Obras de Miguel Milló inspiran minificciones de estudiantes IBERO

Lun, 1 Abr 2024
Alumnos y alumnas de la Universidad Iberoamericana visitaron el taller de este artista plástico de talla internacional
Su propuesta artística y conceptual se basa en usar cuerpos femeninos como lienzos
“No hay reglas para el arte, pero sí hay mucha improvisación”, explica

Estudiantes de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México visitaron el estudio del artista plástico contemporáneo Miguel Milló, con quien dialogaron a propósito de un ejercicio de minificciones que escribieron en torno a su extensa serie fotográfica de cuerpos femeninos recubiertos con pigmentos naturales, semillas, flores, frutos y arcillas cromáticas craqueladas.

Antes de dialogar con el egresado de Diseño de la IBERO Tijuana, las y los alumnos efectuaron un recorrido por las habitaciones del estudio. Pudieron apreciar las piezas tejidas de lana y algodón, las vistosas fotografías y los mosaicos de cuatro metros de altura que lucen los muros, mientras el efusivo perro del artista les recibía en los pasillos. Posteriormente, pasaron a la plática.

Miguel Milló contó que pasó la mayor parte de su infancia con su madre, a quien le dijo que quería estudiar Diseño, pues le encantaba pintar desde niño y, aunque jugaba con plastilina y plumones, no le llenaban por completo, por lo que exigió clases de pintura, a pesar de que su papá quería que fuera “más hombre” y se dedicara a la mecánica. También, compartió cuando se negó a estudiar Arquitectura porque ser diseñador era lo único en Tijuana más cercano a las artes.

En la conversación, el artista relató que sacó la universidad sin beca y ya no quería quedarse en Tijuana, por lo que empezó a trabajar en San Diego. Una modista, dijo, le consiguió un proyecto de toma de fotografías para un catálogo que gustó muchísimo, tanto así, que gracias a ello se fue a París. Al regresar a México, indicó, realizó fotografías de sándwiches con Bimbo, pues si “te ponen la canción, tienes que bailarla”.

En México, montó su agencia y le empezó a ir muy bien, por lo que decidió ayudar con sus obras a las mujeres de las rancherías que no tenían para hacerse una mastografía. La oportunidad de su vida le vino cuando le llamaron para decirle que en la portada de un catálogo no iba a salir Leonora Carrington y querían que él la ocupara el espacio.

Eso fue el preámbulo para que, en una subasta, prosiguió el artista, los precios de sus obras comenzaran a venderse más arriba de artistas consagrados. “Era una subasta, al coincidir con la dueña me dijo ‘tu trabajo está muy bueno’ y me hizo firmar un contrato para exponer un año. No tenía más que tres obras, no estaba listo para esto, pero la vida te pone ahí”, apuntó.

Al pasar con el estudiantado de la IBERO a la sección de preguntas y respuestas, cada uno mostró sus inquietudes respecto de las exposiciones de Milló, su trabajo con cuerpos femeninos como lienzos humanos, los sets de fotografía que utiliza, su evolución como artista al tomar una fotografía, hacer un performance o crear un mosaico. Miguel explicó que “no hay reglas para el arte, pero sí hay mucha improvisación”.

“Tú sabes que vas a hacer un libro, pero no qué va a pasar en la página 46 (...) Es lo que está sucediendo y lo que estás sintiendo en ese momento, lo que tu alma te dicta es lo que haces. Es lo que haces, a veces te pones a llorar porque estás viendo una cosa que no esperabas que fuera a quedar a ese nivel. Seguramente, tu página 46 la vas a leer 30 veces porque has vibrado tanto con ella y eso pasa en el arte”, acotó.

Cuando trabaja con los lienzos humanos –reveló— busca que entren en una especie de trance y por eso le gusta que un violinista toque mientras escoge la mejor postura de sus modelos. Luego, toma su paleta de colores y crea en su mente un boceto, pues, como él refiere, “todo es un performance” que es captado con el clic de un obturador.

“El flash de la cámara es instantáneo, cuando ves la toma no tienes que verla en la computadora, sabes lo que está pasando en la lente (…) No me gusta fotografiar lo que ya existe, me gusta crear todo un set, controlar hasta la respiración de los modelos para hacer un clic. Miguel Milló crea sus personajes y sus propias emociones para plasmarlas”.

¿Quién es Miguel Milló?

Es un artista plástico contemporáneo, egresado de la IBERO Tijuana. Su obra se ha presentado en Los Ángeles, Nueva York, Dallas, San Diego, Palm Springs, Miami, La Habana, Sao Paulo, Desmariñas, Kuala Lumpur, el Aviv, Taipei y Madrid. En nuestro país, en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Querétaro y San Miguel de Allende.

Miguel Milló se ha solidarizado con causas sociales y participa de forma activa con el “Grupo de los 16”, fundación que beneficia a la Cruz Roja Mexicana y la fundación “México Vivo”, que apoya a personas que luchan contra el VIH. También ha donado obras a “Mexfam”, fundación que trabaja a favor de los derechos de la mujer y en temas de salud reproductiva.

Texto y fotos: Luis Reyes

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