Cuando una persona desaparece, quienes le rodean se convierten en víctimas indirectas del suceso, y durante las tareas de búsqueda suelen enfrentarse con la revictimización de las autoridades y el abandono de quienes un día representaron cercanía, lo que se suma al dolor del proceso. En su nuevo libro, ‘Victim Activists in Mexico: Social and Political Mobilization amid Extreme Violence and Disappearances’, la Dra. Yael Siman, académica e investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, busca acercar al público a las historias de las personas que día con día enfrentan la batalla por dar con el paradero de un ser querido, con una visión clara: este tipo de proyectos no dan voz a las víctimas, como comúnmente se expresa, ya que las y los afectados han tenido voz siempre, y lo que se hace es ayudar a reproducirla para contribuir a la reflexión en la sociedad.

‘Victim Activists in Mexico: Social and Political Mobilization amid Extreme Violence and Disappearances’ fue escrito en coautoría con el Dr. Matthew Hone, docente de la Universidad de Stockton, y puede adquirirse a través de Internet dando clic aquí.

“Decidimos enfocar el estudio en la lucha de las familias para mostrar cómo la desaparición de una persona genera un quiebre de toda la familia nuclear y extendida, y es que, muchas veces, según lo que te cuentan, a veces cuando luchas por dar con el paradero de alguien, tus seres queridos se apartan de ti, incluso quienes eran más cercanos porque tienen miedo y no quieren que les pase a ellos o ellas”, contó la Dra. Siman en entrevista con PRENSA IBERO.

“Y toma tiempo hasta que empiezan a encontrar aliados y solidaridad, como personas en la misma situación, activistas, ONG's, periodistas o gente interesada en el tema y en apoyar”, agregó la profesora universitaria.

Para la Dra. Siman es de vital importancia escuchar las historias de las víctimas, que no es lo mismo que "darles voz", como suele escucharse: “las víctimas tienen voz, la voz nunca la han perdido, de hecho, son ellas y ellos las grandes luchadoras y luchadores del país, pero sí, muchas veces no pueden llegar con su voz a otros lados a los que a lo mejor tú, como especialista, sí puedes, y al conversar con ellas y ellos abres espacios para que les escuchen otros”.

Como ejemplo, la investigadora mencionó a Cristina Bautista, una de las madres de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, quien recientemente visitó la IBERO para hablar sobre su experiencia de 10 años de activismo a raíz de los hechos violentos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero: “ella tiene más voz que yo, no le falta voz, pero el hecho de que le abrieran un espacio permitió que la escuchemos nosotros”.

En opinión de la experta, tomar registro de las historias de quienes sufren en carne propia la desaparición de un ser querido deja huellas del fenómeno que vive en el presente la sociedad y que, espera la experta, “luego se va a volver pasado”.

“Que queden registros del pasado es importantísimo”, declaró la entrevistada, “Y también hay un efecto terapéutico, porque en el momento que relatas te haces consciente de cosas, reflexionas, también dejas salir emociones y cuando alguien te escucha, de manera genuina, con interés, hay una retribución para el alma, que no sana, porque esto no se sana, pero sí se llena un huequito con empatía y solidaridad”.

La autora de ‘Victim Activists in Mexico: Social and Political Mobilization amid Extreme Violence and Disappearances’ también cree que los testimonios que se recaban sobre violaciones a los Derechos Humanos podrían servir un día para crear justicia, alcanzar la verdad y construir memoria.

“Ojalá cada vez haya más estudiantes que se interesen en hacer proyectos de investigación sobre este tema”, declaró Yael Siman.

El subregistro

Aunque el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas del Gobierno de México habla de más de 115 mil personas que actualmente no están localizadas en México, la Dra. Siman comparte la postura de que hay que poner atención al tema del subregistro, que hace referencia a los casos desconocidos, muchas veces por falta de denuncia “por dos razones principales: una por miedo y otra porque muchas personas no creen en las autoridades”.

El subregistro, sugirió la Dra. Siman, también obedece a casos de negligencia en los que las fiscalías no comparten la información de manera adecuada.

El Registro, apuntó la investigadora, ofrece la posibilidad de revisar estado por estado el número de personas desaparecidas, sin embargo, existen denuncias de familiares y activistas que afirman que las cifras suelen variar sin anuncios de por medio y sin motivos claros.

Finalmente, la Dra. Yael Siman advirtió sobre el papel del Estado en casos de desaparición, señalando que, incluso sin participación directa de integrantes de los gobiernos, las negligencias, los malos tratos hacia las familias, las omisiones, la indiferencia y la revictimización son formas de violencia y “de ser cómplices”.

“Atender esta problemática de raíz requiere de mucha voluntad política y también coraje”, sentenció la entrevistada.

‘Victim Activists in Mexico: Social and Political Mobilization amid Extreme Violence and Disappearances’ se presentará el 5 de noviembre en la Universidad Iberoamericana; mantente pendiente de PRENSA IBERO para más detalles.

Texto y fotos: Jorge Luis Cortés

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