La Universidad Iberoamericana reconoció a 72 docentes (48 prestadores de servicios profesionales y 24 académicas y académicos de tiempo completo), durante la Ceremonia de Excelencia al Desempeño Docente IBERO-FISCAC 2025, un acto que subrayó la importancia de la educación como motor de transformación social.

A nombre del profesorado de tiempo completo, el Dr. Jorge Alberto Schiavon, del Departamento de Estudios Internacionales, destacó el impacto profundo que las y los docentes generan en su estudiantado, a menudo sin advertirlo. Subrayó que el reconocimiento refleja una trayectoria construida con entrega y compromiso, cualidades que sostienen la identidad de la IBERO: “Por personas como ustedes, nuestra Universidad seguirá cumpliendo con su misión de formar con la mayor excelencia académica y con calidad humana”.

Por parte del profesorado de asignatura, el Dr. Juan Alcántara Pohls (Departamento de Letras), recordó que este reconocimiento no premia expedientes, sino trayectorias construidas con ética y una profunda responsabilidad formativa. Enfatizó que las y los docentes que recibieron el galardón son “ejemplo e inspiración”.

Un reconocimiento al corazón académico

En el Auditorio José Sánchez Villaseñor de la IBERO, el presídium estuvo conformado por el Rector, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J.; el Vicerrector Académico Dr. Alejandro Anaya; el Mtro. Natan Witemberg, director de Formación y Gestión de lo Académico; la Dra. Graciela Teruel, directora de la División de Estudios Sociales; el Dr. Joseba Buj, director de la División de Humanidades y Comunicación; el Dr. Eduardo Gamaliel Hernández, director de la División de Ciencia, Arte y Tecnología; así como el Mtro. Bruno Cattori, Presidente del Patronato de la IBERO FICSAC.

Los reconocimientos fueron entregados tras un proceso de selección “rigurosamente colegiado, sistemático y basado en evidencias”, de acuerdo con el Dr. Eduardo Gamaliel Hernández.

Los criterios incluyeron desempeño sobresaliente en las tres dimensiones del instrumento Dialogremos 2.0, asistencia puntual, carga académica significativa y la valoración cualitativa de los consejos académicos. Solo el 3.5% del profesorado de toda la Universidad alcanzó la distinción.

Excelencia con propósito

Durante su mensaje, el Rector Arriaga recordó el sentido del Magis ignaciano, que “nos convoca permanentemente a ser más, pero no solo más para nosotros, sino para los demás, lo que solo se logra cuando compartimos la mejor versión de nosotros mismos”.

Subrayó que la excelencia no es un acto competitivo, sino un gesto de servicio: “La excelencia se reconoce no desde la competencia, sino desde la gratuidad”. La misión de la IBERO exige formar personas críticas en un mundo marcado por la fragmentación y la incertidumbre: “Enseñar es acompañar en el discernimiento, ayudar a formular preguntas y abrir caminos de sentido”, en palabras del sacerdote jesuita.

Para el Patronato, representado por el Mtro. Bruno Cattori, esta ceremonia es una de las más significativas del año:

“Celebramos el corazón vivo de la Universidad. La docencia es un trabajo silencioso que transforma vidas todos los días”.

Fotos: Alberto Hernández Mendoza

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