Jóvenes gozan el reto de la experiencia intercultural de estudiar de intercambio

Jue, 27 Abr 2023
Nos acerca un poco más a convertirnos en las personas que queremos ser, y con un poco de suerte, a las personas que necesita el mundo, dice la estudiante Jessica Quezada
Quienes escogen México para venir a estudiar de intercambio son especiales porque están muy lejos de casa, admite el joven español Alejandro Blanca
  • Jóvenes IBERO que estudiaron fuera del país en Otoño 2022 y estudiantes que acuden de otras universidades en Primavera 2023 recibieron un reconocimiento. (Foto: Yazmín Mendoza)
  • Jessica Irene Quezada Gómez, alumna de nuestra IBERO, estudió un semestre en el Georgia Gwinnett College. (Foto: Jorge Luis Cortés)
  • Alejandro Blanca Muñoz, estudiante visitante de la Universidad de Málaga, en España. (Foto: Jorge Luis Cortés)

Jessica Irene, alumna de nuestra IBERO, no lo tenía planeado, pero aprovechó la oportunidad de estudiar un semestre en el Georgia Gwinnett College, en Estados Unidos, y ahora que ha regresado se dice muy feliz de su decisión. En clases como la de Religiones del mundo, convivió con personas con ideas muy diferentes a las suyas, pero con los mismos valores. Una de sus mejores amigas era refugiada del Tíbet, y otra más, acababa de aterrizar de Afganistán; ambas fueron personas que no habría podido conocer de otra manera.

Y la joven no solamente vivió esta enriquecedora experiencia intercultural, sino que fue reconocida por parte de la Coordinación de Movilidad Estudiantil de nuestra universidad como el promedio más alto de su generación en este programa, con un 10 global, durante la Ceremonia de entrega de constancias a jóvenes de la Ibero que participaron en el semestre Otoño 2022 y estudiaron fuera del país, así como a estudiantes de otras partes del mundo y de México que cursan aquí el semestre actual, Primavera 2023.

Jessica Irene Quezada Gómez estuvo en una zona de Georgia en la que la mayoría de los habitantes son migrantes de primera o segunda generación, por lo que su acento chilango no se escuchaba raro, dijo con una sonrisa de alivio. Todas estas pequeñas aventuras, concluyó, “nos acercan un poco más a convertirnos en las personas que queremos ser, y con un poco de suerte, a las personas que necesita el mundo”.

La beca de Jessica corrió por cuenta de la iniciativa La fuerza de 100,000 en Las Américas, del Gobierno de Estados Unidos, en la cual participó un proyecto presentado por la IBERO que resultó ganador. Además de ese país, las y los alumnos Ibero realizaron estancias el semestre pasado en países como Japón, Francia, Italia, Alemania, España, Colombia, Australia, Korea, Chile, Israel, Reino Unido, Bélgica y Canadá.

Alejandro Blanca Muñoz, estudiante visitante de la Universidad de Málaga, en España, relató su experiencia al venir aquí. Hacer un intercambio no es para todo el mundo, dijo. “Es alejarse de nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros hermanos y nuestros amigos, de nuestra casa y de nuestra ciudad. En definitiva, es salir de nuestra zona de confort”, pero es justamente fuera de ella donde más crecemos, aprendemos y mejoramos, reflexionó.

Se consideró muy afortunado no sólo de poder estudiar en esta universidad, sino en México. Explicó que, normalmente, las y los europeos suelen elegir escuelas en ese continente, mientras que quienes escogen nuestro país, incluso provenientes de Latinoamérica, enfrentan el reto de estar muy lejos de casa, por lo que son muy especiales, dijo. “Yo no hubiera cambiado este destino por ningún otro”.

Estudiantes de otras universidades visitan la IBERO desde países como España, Francia, Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Venezuela, Estados Unidos, Suiza, Reino Unido, Nicaragua, Colombia. Así como de otros estados de la República, como Guerrero, Sinaloa, Sonora, Puebla, Estado de México, Baja California y Guadalajara.

La Mtra. Sonia E. Fernández Orozco, Directora de Internacionalización, expresó que vivimos en un mundo inédito que nos acerca mucho más, no por las tecnologías, sino por las problemáticas sociales en todas las regiones del mundo, y se refirió a los populismos y a la dinámica de la polarización. Ustedes, dijo, “que forman parte de esta generación, al abrirse a un otro, a una otra, en distintos países, muchas veces en lengua diferente, aprendiendo y abriéndose a nuevas formas de aprendizaje y a formas distintas de interpretar la vida, ustedes son las personas que podrán cambiar la vida, la sociedad”.

La mirada a quien toma la fotografía

Finalmente, Natalia Briones García presentó los resultados del Concurso de Fotografía. Señaló que, más allá de mostrar aquello que se observa, estas imágenes nos muestran la mirada de quien las captura. Se realizaron tres categorías; la primera es el Premio del Jurado, donde reunieron a dos personalidades del mundo de la fotografía que deliberaron de acuerdo con criterios técnicos. Se trata de Carlos Cisneros, fotoperiodista y profesor del Taller de Fotografía; y Otilio Parada, Coordinador de Imagen Digital del Departamento de Diseño.

Las dos fotografías ganadoras fueron, de la IBERO, de Daniela Álvarez Montes, de Diseño de Indumentaria y Moda, con una composición muy bien lograda, a decir de los jueces, bien expuesta, ya que no se pierde detalle en ningún espacio y está balanceada; la intención es ambigua, ¿es agua, lodo, nieve?

Y de intercambio, ganó la de Diego Andrés Rosa Rosales, estudiante de Comunicación Social en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, en San Salvador, El Salvador, cuya imagen “retrata muy bien la realidad cotidiana, compuesta, balanceada, iluminada, y muestra la habilidad del autor para capturar el momento, incluidas las miradas”, dijeron los jurados.

La segunda categoría fue el Premio de la Coordinación de Movilidad Estudiantil. La fotografía ganadora de la IBERO fue de Regina Bustamante García, de Comunicación, quien “habla acerca de los detalles, la capacidad que tenemos como observadores de ver los detalles”, dijo Natalia Briones.

La imagen de intercambio premiada en esta categoría fue de Diego Fernández González, de Relaciones Internacionales en la Universidad Nebrija, en Madrid, España, quien retrató la curiosidad de investigar más allá del aula, una investigación de campo relativa a la migración en México.

La tercera categoría fue el Premio del Público. La ganadora de la IBERO fue Diana Lechuga Alcalá, de Derecho, que retrató otra parte de los intercambios, con su fotografía Amor a primera distancia, declarando que sólo tuvo que cruzar un océano para encontrar a su pareja.

Y el ganador de intercambio fue Juan Diego Espínola Guevara, de Ingeniería en Tecnología de Cómputo y Telecomunicaciones en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en Quito, Ecuador, cuya imagen muestra una faceta cosmopolita de la Ciudad de México.

Texto: Yazmín Mendoza

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