Calakmul, en Campeche, fue hace siglos una de las ciudades más importantes de la civilización maya, donde hoy se conserva un legado arqueológico y el remanente de selva tropical más grande de Norteamérica, lo que significa que concentra una elevada proporción de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos del continente.

Pese a su relevancia para la conservación del patrimonio biocultural de México, la población de Calakmul se enfrenta hoy desempleo, desigualdad y marginación, lo que pone en riesgo sus saberes milenarios y obliga a sus jóvenes a migrar en busca de mejores oportunidades.

En este municipio de la Península de Yucatán, la oferta laboral es escasa y se limita en su mayoría a trabajos informales, además de que 63% de la población económicamente activa está conformada solo por hombres, de acuerdo con una investigación realizada por el Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (Centrus) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y otras instituciones.

Para atender esta problemática y, al mismo tiempo, contribuir a la preservación de la región, la academia de esta casa de estudios, liderada por la Doctora Celia Arteaga Conde, Coordinadora del Doctorado en Estudios Críticos de Género, lanzó el proyecto “Cocina Calakmul”, un espacio para recuperar la herencia culinaria de esta zona y promover el turismo gastronómico a partir del bien común.

“Una de las mayores propuestas de este proyecto es que las juventudes puedan tener un empleo digno, en una región que ha estado excluida, con alta población indígena y con desigualdades sociales, incluidas las de género”, resaltó la investigadora líder.

Además de crear un espacio para enaltecer la oferta culinaria regional, esta cocina-restaurante busca promover la alimentación digna, reducir los altos niveles de migración entre los jóvenes de Calakmul y generar un espacio pedagógico vivencial para los estudiantes de la Ibero y de otras universidades en la región, de acuerdo con los y las investigadoras.

Los investigadores realizaron visitas a la región para establecer redes de trabajo con las y los jóvenes interesados en colaborar con el proyecto, y su propuesta a mediano y largo plazo es que les toque dirigir, administrar y llevar el funcionamiento cotidiano de la Cocina Calakmul, para recibir tanto a turistas como a la población local. La iniciativa consiste en la co-creación de una cocina-restaurante que fomente la recuperación del patrimonio biocultural culinario y el turismo gastronómico como una alternativa de sustento digno para las juventudes que habitan la región.

Mucho trabajo por hacer

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2020 México presentaba porcentajes de pobreza moderada y pobreza extrema del 35.4% y el 8.5%, respectivamente.

En el mismo periodo, en Calakmul más de la mitad de sus 31 mil 714 habitantes se encontraba en situación de pobreza moderada y casi la tercera parte en pobreza extrema, según los datos recabados en la misma investigación.

Actualmente, “nos encontramos en un escenario complicado, recientemente la región tuvo muchos meses de sequía por el cambio climático”, compartió la académica. “Contextualmente, ahí también se está construyendo el Tren Maya, entonces, hay mucho trabajo pero también muchas violencias, y habrá que ver qué va a pasar con esta región tan olvidada en un futuro”.

Cocina Calakmulse encuentra en su primer año, pero tiene claro el rumbo que seguirá en un futuro, tras obtener un financiamiento del Seminario Thizy por el Bien Común.

La apuesta también es fortalecer el vínculo entre la IBERO y otras universidades interesadas en promover el bien común, como la Tecnológica y la del Bienestar de Calakmul.

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