Durante la conferencia de prensa posterior al estreno de Nuestra tierra (Argentina / Estados Unidos / México, 2025), la cineasta argentina Lucrecia Martel reflexionó sobre la función del cine en el contexto contemporáneo y su capacidad de provocar una mirada crítica frente a lo que hemos normalizado como sociedad.

 

Martel señaló que la narrativa audiovisual actual parece haberse reducido al entretenimiento instantáneo que ofrecen las plataformas de streaming. Sin embargo, para ella, el cine tiene una potencia mucho más profunda: la de alterar la percepción, un gesto que —dijo— constituye su posibilidad fundamental.“Contar historias no es sólo contar historias; es alterar la percepción para que ciertas cosas que no vemos las podamos ver, y ciertas cosas que no escuchamos las podamos escuchar”, expresó la directora salteña.

 

La realizadora, conocida por películas como La ciénaga y Zama, subrayó que la misión del cine no debería limitarse a divertir a un público con “la panza llena”, sino a sacudir la mirada anestesiada por la saturación de imágenes y recuperar la capacidad de asombro frente a la injusticia o la desigualdad cotidiana.“Una persona tirada en la calle, alguien comiendo de la basura, eso debería seguir siendo un escándalo. Pero lo naturalizamos. El cine tiene la posibilidad de volver escandaloso lo que dejamos de ver”, afirmó.

 

Martel defendió así una concepción del cine que trasciende el argumento o la trama —“el argumento es sólo una forma de ordenar el tiempo”, dijo— para situarse en el terreno de la experiencia sensorial y ética. En su visión, el poder transformador del cine reside en su capacidad de devolver visibilidad y escucha a aquello que la costumbre ha vuelto invisible y silencioso.“La posibilidad fundamental del cine es alterar la percepción para que veamos y escuchemos lo que naturalizamos”, concluyó.

 

Con Nuestra tierra, Martel reafirma su compromiso con un cine que no busca respuestas, sino preguntas; un cine que, en sus palabras, “permite sumergirnos en un problema histórico” y que conserva la fe en la sensibilidad del espectador como espacio de resistencia frente a la indiferencia.

 

Lucrecia Martel recibe la Medalla de la Filmoteca UNAM y devela butaca antes del estreno en Morelia

 

Minutos antes del estreno en Latinoamérica de Nuestra tierra (Argentina / Estados Unidos / México, 2025), su más reciente película, la directora argentina Lucrecia Martel (directora de película como La Ciénaga, La mujer sin cabeza, Zama) fue homenajeada en el Cinépolis Centro de la ciudad de Morelia con la Medalla de la Filmoteca de la UNAM y la develación de una butaca con su nombre, que permanecerá en la sala 4 del complejo. La ceremonia se llevó a cabo el domingo 12 de octubre, en el marco del 23er Festival Internacional de Cine de Morelia.

Tras recibir la medalla, Martel develó con sorpresa la butaca con su nombre, gesto que fue recibido con aplausos por el público presente. Visiblemente emocionada, agradeció el reconocimiento y compartió unas palabras antes de la proyección:

“Esta medalla es algo increíble, no sé qué fragmento de actor me estaré llevando” (ríe). “Este estreno lo fantaseábamos. Quiero agradecer al festival que nos haya dado la oportunidad de mostrarles a ustedes la película. Después de esto —creo que no estaba anunciado— pero nosotros vamos a volver por si alguien quiere quedarse a conversar o algo, y nada, decirles muchísimas gracias.”

La cineasta dedicó además la función a la memoria de Javier Chocobar, miembro de la comunidad indígena de Chuschagasta del pueblo diaguita de la provincia de Tucumán, asesinado el 12 de octubre de 2009.

“Es una fecha lamentable; hasta cierto punto, el 12 de octubre fue asesinado Javier Chocobar, quien con su compromiso impulsó esta película de alguna manera. Así que esta función va dedicada a Javier Chocobar y a todos los pueblos de vida sin espacio. El planeta no es tan chico para que andemos masacrando gente para quitarle la tierra. Así que esta función dedicada a Javier Chocobar y a todos los pueblos indígenas del planeta.”

 

La entrega de la medalla y la develación de la butaca sintetizaron, en un mismo gesto, el reconocimiento institucional y la dimensión política que Martel reivindicó en su discurso, dando inicio a una noche emotiva que marcó el estreno de Nuestra tierra dentro de la programación oficial del festival.

 

 

Director: Lucrecia Martel
Países de producción: Argentina / Estados Unidos / México / Francia Países Bajos / Dinamarca
Año: 2025
Duración: 1hr 59min
Guion: Lucrecia Martel / María Alché
Producción: Joslyn Barnes
Fotografía: Ernesto de Carvalho / Federico Lastra

 

 

 

Notas de interés: