Estudiantes IBERO atienden violaciones a derechos contra migrantes en aeropuertos
Las autoridades migratorias que se encuentran en los aeropuertos del país suelen aprovecharse de su posición para violar los derechos humanos de las personas migrantes que solicitan entrar a México bajo condición de persona refugiada, ya que se les somete a maltratos como privación de libertad e intimidación, acusó el Lic. Luis Xavier Carranca Álvarez, Abogado de la Clínica Jurídica para Personas Refugiadas Alaíde Foppa de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México.
De acuerdo con Luis Carranca, esto es una práctica cotidiana donde se detiene a la persona solicitante y se le incomunica con el mundo exterior. “Lo hacen para intimidar, para lograr cumplir las funciones migratorias, les dicen que se van a quedar en el aeropuerto meses si no aceptan ya ser devueltos”, lamentó.
Explicó que, al analizar el trato que ofrecen las autoridades migratorias en los aeropuertos, es desafortunado que en vez de proteger a las personas migrantes, quienes buscan salir de una situación que por lo general atenta contra su vida, únicamente ralentizan y entorpecen el procedimiento.
Urge que SCJN resuelva "caso bandera"
Ante estas violaciones a los derechos de migrantes, el Licenciado en Derecho destacó que actualmente la Clínica Alaíde Foppa está dando seguimiento a un caso en particular, con el que espera que, al ser solucionado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se le dé mayor atención a este tipo de prácticas, que se encuentran en la opacidad.
Se trata de una persona procedente de Venezuela, la cual, al buscar refugio en México, fue aislada de manera arbitraria dentro del aeropuerto sin posibilidad de comunicarse con sus familiares.
“Pretendía internarse a México para solicitar la condición de refugiado, sin embargo, en el aeropuerto su mamá deja de tener contacto con él, tras mucho tiempo de espera comienza a desesperarse, y al tratar de solicitar información a las autoridades no le dicen nada, ni siquiera si está o no está dentro del lugar”.
Luis Carranca indicó que en ese entonces la Clínica ya tenía conocimiento de la situación, por lo que tuvieron que actuar con rapidez, le explicaron a la madre que aquellos solicitantes de refugio suelen ser víctimas de arbitrariedades por parte de las autoridades migratorias, “porque no importa la razón por la que las personas pretenden internarse a México, si a los agentes migratorios les cae mal, o lo ven raro, o lo que sea, lo regresan sin tener que justificar nada. No importa si tienen derecho o no”.
Resaltó que, en este punto, las y los alumnos de la Clínica Alaíde Foppa ya habían presentado un amparo para que la solicitud del joven no fuera rechazada, pero que debido a la lentitud con la que los juzgados actúan, y que la persona afectada ya había pasado mucho tiempo en el aeropuerto, fue enviado a Colombia, pues fue el último lugar donde su vuelo había hecho escala.
“Mientras estaba en Colombia, el estudiantado de la Clínica preparó la documentación necesaria para que el solicitante no fuera rechazado nuevamente, tuvieron conversaciones directas con él y le explicaron detalladamente el proceso normal que debería llevar. Además, dimos aviso a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)”.
El especialista en derechos de los migrantes dijo que, a pesar de estas acciones, y de haber obtenido una orden de un juez para que la situación del joven fuera analizada detenidamente, las autoridades migratorias nuevamente intentaron regresarlo sin tomar en cuenta su condición. Afortunadamente, gracias a que las y los alumnos actuaron de manera adecuada, esta vez no lo rechazaron.
Sin embargo, esta serie de irregularidades no terminó ahí, pues a pesar de ya haber sido aprobada su estancia en el país, las autoridades migratorias lo tuvieron tres días en el aeropuerto, a pesar de que los lineamientos de esa área indican que no pueden estar más de un día.
Posteriormente fue enviado a una estación migratoria, “cuando no había necesidad de detenerlo, porque uno sólo detiene a migrantes para ejecutar una deportación”, lugar donde estuvo tres semanas.
“Gracias a nuestros esfuerzos, pudimos sacarlo de la estación migratoria, y logramos que accediera al procedimiento de reconocimiento de la condición de refugiado ante la COMAR. Proceso que nos ayudó bastante, ya que más tarde se reconoce que la persona sí corría peligro de perder la vida al regresarlo a su país de origen”.
Luis Xavier Carranca considera que, aunque todos los casos son importantes, éste en particular es un “caso bandera”, pues gracias a la rápida intervención que tuvieron en la Clínica pudieron recolectar las pruebas necesarias, las cuales son difíciles de conseguir, para poder intervenir adecuadamente. Además, agregó que buscan que se cumpla con la reparación de daños correspondientes debido al maltrato que sufrió la persona, por lo que una resolución a favor sería un posible precedente para dar justicia a las y los migrantes que hayan sufrido algún abuso por parte de las autoridades.
“La SCJN decidió aceptar el caso a principios de este año, lo cual es una muy buena señal, pues significa que tienen interés en los problemas jurídicos que el caso plantea.”
Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández
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