Investigadora IBERO va a la UNESCO a equipo de ciencia del aprendizaje para la educación

Lun, 15 Abr 2024
La Dra. Ximena González Grandón fue nombrada fundadora de UNESCO Alliance on the Science of Learning for Education
Advierte que, con la llegada de las neurociencias, no se puede ver ni dar una educación como antes, ya que se descubrieron nuevas formas en las que el ser humano asimila la información
  • La Dra. Ximena Andrea González Grandón es la Coordinadora de la Especialidad en Educación Socioemocional de la IBERO.

En la IBERO nos llena de orgullo ser parte de los logros de toda nuestra comunidad, en especial cuando generan un impacto positivo en el mundo. En esta ocasión nos toca felicitar a la Doctora (Dra.) Ximena Andrea González Grandón, Académica e Investigadora en nuestra casa de estudios, quien fue nombrada representante y miembro fundadora de la UNESCO Alliance on the Science of Learning for Education, para desarrollar nuevas políticas educativas a nivel local y global.

En entrevista con Prensa IBERO, la también Coordinadora de la Especialidad en Educación Socioemocional habló sobre las funciones que llevará a cabo en este puesto.

De acuerdo con la Investigadora, con la llegada de las neurociencias no se puede ver ni dar una educación como antes, ya que se descubrieron nuevas formas en las que el ser humano puede asimilar la información que recibe, por lo que ahora se deben tomar en cuenta cuáles son los procesos cognitivos que ocurren dentro de nuestro cráneo y dentro de nuestro cuerpo a la hora de aprender nuevos temas.

 

“Empezamos a ver esas sinapsis y cómo se robustece cada vez que aprendo, cómo esas raíces de aprendizaje significativo son materia, son algo que existe en el mundo, se concreta en una activación de una parte del sistema nervioso”.

Explicó que, debido a esto, la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (UNESCO) optó por buscar especialistas en el mundo que se dediquen al aprendizaje, tomando en cuenta a las neurociencias, ciencias cognitivas y habilidades suaves, o sea, todo lo que tiene que ver con lo emocional y socioemocional. Recordó que en la mayoría de las políticas educativas predomina lo cognitivo, el razonamiento y el pensamiento lógico matemático, “que no es algo malo, pero sí debemos añadir más factores para poder analizar el aprendizaje de las personas”.

El aprendizaje no es solo cognitivo, también implica un cuerpo que aprende, que se alimenta, que se emociona, y que puede ser acosado dentro del salón de clases.  Por un lado tenemos toda esta base neurocientífica, pero también toda esta base socioafectiva y emocional, ambas muy importantes”.

Consideró relevante que en los últimos años hayan tomado fuerza estos estudios sobre la importancia que tiene el giro afectivo y corporal a la hora de aprender, ya que sí toman en cuenta en cómo el alumnado se ve afectado por su entorno, creando consecuencias en su desarrollo. “Todos somos entes racionales y emocionales a la par, le tenemos que dar la misma importancia a la razón y a la emoción”.

La Dra. González Grandón señaló que trabajará junto a otros colegas en crear formas de aprendizaje más empáticas, solidarias y mejor reguladas, ya que así se sumarían a los esfuerzos por tener un mundo más fraternal, donde la mayoría de la población se pueda llevar mejor. “Eso es una motivación para la UNESCO, crear un panel de especialistas en ciencias del aprendizaje que tengan estas dos partes, neurociencia y emocionalidad”.

Añadió que tras su primera reunión en las Oficinas Centrales de la UNESCO, en París, ella, junto a otros docentes, hicieron un primer documento en donde redactaron todos los temas de los que hablaron, así como las actividades que desarrollarán. Mencionó que la próxima reunión será el 1 y 2 de diciembre del presente año.

“Nuestra primer meta es sacar un libro en mayo, que recopile y explique de manera detallada nuestros trabajos e investigaciones. Por ejemplo, yo incluiré mis trabajos sobre la empatía en el uso de la tecnología y cómo podemos generar impactos positivos aplicándola”.

Sello IBERO en el mundo

La Académica consideró importante mencionar el apoyo que recibió por parte de la IBERO, y dijo que fue gracias a la ayuda de Vicerrectoría, de la Dirección de Investigación y Posgrado, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), y del Departamento de Educación, que alcanzó este logro. Destacó que en la UNESCO no sólo representa a México sino que también a la institución.

“La IBERO tiene el compromiso de ser una universidad que genera conocimiento y honestidad, por lo que tenemos que apoyarla, la investigación es justamente ese puente para que generemos conocimiento y después lo podamos transmitir”, concluyó la especialista en educación.

Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández

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