El Metro de Quito fue concebido no sólo para aliviar la congestión, sino como eje de un desarrollo urbano sostenible; Viena rediseñó espacios públicos y rutas de transporte con perspectiva de género; Recife recupera manglares y reasienta familias ante el aumento del nivel del mar; y Barcelona creó una red de refugios climáticos para enfrentar olas de calor.

Los anteriores son ejemplos de ciudades que están anticipando su futuro y no sólo reaccionando a crisis, como huracanes,

En un contexto de crisis climática, desigualdades crecientes y cambios socioecológicos acelerados, las ciudades no pueden limitarse a reaccionar: deben anticiparse, como los ejemplos anteriores. Esa es la premisa del libro Cities as Anticipatory Systems, presentado en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México por académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa (UAM-C) y comentado por especialistas de la IBERO.

“Los eventos extremos no son escenarios futuros lejanos, sino realidades cada vez más frecuentes que exigen prepararse antes de que sucedan”, subrayó la Dra. Jimena de Gortari Ludlow, profesora de tiempo completo del Departamento de Arquitectura de la IBERO, quien aseguró que: “Anticipar no es solo prever, es posicionarse, elegir un futuro deseable y empezar a construirlo”.

La arquitecta remarcó que “la gran contribución del libro es conceptualizar a la ciudad como un sistema que puede construir futuros alternativos y usar esa construcción como brújula para el presente.”

La obra, editada por el Dr. Salomón González Arellano y coescrita por la Dra. Nora Morales y el Dr. Marco Jaso (UAM-C), entre otros, parte de la teoría de la anticipación: la capacidad de usar imágenes del futuro para orientar decisiones presentes. Desde la Cátedra UNESCO en estudios del futuro “Anticipando los futuros de la vida urbana en el sur global” y el Laboratorio de Ciudades en Transición, sus autores proponen ver a las urbes como sistemas vivos capaces de imaginar y construir escenarios que rompan con la inercia.

Movilizar la imaginación colectiva para cocrear alternativas urbanas

Para el Dr. Edward Bermúdez Macías, del Departamento de Diseño de la IBERO, el libro replantea la ciudad como “entidad socioecológica” que se configura y reconfigura a sí misma. El diseño especulativo y de futuros, dijo, ofrece marcos para imaginar alternativas y movilizar la imaginación colectiva.

González Arellano destacó que la capacidad anticipatoria es desigual y que urge fortalecerla desde lo local. Morales, por su parte, enfatizó el papel de la esperanza como motor de acción, incluso en comunidades afectadas por problemas graves como la contaminación por asbesto.

Los casos y metodologías reunidos en la obra muestran que anticipar implica decisiones políticas, participación ciudadana y herramientas para moldear el porvenir. “La pregunta es si estamos tomando decisiones para acercarnos a los futuros que queremos o reaccionando tarde a un presente que ya nos alcanzó”, planteó De Gortari.

En la IBERO, imaginar y construir futuros posibles es parte de la formación integral. El programa de Arquitectura prepara a profesionales capaces de diseñar soluciones espaciales sensibles al entorno socioambiental, con ética, sustentabilidad y accesibilidad.

Texto y fotos: Mariana Domínguez Batis

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