"He tomado miles de fotografías,

pero sólo unas cuantas con la cámara",

Mariana Yampolsky

Este 6 de septiembre se cumplieron cien años del nacimiento de Mariana Yampolsky (1925-2002), fotógrafa que hizo de México su patria estética y vital. Su centenario se ha convertido en ocasión para revisitar su obra, no sólo en museos y publicaciones, sino también en el archivo que la Universidad Iberoamericana Ciudad de México resguarda desde 2018, considerado uno de los acervos más completos sobre la vida y obra de una creadora fundamental del siglo XX.

En el terreno artístico, el grupo representativo de teatro de la universidad creó Mariana, la caminante, montaje documental que utiliza técnicas como el teatro de sombras y nace de una investigación realizada con el archivo resguardado en la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero. La pieza fue presentada el día del aniversario de la artista en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, en el Centro Cultural Universitario de la UNAM, para el Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU 2025), uno de los máximos escaparates de teatro universitario.

Desde el mundo editorial, la IBERO, junto con Infonavit y la Secretaría de Cultura, presentó en la FIL de Minería del año pasado la reedición del libro La Casa que Canta: arquitectura popular mexicana, publicación icónica sobre Yampolsky lanzada originalmente en 1982. De las 320 imágenes seleccionadas para esta edición, 279 fueron halladas en el archivo de la IBERO, lo que subraya el valor documental de su acervo.

Un ojo sensible al México íntimo y profundo

Llegada de Chicago en 1945, con apenas 20 años, Yampolsky se integró pronto al Taller de Gráfica Popular y, años después, consolidó una mirada propia con la cámara. Su lente se posó en los pueblos campesinos, las mujeres indígenas, los oficios y la vida cotidiana. Ella mostró un México íntimo y profundo, con un compromiso social que se respira en cada imagen.

El tesoro que guarda la IBERO

La Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la IBERO custodia más de 70 mil negativos, hojas de contacto, documentos personales y libros que conforman el Archivo Mariana Yampolsky. Se trata de un patrimonio de valor histórico y artístico incalculable.

Este acervo ha permitido nuevas investigaciones y proyectos culturales, reafirmando el papel de la universidad como custodio de una memoria visual única, ya que garantiza tanto la conservación física como la difusión del legado de Yampolsky, pieza clave en la historia de la fotografía mexicana.

Con ello, la IBERO se convierte en garante de una memoria visual que sigue alimentando el presente.

Texto: Mariana Domínguez Batis

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