Que la sangre derramada sea fermento de justicia y paz para México: P. Atilano, jesuita

Mié, 26 Oct 2022
El binomio para construir la paz tiene que ser una policía habilitada para trabajar con la ciudadanía.
  • Mtro. Atilano González Candia, S.J., Asistente del Sector Social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.

En 2016, el Mtro. Atilano González Candia, S.J., hoy en día Asistente del Sector Social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, presentó en la IBERO el libro ‘Reconstrucción del tejido social: una apuesta por la paz’.

Entonces, dijo que la violencia es un problema sistémico sin un responsable único, y que “han sido un tipo de alianzas y relaciones las que han llevado a esa fragmentación que favoreció condiciones para que se pudiera imponer…un tipo de crimen organizado”.

Seis años después, luego de dictar la conferencia ‘Justicia y reconciliación para la paz’, en el ‘XII Encuentro de Egresados y Amigos de la Fundación Ibero Meneses y ASEUIA’, concedió la presente entrevista a Prensa Ibero, en la que volvió a tocar los temas referidos.

¿Cómo cambió México, los últimos 6 años, en violencia, inseguridad y paz?

Los grupos delictivos tienen más control de los territorios e intromisión en los gobiernos municipales. Por ejemplo, en zonas indígenas de Chiapas, Veracruz y Chihuahua, donde los jesuitas tenemos misiones, el crimen controla recursos naturales, movimientos sociales y asambleas comunitarias. Eso nos preocupa, porque inhibe la organización de la comunidad -que pierde su capacidad de agencia-, que es la base para su desarrollo.

¿Qué apoyo requieren los jesuitas de los ignacianos, estudiantes y egresados de universidades, para construir paz, justicia y reconciliación?

Que se acerquen a conocer la ruta de construcción de paz que estamos proponiendo entre los obispos, la vida religiosa y la Compañía de Jesús. El primer paso de esta ruta es hacer los Conversatorios por la paz, una metodología para platicar sobre los problemas que estamos viviendo en la familia, entre vecinos, con respecto al medioambiente y la seguridad.

Posteriormente, se van a organizar los Foros sobre Justica y Seguridad, que se llevarán a cabo en universidades y centros comunitarios. Eso nos conducirá a tener un Encuentro nacional por la paz.

Yo invito a la familia ignaciana a sumarse a este proceso, a apoyarnos, porque es una buena oportunidad para avanzar en la construcción de paz, que ha despertado mayor interés a partir del asesinato de mis hermanos jesuitas de la tarahumara, Javier Campos y Joaquín Mora. Deseamos que la sangre derramada sea fermento de justicia y paz para México.

¿Cómo sumar a más personas a la demanda de la Provincia Mexicana de la Compañía de: no a la militarización de la seguridad pública?

Primero, entender a qué nos estamos refiriendo. Los jesuitas sabemos que, dentro del país, el Ejército y la Guardia Nacional tienen una función, que es, sobre todo, atender situaciones de emergencia ante desastres naturales. Y quizás, en algunos momentos, debido al deterioro de las policías locales y estatales, pueden ocuparse de la violencia e inseguridad.

Pero la seguridad deber ser una apuesta local, es decir, se necesitan fortalecer las policías municipales y estatales, y darles capacidades para tener empatía por la ciudadanía, para que puedan dialogar, ponerse de acuerdo y laborar conjuntamente. Construir la paz es un binomio de: policía habilitada para trabajar con la ciudadanía.

Por eso la cultura militar no ayuda, pues “resuelve” los problemas con el uso de la fuerza, que no es la vía para la solución de muchos conflictos. Es así que necesitamos una cultura cívica en nuestras policías y en la ciudadanía, para atender juntas la conflictividad que estamos viviendo.

Finalmente, ¿qué opina de que el Ejército catalogara como “un grupo de presión” al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez?

Nuestra actitud como jesuitas (que son quienes fundaron y gestionan el Centro Prodh), a lo largo de la historia, ha sido crítica pero propositiva. En todos nuestros discursos donde solicitamos repensar la estrategia de seguridad mencionamos qué hace falta mejorar y evaluar.

Por ejemplo, a partir de investigaciones nuestras en torno a qué genera la violencia, y lo que hemos visto en los municipios que redujeron sus índices delictivos, propusimos una pedagogía para el buen convivir, que nosotros construimos.

Estamos hablando desde la experiencia, mostrando caminos y apostándole al diálogo. No somos enemigos del gobierno, somos colaboradores críticos que queremos aportar desde la investigación, la sistematización y la recuperación de las buenas prácticas, porque creemos que la violencia es tan compleja, que necesita la participación de todos.

Texto y foto: PEDRO RENDÓN

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