Paciencia y persistencia, no detener la iniciativa, sostener el trabajo con autoridades y ciudadanía, formar equipos interdisciplinarios-intergeneracionales y apoyarse con medios de comunicación, son los consejos que ofreció a nuestro estudiantado, uno de los promotores de la Utopía Atzintli, el Doctor (Dr.) Manuel Perló Cohen, invitado por el Departamento de Arquitectura Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana (IBERO). 

El experto en urbanismo y sostenibilidad también sugirió tener visión de largo plazo, desarrollar nuevos proyectos y dar seguimiento y mantenimiento a los ya existentes, durante una conferencia que ofreció en el Aula Martín Buber para hablar sobre retos y oportunidades en obras hidráulicas que ayuden a contrarrestar la amenaza del desabasto de agua. 

El Dr. en Planeación Urbano-Regional contó que la Utopía Atzintli, ganadora de un premio de la Fundación Holcim en 2018, ha dejado una herencia que durará por cientos de años, pues este parque hídrico está diseñado para dar un beneficio permanente y de buena categoría a la población. 

Utopía Atzintli nació con el propósito de recuperar el espacio público de forma sustentable. Se edificó durante varios años y estuvo a punto de no concretarse. No fue sencillo. Con esta obra, especialistas, ciudadanía y autoridades evitaron que el agua de las lluvias no inundara a comunidades en Iztapalapa. 

El plan también consideraba que, mediante una estrategia de aguas residuales, el parque infiltre 68 mil metros cúbicos al año y destine un litro por segundo a un sistema de planta de tratamiento tradicional de lodos activados a fin de obtener agua con una calidad llamada norma 001, útil para regar o para aprovecharla en sanitarios. 

En la actualidad, este lugar situado entre las avenidas Paraíso y Ermita, ofrece clases de natación, yoga y taichi, danza, patinaje y música para disfrute de la ciudadanía de la Ciudad de México. Además, cuenta con palapas, gimnasio al aire libre, canchas, pista de tartán y un foro.

¿Cuál es la historia detrás de la Utopía Atzintli de Iztapalapa? 

Situado al pie de la Sierra de Santa Catarina, la Utopía Atzintli es un vaso regulador de cuatro hectáreas. Con grietas naturales que captan y regulan los flujos de agua de las lluvias, lo que evita enormes daños a las colonias aledañas. El lugar estaba invadido por personas en situación de calle y había miles de toneladas de basura y escombro. 

El exjefe delegacional, Jesús Salvador Valencia Guzmán (2012-2015) pidió este proyecto al Dr. Manuel Perló Cohen y a la Maestra (Mtra.) Loreta Castro Reguera. Primero, idearon un concurso llamado "Acupunturas Urbanas". Se le preguntó a la gente qué quería hacer en ese vaso regulador. De 180 propuestas, se seleccionaron ocho, y de esas se escogió la mejor. 

Terminado el gobierno de Valencia Guzmán, Perló Cohen y Castro Reguera llevaron la propuesta a la entonces jefa delegacional, Dione Anguiano Flores (2015-2018). Así surgió un proyecto ejecutivo, pero tenía que hacerse una investigación hidrológica en el lugar para saber cuánta agua pluvial podía absorber el subsuelo. 

Se reunió a un equipo interdisciplinario de 50 profesionales entre abogados, antropólogos, ingenieros, expertos en humedales y biodiversidad, etc. Hubo consultas y reuniones para dialogar con las y los vecinos, quienes tenían mucha desconfianza de las obras que empezaron a realizarse. Un trabajo que no solo fue de gabinete. 

Anguiano Flores las visitó y se convenció de que, si seguían las obras, se desviaría el agua de las lluvias que caía de la Sierra de Santa Catarina a la avenida Ermita, tan propensa a inundaciones. 

Como ya iba de salida, se llevó el proyecto de parque hídrico a Clara Brugada Molina, quien fungía como alcaldesa (2018-2023). También, se inscribió al concurso de la Fundación Holcim y ganó el primer lugar de 5,700 proyectos de todo el mundo en 2018. Esto resultó muy afortunado porque fluyeron los recursos para seguir con la construcción. 

Con la pandemia, creció la posibilidad de que no fuera acabado por las autoridades de la Ciudad de México, pero finalmente se terminó y se convirtió en lo que hoy conocemos como una Utopía que recibió el nombre de "Atzintli", palabra náhuatl que en español significa: "agua chiquita", "agüita" o "gota de agua".  

Esta historia la contó el Dr. Manuel Perló Cohen al estudiantado de la carrera de Arquitectura, a quien aconsejó conocer los lugares donde se pueden hacer proyectos muy atractivos, no repetir lo que se ha hecho en el pasado y crear modelos de espacios públicos y sustentables.  

También, buscar la comunicación, participación y negociación cuando se hace trabajo interdisciplinario, pero “la verdad es que la práctica es la mejor maestra, tener reuniones periódicas con las y los especialistas, la ciudadanía, las autoridades y tomar decisiones para influir dentro de cualquier proyecto arquitectónico-sustentable”.  

Texto y fotos: Luis Reyes y Taller Capital 

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