La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el mundo hay 75 millones de personas que necesitan una silla de ruedas. De éstas, sólo 15% tiene acceso a una, la cual en la mayoría de ocasiones no es la adecuada para sus necesidades. Por esta razón es importante contar con el personal calificado para hacer una correcta prescripción de la silla de ruedas, pues la discapacidad motriz es la de mayor prevalencia en México, afirmó la Dra. Adriana Martínez Hernández, del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México.

En el InIAT se llevó a cabo la última fase del curso de certificación como entrenadores para provisión de silla de ruedas, avalada por la Sociedad Internacional de Profesionales de Sillas de Ruedas (ISWP). Esta certificación inició en el 2023 en colaboración con el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).

Carlos Omar López López y Adriana Martínez Hernández, docentes del InIAT, y Aldo Alessi Montero e Ivett Quiñones Urióstegui, del INR fueron evaluados como entrenadores por la Maestra Sara Múnera Orozco, certificadora de la ISWP. Durante los días 24, 25, 26 y 27 de junio, enseñaron a 10 personas inscritas a la certificación los requerimientos teórico-prácticos para realizar una correcta prescripción de las sillas de ruedas siguiendo las recomendaciones de la ISWP, las cuales están avaladas por la OMS.

Éstas toman en cuenta no solo el padecimiento de la persona usuaria, también sus gustos, el ambiente donde vive, su rutina, si cuenta con redes de apoyo o sí son completamente independientes para hacer sus desplazamientos. La Dra. Adriana Martínez Hernández explicó que las y los participantes realizaron estudios físicos que incluyen medidas corporales, aplicaron entrevistas a seis personas usuarias de sillas de ruedas, y con base en sus datos particulares hicieron la prescripción de la silla de ruedas más adecuada para cada persona.

"No siempre la silla más cara es la mejor. Hay que tomar en cuenta en dónde se desarrollan la personas. Si en su comunidad tienen quién les ayude a repararlas, si existen las refacciones o si se requiere importarlas. El proveedor con el que trabajamos es Puro Diseño Mexicano y es el que apoya con la parte de la manufactura de las sillas de ruedas", acotó.

Detalló que en la línea de salud del InIAT de la IBERO CDMX se desarrollan temas relacionados con rehabilitación, la discapacidad y el análisis de movimiento humano; y desde hace dos años han trabajado en el desarrollo de una metodología para manufacturar asientos conformados, diseñados para proporcionar soporte y comodidad, evitando los puntos de presión elevada que pueden generar úlceras. "Los hacemos a la medida de personas usuarias de silla de ruedas, con base en mapas de presión".

"Con un tapete tomamos su forma y las presiones que describe al estar en la silla, con esta información se escarba una espuma y sacamos un cojín con la forma que requiere. Con esta metodología aumentamos el área de contacto del cuerpo de la persona usuaria con su silla y eliminamos los puntos de presión elevada que pueden generar lesiones en la piel, derivando en problemas muy graves", refirió.

Contó que desde el InIAT se realizan talleres para visibilizar que la discapacidad de las y los usuarios de sillas de ruedas es un problema multifactorial, “no solo es el padecimiento o condición de la persona, también influyen las barreras que enfrentan como las arquitectónicas de los lugares que frecuenta, las de acceso a la información o la misma actitud de quienes conviven con ellas y ellos, por lo que la certificación también engloba todos estos aspectos”.

Como resultado del curso, las personas participantes recibieron la certificación por parte de la ISWP como “Entrenadores para provisión de silla de ruedas”, lo cual les va a permitir seguir capacitando a más personas para que hagan una correcta prescripción de las sillas de ruedas. Las y los 10 participantes recibieron su certificado como “Proveedores de silla de ruedas”, entre ellas y ellos estudiantes de la Licenciatura en Ingeniería Biomédica de nuestra universidad y personal de salud de otras instituciones como el INR o el DIF.

Texto: Luis Reyes y Adriana Martínez/ Fotos: Luis Reyes y Adriana Martínez

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