¿Sabías que --aunque no siempre los sentimos-- todos los días se registra al menos un temblor en México? De acuerdo con información del Servicio Sismológico Nacional (SSN), en 2022 se reportaron 29,872 sismos, en 2021 hubo 29,030 y en 2020 la cifra llegó a 30,130.

Dado que en territorio nacional interactúan cinco placas tectónicas, que hacen de México un lugar con gran actividad sísmica, todas y todos debemos estar listos para evacuar en caso de un temblor, pero ¿qué pasa si estamos en un edificio alto y no logramos bajar a tiempo? ¿dónde debemos resguardarnos? y ¿qué debemos hacer una vez que termine el sismo?

Para resolver estas dudas consultamos al Mtro. Alan Sánchez Pulido, académico del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana, quien en primer lugar, nos recomienda alejarnos de ventanas, lámparas u objetos que puedan caernos encima.

“Busquemos los elementos estructurales; es decir, los que se encargan de soportar el edificio, en este caso las columnas son  lugares relativamente seguros; asimismo, donde muchas veces están los muros de concreto es en los cubos de los elevadores, recuerden que durante un sismo no se pueden usar porque se pueden atorar o se quedan sin luz, pero lo que sí podemos hacer es resguardarnos en esta zona”, dice el Mtro. Alan. 

¿Si estoy más cerca de la azotea es mejor subirme o permanecer donde estoy?

“El asunto de subirte a la azotea es que te estás alejando de evacuar y para lo que tal vez te podría ayudar, pero ya es un caso súper extremo, es si el edificio llega a colapsar, sería más sencillo que te rescaten, pero ahí ya estás pensando en el escenario más trágico de todos, que la estructura colapse”, menciona el académico. 

La recomendación del Mtro. Alan Sánchez es: “siempre debemos evacuar porque cuando se diseñan las estructuras, se espera que tengan cierto comportamiento, obviamente nos encantaría que no sufrieran ningún daño durante un sismo de magnitud considerable; sin embargo, no podemos evitar que suceda, entonces, quizá pasó el temblor y las personas están a salvo, pero si la estructura ya se dañó y viene una réplica, la construcción ya no estaría al 100% para resistir ese nuevo movimiento”. 

Algo similar a lo que menciona el académico del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la IBERO sucedió durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, cuando personas que se encontraban en edificios de la Colonia Condesa en la Ciudad de México no tuvieron tiempo de bajar, pero al terminar el movimiento, algunas evacuaron. Por desgracia, muchas vidas se perdieron en la Ciudad de México porque algunos edificios no colapsaron inmediatamente después del temblor, en algunos casos pasaron hasta 50 minutos. 

No lo tomemos a la ligera, el Mtro. Alan menciona que “el edificio puede sufrir determinado daño y muchas veces no lo notamos a simple vista porque tiene plafones, tablarroca o materiales que ocultan parte de la estructura, por lo tanto, es mejor evacuar y esperar afuera hasta que una o un experto revisen si la estructura tiene la suficiente integridad para resistir réplicas”. 

Asimismo, durante la evacuación, recuerda ubicarte en lugares señalados por protección civil para evitar daños en caso de que ocurra el desplome de edificios o estructuras de alumbrado público. Guarda la calma y recuerda que lo más importante es mantenerse a salvo. 

Por: Laura Herrera Camarillo. 

• InIAT investiga control de vibraciones para proteger edificios durante sismos
• Simulaciones computacionales permiten saber cómo reaccionará la gente en los sismos
• 14 de marzo de 1979: El sismo que marcó la historia de la IBERO
• #TIPSIBERO ¿Cuáles son las recomendaciones durante un sismo?