Proyecto IBERO promueve aprendizaje colaborativo en escuelas de Tlaxcala y Tabasco

Mié, 7 Ago 2024
La Dra. Luz María Moreno Medrano, Directora del INIDE de la IBERO, coordina el proyecto en México
Las escuelas abren los salones de clase y permiten la observación colectiva
Son verdaderas comunidades de aprendizaje que invitan al estudiantado a colaborar, preguntar, equivocarse y buscar ayuda
  • El aprendizaje colaborativo es una filosofía, no una metodología. Se democratiza la educación, se busca que las y los niños aprendan a colaborar, a dialogar, a perder el miedo por preguntar, a equivocarse en este proceso. Foto: Luz María Moreno Medrano

La directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana (IBERO), la Dra. Luz María Moreno Medrano, coordina un proyecto de democratización escolar que forma parte de la Red Internacional de Escuelas como Comunidades para el Aprendizaje (ECA), iniciada por el Doctor Manabu Sato en Tailandia, Indonesia, China, Corea del Sur y Singapur.

 El Doctor Manabu Sato ha sido el principal impulsor de las ECA en el mundo y en México ha visitado escuelas en varias regiones.  

 

Desde 2022, el INIDE de la IBERO anida este importante proyecto de democratización escolar y, en el caso de México, se realizó durante el ciclo escolar 2023-2024 en los estados de Tlaxcala y Tabasco, en donde diversas escuelas, coordinadas por sus supervisoras escolares, decidieron aceptar un desafío de la reforma escolar desde los salones de clase.

¿Cómo? Mediante el aprendizaje colaborativo, pieza central de la reforma escolar, entendida como una filosofía, más que una metodología. Las escuelas se convierten en espacios seguros en donde se puede practicar el diálogo, el pensamiento crítico, la ayuda mutua y, sobre todo, la posibilidad de formar comunidades que indagan e investigan.

Se divide al estudiantado en equipos de cuatro personas, a quienes se les presentan desafíos con saltos de complejidad que deben resolver de forma colaborativa. El personal docente actúa como un diseñador de actividades que acompaña el aprendizaje y la indagación a través de materiales diseñados previamente. Invita al estudiantado a colaborar, hacerse preguntas, equivocarse y buscar ayuda cuando sea necesario.

Este cambio resulta ser profundamente desafiante cuando se ha usado un modelo jerárquico en donde la maestra o el maestro han tenido el papel de transmisores de conocimientos y donde los salones de clases están organizados por filas de estudiantes. La mayoría de las veces, solas y solos, o en el mejor de los casos, en parejas, mirando al pizarrón, junto al escritorio del docente.

Las escuelas abren los salones de clase y permiten la observación colectiva, a diferencia de otras prácticas educativas en donde el personal docente es observado para evaluar sus prácticas didácticas. En las ECA lo que se observan son los procesos de aprendizaje del estudiantado.

En el caso de Tlaxcala, la zona escolar 5 integra a seis escuelas, tanto de organización completa como multigrado. Las y los docentes decidieron abrir sus salones de clase por lo menos tres veces al año para observar de forma colectiva lo que sucedía con las actividades de aprendizaje propuestas en sus grupos.

La Dra. Luz María Moreno Medrano coordina el proyecto de democratización escolar que forma parte de la Red Internacional de Escuelas como Comunidades para el Aprendizaje

 

Para esta labor, la supervisora y la asesora técnica pedagógica acompañaron con entusiasmo el proceso y lograron coordinar, incluso, que las observaciones se hicieran entre el personal de todas las escuelas que coordinan.

Después de la observación, la supervisora propone una reflexión colectiva sobre lo observado, tratando de poner especial énfasis en casos específicos de niñas y niños que estuvieron motivadas, contentos, 'enganchadas' con la actividad, y aquellas y aquellos que no mostraron motivación o estuvieron tristes.

El diálogo, a lo largo del año escolar, fue transformándose entre las y los docentes, de sentir miedo y temor a ser observados, a describir casos del estudiantado que estaba trabajando de manera consistente en mejorar sus habilidades básicas de lectoescritura y matemáticas.

Una práctica tan simple como utilizar nombres y apellidos del alumnado, permite dar cuenta del avance hacia la construcción democrática de una escuela.

Para mayor información sobre la filosofía del aprendizaje colaborativo y este proyecto de democratización escolar, puedes consultar el siguiente enlace.

 

Texto: Luis Reyes / Fotos: Luz María Moreno Medrano

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