La violencia en el país está fuera de control. Las víctimas de la violencia se cuentan por miles:

• 36,485 en 2018.
• 36,065 en 2019.
• 35,644 en 2020
• 33,308 en 2021.
• Esto rebasa 140,000 víctimas. Más las que van de este año.

Ante tal situación, nos surge un sentimiento de impotencia. ¿Qué podemos hacer ante esta realidad abrumadora que nos rodea y parece imponérsenos día con día?

Las autoridades políticas tienen su responsabilidad en esto, y su intervención está lejos de ser satisfactoria. Pero ¿y nosotros? ¿Qué podemos hacer?

1. Hay violencia en las relaciones familiares: problemas entre los padres; entre padres e hijos; problemas por diferencias de generación. Tengamos siempre presente Construir la paz es buscar la reconciliación con mis seres queridos.
2. Hay violencia cuando discriminamos a los pobres, a los débiles, a los que no tienen nuestra educación, nuestro color de piel, nuestra posición social. Construir paz entraña respeto por mis semejantes.
3. Hay violencia cuando no respetamos las diferentes opiniones; cuando despreciamos a otro/a/e por diferencia de género. Construir la paz implica respetar, valorar y potenciar las diferencias enriquecedoras.
4. Hay violencia cuando destruimos el medio ambiente: con la basura que tiramos; con el aire que contaminamos; con los animales que maltratamos; con el agua que desperdiciamos. Estamos acabando con nuestra casa. Construir la paz nos pide cuidar, defender y cultivar nuestro hogar común, que es el planeta entero.
5. Hay violencia en la injusticia, corrupción, impunidad, violación de los derechos humanos. La paz se construye si se defiende como valor más importante la vida humana en todas sus formas. ¡Tenemos el derecho de vivir!

La paz empieza desde lo pequeño, desde el hogar, desde nuestros hábitos cotidianos. Magnífico si participamos en colectivos que quieran construir la paz. Magnífico si somos luchadores sociales que están hartos de tanto abuso que daña la vida de millones de mexicanos y mexicanas. Magnífico si decimos “¡Ya basta!”.

Porque se requieren personas nuevas, actitudes nuevas, comportamientos nuevos. Necesitamos nuevos ciudadanos y ciudadanas. Necesitamos hacernos responsables de nuestro país. Y eso empieza desde el hogar, desde la escuela, desde el trabajo, desde nuestra colonia o barrio.

La paz es una paz de lucha, de esfuerzo individual y colectivo, de largo aliento, de paciencia y de resiliencia. No esperemos a que el gobierno construya una paz que es incapaz de hacer sin nosotros, pues somos nosotros los que, desde las trincheras de los hogares, la universidad y el trabajo, hemos de construir un México distinto.

El Padre Pepe Sánchez participó en el inicio de las actividades que la IBERO Ciudad de México desarrolla como parte de la Jornada Universitaria por la Paz con Justicia en México, que organiza el Sistema Universitario Jesuita y mediante la cual se pretende propiciar en cada persona una profunda reflexión sobre la violencia que padecemos y generar propuestas de paz en distintos niveles, empezando por el personal. (JCM)

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