Todo un éxito acopio del PRAMI de la IBERO a la Casa del Migrante "El Samaritano"

Mar, 11 Jun 2024
Participan estudiantado, profesorado, personal administrativo, exalumnas y exalumnos
Con esta acción, PRAMI fortalece las acciones de este albergue que atiende a personas migrantes
Falta voluntad para atender el fenómeno migratorio desde los derechos humanos, afirma Mtra. Margarita Núñez Chaim
“Política migratoria en México es de contención”, señala la especialista en asuntos migratorios

Gracias a la solidaridad de la comunidad universitaria, el Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI) de la Universidad Iberoamericana (IBERO) llevó a cabo una exitosa campaña de acopio de enseres de cocina, que ya fueron entregados a la Casa del Migrante "El Samaritano", situada en Atitalaquia, Hidalgo.

En la actividad participaron estudiantado, profesorado, personal administrativo, exalumnas y exalumnos, quienes trajeron platos, vasos, cubiertos, ollas y sartenes, los cuales se empaquetaron en cajas para donarlos a este albergue, donde tres religiosas organizan al voluntariado que alimenta y atiende diariamente hasta 600 personas.

¿Qué hace el PRAMI de la IBERO?

El PRAMI de la IBERO fortalece las acciones que llevan a cabo albergues, organizaciones y defensores de derechos humanos que atienden a personas migrantes. Entre las actividades que desempeña está la capacitación en acompañamiento psicosocial para defensores de derechos humanos en las ciudades de Tenosique, Tapachula y Tijuana.

La Casa de El Samaritano está ubicada en Atitalaquia, Hidalgo

Además, organiza y ejecuta campañas de acopio para apoyar a albergues en varias partes del país que atienden a este sector, como "El Samaritano", con el fin de que en los proyectos de incidencia de la IBERO se promueva el respeto a los derechos humanos mediante el servicio a las personas más vulneradas.

En entrevista, la Maestra (Mtra.) Margarita Núñez Chaim, del PRAMI, señaló que hay una falta de voluntad política para atender este fenómeno desde una perspectiva de derechos, pues las políticas actuales se basan en la seguridad nacional y la criminalización, en un contexto donde cada año hay más migrantes en México, principalmente de Centroamérica y Sudamérica.

La especialista en asuntos migratorios, derechos humanos y trabajo con mujeres migrantes acotó que las personas que se insertan en nuestro país para cruzar la frontera con Estados Unidos se ven obligadas a permanecer mucho tiempo en campamentos asentados en ciudades como Tapachula, Ciudad Juárez y la Ciudad de México, debido a las dificultades para regularizar su situación legal.

También, apuntó, prevalecen la falta de acceso a derechos en las personas migrantes, quienes no tienen acceso a servicios básicos como atención médica, educación y vivienda, además de que son más propensas a ser explotadas laboralmente por empleadores que se aprovechan de su situación vulnerable.

La Casa del Migrante El Samaritano ofrece atención alimentaria y de refugio a personas migrantes

La política migratoria en México es de contención, de persecución de las personas migrantes para evitar que transiten y lleguen a la frontera de Estados Unidos, lo que crea una situación paradójica, porque no se les da una regularización migratoria, no se les da el acceso a refugio, ni se les garantiza el derecho al trabajo, a la vivienda y a la educación”, aseveró.

Entre los desafíos para la migración en México, indicó que los medios de comunicación difunden estereotipos negativos sobre las personas migrantes, lo que genera discriminación y xenofobia, además de que son más propensas y vulnerables a la violencia y el crimen organizado en México.

También da servicio médico a las personas migrantes

La Mtra. Núñez Chaim sostuvo que una de las prioridades que puede adoptar la nueva administración federal es una perspectiva de derechos humanos en política migratoria, donde el gobierno mexicano reconozca y proteja a estas personas, independientemente de su estatus.

Finalmente, afirmó que el gobierno debe facilitar el proceso de regularización de las personas migrantes, tomar medidas para protegerlas de la violencia y el crimen organizado, implementar políticas que faciliten su integración en las comunidades y trabajar con otros países de la región para abordar las causas estructurales como la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades.

Texto: Luis Reyes

Fotos: Facebook Casa del migrante El Samaritano

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