El Dr. Carlos Omar López López, Académico de la carrera de Ingeniería Biomédica e integrante del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) en la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México, urgió a las autoridades a implementar políticas de salud dirigidas a la población pediátrica, asegurar un crecimiento y desarrollo saludable y limitar, en la medida de lo posible, el impacto del sobrepeso y la obesidad en su calidad de vida.

El especialista en investigación clínica señaló que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) 2022, 12.5% de las niñas y niños de 0-5 años presenta talla baja, 0.8% emaciación (bajo peso para su altura) y 7.7% sobrepeso/obesidad, siendo esto un problema a futuro para ese sector de la población.

“Considerando que los niños de hoy serán los adultos del mañana, deberíamos preguntarnos: ¿cuáles son las condiciones de salud que queremos para las generaciones futuras?  y, más importante aún, ¿qué rol jugamos como sociedad y de forma individual para fomentar estilos de vida saludables, buscando disminuir los estados de mal nutrición en la niñez mexicana?”, cuestionó el Académico.

Explicó que los primeros cinco años de vida juegan un papel determinante para la calidad vida que las niñas y niños han de presentar en la etapa adulta, por lo que es fundamental conocer en qué circunstancias de salud se encuentran y buscar estrategias para mejorarla.

Asimismo, dijo que el cambio en los hábitos alimenticios, actividad física y socialización, han modificado sustancialmente la forma en la que la niñez pasa su tiempo libre, como interactúa con terceros y cuida de su salud. “Estos cambios han provocado que las enfermedades crónico-degenerativas (ECD) hayan emergido como un problema de salud pública en todo el mundo”.

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En 2012 México fue el primer lugar en sobrepeso y obesidad infantil y actualmente ocupamos el quinto lugar con más de 5.1 millones de niñas y niños con esta condición.

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El docente en Ingeniería Biomédica aseguró que estos cambios han provocado un fenómeno con dos vertientes para la mala nutrición: por un lado, la desnutrición y por el otro, la obesidad y el sobrepeso.

Asimismo, reconoció que a pesar de que en México la emaciación tuvo una baja presencia, en 2012 el país fue el primer lugar en sobrepeso y obesidad, y actualmente ocupamos el quinto lugar con más de 5.1 millones de niñas y niños con esta condición. “Por estas razones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado que México es un país mal nutrido.

Recordó que debido al fuerte impacto que tienen estos padecimientos en la salud, en el país se aplicó la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes con un enfoque multisistémico que incluye salud pública, atención médica, regulación sanitaria y política fiscal, “esto, con la finalidad de mejorar los niveles de bienestar de la población y contribuir a la sustentabilidad del desarrollo nacional al desacelerar el incremento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad, a fin de revertir la epidemia de enfermedades no transmisibles”.

Indicó que el estudio sobre las causas de la obesidad es compleja y multifactorial, pues variables ambientales, genéticos y de conducta influyen en su desarrollo. “Se trata de un problema que causa preocupación por su incremento desproporcionado y que afecta de forma directa a la población pediátrica”.

*Fuente de las gráficas: Cuevas-Nasu L, et. al. 2023

Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández

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