La Plataforma Ciudadana de Fosas Clandestinas, la cual busca sumar esfuerzos para cubrir el vacío de información pública y ofrecer un mejor diagnóstico sobre la magnitud del fenómeno, también contiene un modelo de predicción de hallazgo basado en información de fuentes oficiales y no oficiales.

Esta herramienta, presentada por la IBERO, en conjunto con organizaciones de la sociedad civil, reúne documentación de los hallazgos de fosas clandestinas en el país reportadas por prensa nacional y local; por fiscalías o procuradurías estatales y por la Fiscalía General de la República, estas últimas obtenidas a través de solicitudes de acceso a la información.

Pero no sólo se están integrando las fuentes oficiales y no oficiales sobre estos sitios ilegales, sino que también se incluyen predicciones o probabilidades de hallazgo de fosas clandestinas a nivel municipal en todo el país, dijo Jorge Ruiz, colaborador del Programa de Derechos Humanos de la IBERO.

Durante su participación en la presentación de la plataforma, Ruiz añadió que esto se debe a que, desafortunadamente, las fosas que se han reportado no representan al universo entero del fenómeno, pues hay más que no se han localizado, registrado, documentado o no se ha iniciado una búsqueda.

“Entonces lo que hicimos fue un modelo de aprendizaje de máquina, en donde se identificaron características de municipios que han tenido fosas clandestinas previamente para identificar qué otros tienen las mismas características y por lo tanto una probabilidad alta de tener fosas. Estas probabilidades se pueden consultar en la plataforma, con esto queremos brindar una herramienta con la que se puedan planear estudios de análisis del contexto y futuras búsquedas”, explicó el investigador.

Como parte de la metodología utilizada para la elaboración de la Plataforma Ciudadana de Fosas Clandestinas, el Programa de Derechos Humanos de la IBERO, entre agosto de 2015 y diciembre de 2019, integró una base de datos sobre el reporte de fosas clandestinas en México hecho por la prensa escrita nacional y local en el periodo 2007 a 2019.

De acuerdo con Ruiz, el primer paso fue recopilar notas periodísticas que mencionaran la aparición de fosas clandestinas en los diversos estados del país. Para realizarlo, se utilizó la base de datos del sitio Eficiencia Informativa y del sitio Especialistas en Medios, compilando la mayor cantidad de información relacionada con el tema.

En el buscador se utilizaron palabras clave agrupadas en cinco categorías: fosas clandestinas, fosas cuerpos, fosa ejecutado, masacre fosa, fosas comunes. De estas cinco combinaciones o categorías, se obtuvieron 6 mil 647 registros de notas sistematizadas en la base de datos utilizada para la investigación.

Compartió que, tras la recuperación de las notas de prensa, se realizó una verificación sobe los hechos, es decir, si efectivamente se estaba hablando de hallazgos de fosas. Una vez confirmada la información, se dio otro proceso de verificación de hechos, como el tiempo y la ubicación, pues es común encontrar que las notas tengan diferentes cifras, según el medio.

“La prensa es la que ha logrado observar la mayor cantidad de entidades, a diferencia de las cifras oficiales. La prensa ha sido una fuente fundamental para documentar el fenómeno incluso ante la imposibilidad de documentarlo a través de cifras oficiales”, dijo.

Añadió que este modelo surgió porque siempre que se documenta un fenómeno de violencia como los hallazgos de fosas clandestinas habrá información parcial o sesgada, pues no todos los medios de prensa van a poder reportar un hallazgo de fosa porque hay contextos que podrían impedirlo.

“También sabemos que las autoridades no siempre están reportando los hallazgos de fosas. El objetivo de este modelo es intentar superar estos sesgos para ubicar que otros municipios podrían tener fosas clandestinas y, por lo tanto, deberíamos tomarlos en cuenta para estudios de contexto o posibles planeaciones de búsqueda”, agregó.

La plataforma es un esfuerzo que conjunta información obtenida y analizada a lo largo de los últimos seis años por el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana (PDH Ibero), la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH), ARTICLE 19 Oficina para México y Centroamérica, Data Cívica y el Human Rights Data Analysis Group (HRDAG).

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Valentina González/ICM