¿Cómo mejorar desde políticas públicas la situación de mujeres que viven con hijas e hijos en prisión?

Lun, 26 Feb 2024
Especialistas coinciden en que medidas en centros de reclusión deben tomar en cuenta perspectiva de género e interés superior de la niñez
“Marco legal mexicano mantiene a hijas e hijos de mujeres en cárceles como presos de facto”, afirma la Doctora Corina Giacomello
“Hay que crear espacios libres de violencia dentro de las cárceles”, apunta Saskia Niño de Rivera, de organización Reinserta
Roberta Croci y Andrea Tollis exponen alternativas aplicadas en Italia para mujeres en prisión que son madres
  • Hay una deuda pendiente del sistema legal mexicano con las mujeres que ejercen su maternidad en prisión.

La aplicación de políticas públicas que garanticen los derechos humanos de las mujeres, acompañadas de un sistema legal que tome en cuenta el interés superior de la niñez y la perspectiva de género, son factores que pueden mejorar las condiciones de las madres que viven con sus hijos e hijas en las cárceles del país.

Esta fue una de las premisas que abordaron diversos especialistas en la Segunda Edición de la Cátedra Binacional México e Italia: “Mujeres privadas de la libertad desde una perspectiva de los derechos humanos”, organizada por la Universidad Iberoamericana (IBERO) y la Universidad de Milán-Bicocca en el Auditorio Ernesto Meneses.

Las y los ponentes invitados coincidieron que las cárceles no cuentan con condiciones de seguridad e higiene adecuadas para que niñas y niños menores de 3 años vivan con sus madres, como el hecho de que en ciertos casos sean usados para transportar droga, queden en medio de un motín o estén en situación de riesgo al convivir con reclusos, entre ellos pederastas.

La Doctora (Dra.) Corina Giacomello, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de Chiapas, afirmó que el marco legal mexicano sigue manteniendo a las hijas e hijos de las mujeres en las cárceles como presos de facto y no como sujetos de derecho en violación flagrante tanto en la Constitución como en la Convención sobre los Derechos del Niño.

Apuntó que en México la población de las mujeres en prisión ha aumentado un 100% entre 2000 y 2022, es decir, poco más de 13 mil, cifra que representa el 5.68% de la población penitenciaria total de nuestro país, donde la principal causa de su encarcelamiento son los delitos de robo, seguido del homicidio, el secuestro y los delitos contra la salud.

Precisó que en el caso de las mujeres –de las cuales el 70% son madres y más del 60% tienen hijas e hijos menores– se aplica más tiempo la prisión preventiva oficiosa por arriba del máximo legal que es de 24 meses, además de ser una figura que ha sido declarada contraria a la Convención Interamericana de Derechos Humanos.

Ocho de cada 10 mujeres privadas de la libertad declaran haber sufrido violencia durante la detención, incluyendo la tortura sexual, de la cual pueden surgir también embarazos (…) Tratamos de comprender el tipo de afectación que pueden sufrir las y los menores. No es tanto el encierro, sino el desgaste psicológico y emocional. Eso se le olvida al gobierno, dentro de prisión hay madres”, dijo.

Saskia Niño de Rivera, de la organización Reinserta, precisó que desde 2017 la ley en México reconoce que las madres permanezcan en reclusión con sus hijas o hijos hasta que cumplan como máximo los 3 años de edad y señaló que, aunque las infractoras son llevadas a penales mixtos, la mayoría de estos no cuentan con zonas seguras, pues en principio fueron diseñadas para población varonil.

La perspectiva de género no gusta en el sistema de justicia penal. En México, tienes a la mujer en la cárcel por robo con cinco hijos menores, robos para conseguir leche o pañales (…) La razón por la cual se puso tres años como máximo para que pudiesen estar las niños o niñas en la cárcel con sus madres es para garantizar ese vínculo afectivo”, acotó.

Apuntó que se dan otras cuestiones como el que las y los menores acumulen enojo con sus madres por estar en prisión, lo que genera un estrés postraumático en ellos muy fuerte y por el otro, que sean discriminados por actores de la sociedad porque sus madres están en prisión, aunado a que no hay apoyos y se vean obligados a vivir con la abuela o la tía.

“Se fueron a vivir con no sé quién para poder salir adelante. La sociedad como tal no apoya este tipo de casos en México (…) Es muy importante que entendamos la perspectiva de género de la maternidad en prisión y crear espacios libres de violencia dentro de las cárceles para que en caso de un motín puedes salvaguardar la integridad de los y las menores”, indicó.

¿Qué alternativas hay en Italia para las mujeres que son madres y están en prisión?

Roberta Croci, magistrada de vigilancia en el Tribunal de Menores de Milán, precisó que, dado que las mujeres en la cárcel sufren patologías como la depresión, la pérdida de la menstruación o el síndrome del prisionero, en Italia hay disposiciones específicas para aquellas que están embarazadas o son madres se puede aplicar la detención domiciliaria.

En Italia, las mujeres condenadas a cualquier pena que estén embarazadas o sean madres de niños y niñas de un año, deben ser puestas en libertad y la ejecución de la pena se pospone. El juez, en estos casos está obligado a dejarla en libertad, a menos que la propia mujer solicite que la sentencia se ejecute en un domicilio o en un instituto a custodia”.

Expuso que el ingreso de una persona menor a prisión le puede causar enormes daños psicológicos y físicos, por lo que una mujer con una pena no superior a cuatro años, puede cumplir su condena en un domicilio particular, con el fin de reestablecer las relaciones madre-hijo que pudieran ser interrumpidas por la detención.

Contó que existe una institución de custodia para madres detenidas, caracterizada por un régimen de custodia atenuada, es decir, con habitaciones y muebles coloridos, donde los niños son acompañados cada mañana a la guardería, con jardín y salas de juego, en una búsqueda de solución alternativa que atenué las características de una prisión convencional.

Andrea Tollis, de la asociación CIAO de Milano, expuso que existe otro modelo en Italia en el cual las mujeres conviven con sus hijas e hijos como en cualquier otra casa, donde ellas llevan cotidianamente una vida en la cual llevan a sus hijos a determinada hora a la escuela o van a trabajar y hacer las compras con un custodio.

“Una de las principales cuestiones con las cuales se enfrentan las mujeres de esta casa es determinar un nuevo proyecto de vida y reconstruir la autoestima (…) No sólo hay italianas, hay de diferentes nacionalidades. Hay que tomar en cuenta las dinámicas emocionales que preocupan a las madres y en consecuencia a sus hijos”.

Al cierre de la Cátedra, la Dra. Valeria Marina Valle, Académica del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO, dio a conocer que se hizo una edición en español del libro italiano Mamá, ¿dónde estamos?, escrito para niñas y niños de mujeres en la cárcel y para las y los que están afuera para que puedan entender sobre el tema.

Texto y Fotos: Luis Reyes

Notas relacionadas:

 

Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.

Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219