Hoy en día, estamos acostumbrados a tomar fotografías digitales con nuestro teléfono celular de forma rápida y de gran calidad, pero pocas veces nos detenemos en observar lo que hay detrás de un revelado y la paciencia que se requiere para crear una imagen con la fotografía estenopeica.

Estudiantes de Filosofía, Diseño, Historia del Arte, Comunicación, Mercadotecnia y Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México (CDMX) se adentraron a conocer esta técnica, que usa un pequeño orificio llamado estenopo, para capturar imágenes en un material sensible a la luz.

Basada en el principio de la cámara oscura, proyectaron luz a través de un estenopo al interior de una caja hermética, formando una imagen invertida sobre el material fotosensible. La cámara estenopeica les permitió construirla con materiales como el cartón, lo cual es ideal para aprender los fundamentos de la fotografía.

La actividad forma parte del Taller de Fotografía Estenopeica dirigido por el artista y maestro Sergio Camacho invitado por la Dirección de Difusión y Divulgación Cultural. Las y los estudiantes toman las materias Filosofía de la imagen y Diseño y Filosofía de la guía de la Mtra. Ana María Barberena y el Mtro. Ricardo Tappan, quienes acompañaron a las y los alumnos en las prácticas de fotografía oscura.

Los diversos rincones de nuestra universidad sirvieron como escenario para la captación de instantes, y la sorpresa del resultado fue notable, ya que el trabajo artesanal-colaborativo de cada uno de las y los alumnos, dieron como resultado imágenes sorprendentes y capturaron distintos motivos que abonan al estudio de la imagen que se piensa y se practica.

¿Qué es la fotografía estenopeica?

Lo relevante es que pudieron experimentar la fotografía estenopeica, técnica que se desarrolló plenamente en 1850 con las experimentaciones de Sir David Brewster, quien acuñó el término "pinhole". Sus principios básicos provienen de miles de años de observación y uso de la cámara oscura por científicos y artistas.

La Mtra. Ana María Barberena explicó que el primer ejercicio para las y los estudiantes fue mantener la paciencia, esperar a que saliera el sol, elegir a un objeto representativo, escoger el espacio o el rincón e insistir hasta que la imagen quedara materializada en el papel fotográfico.

Ya en los laboratorios de Comunicación las y los estudiantes pasaron al revelado para saber qué tanta fidelidad tuvo cada uno de los retratos que trabajaron. Las emociones de cada una y uno de ellos se desbordaron al mirar cómo iban apareciendo las imágenes retratadas.

"El cuidado y la elección consciente de la obra, el componente ilustrativo de la incertidumbre. Nosotros ahorita con las cámaras si una foto no nos gusta le ponemos más luz, la cortamos, la editamos. Aquí no, aquí es lo que es. Hubo un ejercicio de humildad en el laboratorio y fue muy bonito escucharlo", apuntó la Mtra. Ana María Barberena.

Texto: Luis Reyes/Fotos: Ana María Barberena

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