La Universidad Iberoamericana Ciudad de México buscará resignificar el papel de la abogacía en México, a través del nuevo plan de estudios de su carrera en Derecho, que encuentra en el ejercicio de esta profesión “una herramienta capaz de contribuir al impulso de la incidencia y la transformación de la sociedad”, dijo la Dra. Ariadna Salazar Quiñones, académica del Departamento de Derecho de la IBERO, en el webinar Reflexión sobre el nuevo plan de estudios. Plan Manresa para la Licenciatura en Derecho.

Expuso que este nuevo plan de estudios, que va encaminado al compromiso social y a que el alumnado tenga una comprensión integral de los problemas sociales, tiene entre sus características: un enfoque interdisciplinario sobre los fenómenos jurídicos; un fortalecimiento de las herramientas del pensamiento jurídico, a través de la parte teórica y la aplicación de casos; y una visualización teórica y práctica respecto a tres ejes transversales: género, interculturalidad y medio ambiente.

En el nuevo plan de estudios tiene un lugar destacado la enseñanza clínica del derecho, que favorece al aprendizaje en cuestiones técnico jurídicas de manera muy puntual y tiene que ver con la resolución de problemas sociales; y también hay un reforzamiento de la enseñanza en cuanto al ámbito público, es decir, todo lo que tenga que ver con el diseño de políticas públicas.

Como parte de su enfoque social, en el nuevo plan hay un reforzamiento del vínculo con la sociedad, para que el estudiantado pueda participar con las ong y en organizaciones de la sociedad civil. Y, por último, cuenta con una oferta de materias optativas por problemas, en donde las resoluciones de casos se abren en estas tres distintas vertientes: pública, privada y social.

Formación de los propósitos asistenciales de la  profesión

Por su parte, el Dr. Diego López Medina, profesor de la Universidad de Los Andes (Colombia), comentó que las facultades de derecho en América Latina se han vuelto elevadores “donde hay excesivo énfasis en el ascenso y en el prestigio social”, lo que debería ser algo secundario, pues “las facultades de derecho deberían ser sitios de formación de la vocación y de los propósitos asistenciales de la  profesión”, que tienen que ser redefinidos “frente a una cultura tremendamente materialista, que ve en el derecho, como la filigrana del poder”.

Acerca del currículo, comentó que éste es para una facultad de derecho algo muy parecido a una Constitución, a los acuerdos y propósitos fundamentales, es un “para qué nos reunimos en esta institución de educación superior a formar abogados y abogadas”.

Dicho esto, externó a las y los docentes de la IBERO que la cantidad de energía política, moral y jurídica de estos momentos de cambio curricular, cuando son hechos a profundidad, “como ustedes los han hecho”, tiende a durar un par de generaciones. “Y así se los deseo, porque es con esa energía que los profesores y profesoras van a dar cada vez mejores clases, más concienzudas, con una mejor articulación entre lo técnico y lo político, que es yo creo el tema central que está detrás del plan de estudios”.

En tanto que las y los estudiantes van a ver sus clases y toda su formación con enorme responsabilidad política y moral, y no solamente como una escalera en la que irán subiendo hacia el éxito profesional o financiero, algo “en lo que se ha convertido con enorme frecuencia el derecho contemporáneo”; por ello, la resignificación de la profesión del derecho es absolutamente fundamental.

El Dr. López Medina, egresado de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, que al igual que la Iberoamericana está confiada a la Compañía de Jesús, añadió que el nuevo plan de estudios de la Licenciatura en Derecho es un hito no sólo importante para la IBERO, pues en otras instituciones educativas “la nueva energía que ustedes saquen para su proyecto de estudios reanimará también la energía quizás, o las pilas ya un poco más vaciadas o con menos energía, de otros proyectos que quieren ser técnica y políticamente vanguardistas”.

El jurista también reconoció el esfuerzo del nuevo plan por realizar una remoralización y una repolitización de los estudios del derecho, “porque el derecho tiene que ser también un proyecto político de una sociedad mejor, de una sociedad más justa, con una distribución más justa de derechos en épocas de escasez”; algo que se necesita en un momento donde la pretensión de un derecho meramente técnico y alejado de la política es insostenible, ante una crisis ambiental generalizada y una enorme pérdida de confianza en el patrón tecnocientífico.

Asimismo, felicitó al Departamento de Derecho por incluir en el nuevo plan de estudios a las clínicas jurídicas, cuya importancia radica en que cada estudiante de la IBERO pase durante su formación académica, de manera muy consistente, por la experiencia de estar en un movimiento de promoción de justicia.

Movimientos que, “son esos compromisos personales que uno adquiere desde joven, en los que trabaja en temas de derechos de las personas con discapacidad, de los derechos de la población LGBTIQ... donde hay un entrenamiento, pero al mismo tiempo una reafirmación del compromiso moral, que se lleva a lo largo de la vida, y que les permite tener siempre un ejemplo de las formas éticas y políticas en que se ejerce el derecho, y a partir de las cuales luego pueden hacer, digamos, transferencias o transposiciones a otras de sus actividades prácticas”.

Webinar

Además de la Dra. Ariadna Salazar Quiñones y del Dr. Diego López Medina, en la Reflexión sobre el nuevo plan de estudios. Plan Manresa para la Licenciatura en Derecho también participaron el Dr. José Luis Caballero, director del Departamento de Derecho; el Dr. Jorge Peláez Padilla, coordinador de la Licenciatura en Derecho; y Renata Riveroll Usabiaga, alumna de la Licenciatura en Derecho.

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PEDRO RENDÓN/ICM