil, con quien abrió una fábrica de muebles de madera para la industria de la construcción, básicamente puertas y clósets para las casas y los edificios de departamentos que los amigos de él erigían.

Las horas frente a clase arrojaron sus frutos, y en 46 años de servicio, Paty ha sido distinguida con el Diploma al Mérito Académico, la Medalla de 20 Años de Docencia y el Diploma de Académica Numeraria. Asimismo, la Medalla Sánchez Villaseñor y la Medalla San Ignacio de Loyola.

Y así como los anillos en la madera de los muebles que creaba representan el crecimiento de un árbol, la diseñadora continuó su propio crecimiento al cambiar las pizarras por la gestión académica, y en 1994 asumió la Coordinación de la Licenciatura en Diseño Gráfico, donde sólo estuvo un año, pues el Padre Carlos Vigil, entonces Rector, la nombró Directora del Departamento de Diseño.

¿Le dio medo asumir las riendas del departamento con tan poca experiencia como coordinadora?

No, porque conocía a prácticamente todo el claustro del departamento, y desde la coordinación asumí que la única manera de llevar las cosas es de forma horizontal. Siempre se debe considerar la opinión de quienes te rodean, escucharles, ver quién tiene la razón y porqué.

Coordinando y dirigiendo se dio cuenta que, “una tiene que aprender a reconocer públicamente las cosas que hacen las demás personas”, y a darle a cada quien su lugar.

En la Dirección del Departamento estuvo dos períodos, que en total la tuvieron siete años como su titular, de los que destacó que una de las cosas más importantes fue “empezar a trabajar con los proyectos de vinculación”. El primero, con Motorola Estados Unidos, para crear un radio comunicador de dos vías para México, con lo cual se percató que esa era la manera de diseñar; vincular a la Universidad con las empresas.

Otros logros a resaltar de esos años fueron: la creación de la Licenciatura en Diseño interactivo, en 2004; y de la Maestría en Diseño Estratégico e Innovación, en 2006; así como la remodelación del taller de Diseño Industrial y la generación del área de Diseño Digital.

Posteriormente, durante el Rectorado del Padre José Morales Orozco, el Dr. Javier Prado Galán, entonces Vicerrector Académico, la invitó a ser la directora de la nueva División de Ciencia, Arte y Tecnología, donde tuvo trato con diseñadores y arquitectos, “que éramos cuates de toda la vida”, así como con ingenieros, ingenieros químicos, físicos y matemáticos.

¿Tuvo dificultad en entenderse con gente de las ciencias duras?

Para mí la horizontalidad era fundamental, y quien debía decir las cosas de ingeniería y ciencias eran ellos, no yo. Sin embargo, había cuestiones donde podía ayudarles, porque un divisional en realidad es alguien dedicado a resolver los problemas, y en eso sirvió la experiencia que ya tenía.

Siempre que he tenido algún cargo me ha gustado el trato con la gente y enterarme de qué ocurre. Cuando fui coordinadora iba a los salones a hablar con los estudiantes, como directora del departamento conversaba con los coordinadores y profesores, y como divisional atendía a quien me pidiera verme. Eso me ayudó a hacer una buena labor.

(El logro más importante en esa etapa fue la creación de la Maestría y el Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, que se trabajaron conjuntamente entre la División y el personal docente de los tres departamentos).

Finalmente, como Directora en Planeación y Evaluación Institucional, designada por el Mtro. David Fernández Dávalos, otrora Rector, se encargó de “aterrizar” el proceso de Trazando el Rumbo, incluyendo además los contenidos sobre planeación derivados del trabajo de las tres Comisiones universitarias: Docencia, Investigación y Vinculación, para lo que fue el Plan Rumbo al 2030 de la IBERO.

En 2018 y 2019 se lograron desarrollar muchas acciones, así como algunas evaluaciones de lo planeado; pero llegó la pandemia…Posteriormente, con el arribo del Dr. Saúl Cuautle Quechol como Rector, se hizo una nueva propuesta de plan estratégico, avalada por él, que se llamó ‘IBERO Forward’, que ya no se pudo implementar de forma completa ante la repentina muerte del Padre.

¿Qué le permitió adaptarse a tantos cargos directivos y diversos Rectores?

Tal vez mi formación en diseño, que permite ser flexible y ver las cosas de forma distinta. La Universidad va cambiando y una no se puede quedar estática; también tiene que cambiar.

Siguiendo sus pasos, su hija Gabriela --a quien Paty nunca dio clases para evitar malas interpretaciones-- también estudió Diseño Industrial en nuestra Universidad, “algo que me dio mucho gusto, porque la IBERO no sólo es mi alma mater, es la obra de la Compañía de Jesús, de los jesuitas, que llevo en el fondo de mi alma. Mi esposo, mis hermanos y primos fueron al Instituto Oriente de Puebla, y algunos amigos de mis papás eran jesuitas; desde siempre llevo conmigo a la Compañía”.

Quiso el destino que hace tiempo una tercera generación de la familia de la doctora Paty comenzara a deambular por la vida ignaciana, cuando su nieto Sebastián empezó a venir a la IBERO, primero en el vientre de su madre, luego cuando con menos de un año dio algunos de sus primeros pasos en el jardín de los lobos, donde también se le llegó a ver en su pequeña bicicleta. Así, jugando, corriendo y usando de resbaladilla los lomos de las estatuas, abuela y nieto hicieron de éste, su lugar favorito.

 “Gaby daba clases dos días a la semana y no tenía con quién dejar al chiquillo, entonces pregunté a Javier Prado si no tenía inconveniente en que yo dedicara un poco de tiempo en cuidarlo, y me dijo que no; algo que le agradezco enormemente”.

Más allá de que va a continuar como profesora de asignatura, ¿qué le dejan a usted estos 51 años en la Universidad?

La enorme riqueza de ser integrante de la Comunidad Ibero, de conocer y tratar a muchas personas valiosas a las que hoy puedo llamar colegas y amigos, el estar cerca de todo lo que son los jesuitas y la Compañía de Jesús. Pero, sobre todo, la oportunidad de haber podido influir, de manera positiva, espero, en algunos de los estudiantes que pasaron por mis clases. Y si esto fue así; valió mucho la pena.

Como si se tratara de un hermoso mueble cuyas formas decoran y enaltecen las vetas de su madera, otras vetas surcan el rostro de la Dra. Patricia Espinosa Gómez, son las huellas de su eterna sonrisa, son el rastro de su alma consagrada a la IBERO y al espíritu del modo ignaciano de ser: en todo amar y servir.

En esta Universidad ha dejado su amor por sus compañeros, colegas, estudiantes, hija y nieto. Aquí mismo, ha quedado su impronta como diseñadora y como directora. Medio siglo ligada a nuestra institución, como estudiante, docente y directiva; eso es Ser Ibero.

PEDRO RENDÓN

Nota relacionada:

¡Júbilo por el Dr. Jorge Ibáñez Cornejo ‘JIC’!; dictó su última lectio

 

 

 

Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.

Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219