Ser empáticas y preocuparse por el Otro, característica de educadoras: Schmelkes

Vie, 19 Mar 2021
La Vicerrectora Académica de la IBERO participó en el conversatorio ‘Hablemos del papel de las mujeres en la construcción del conocimiento’
  • Las mujeres en la educación tienen también una tendencia a mostrarse más sensibles a las injusticias (Pixabay).
  • Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle, Vicerrectora Académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
  • Dra. Alma Herrera Márquez, directora general del Instituto de Estudios Superiores de la Ciudad de México Rosario Castellanos.

Si bien no es exclusivo de las mujeres (y no de todas), sí es propio de su papel en la educación la tendencia a ser empáticas y a preocuparse por el Otro/a, en tanto persona completa. Y esto, el poner una plataforma socioemocional para el aprendizaje y el desarrollo cognitivo, es una característica básica de una educación exitosa, dijo la Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

En una realidad educativa desigual, las mujeres en la educación tienen también una tendencia a mostrarse más sensibles a las injusticias cometidas por razones de diferencias socioeconómicas, y si se les forma para ello, también cuando las diferencias son culturales, agregó, al participar en el conversatorio Hablemos del papel de las mujeres en la construcción del conocimiento, que formó parte de las Jornadas académicas de inicio de semestre del Instituto de Estudios Superiores Rosario Castellanos.

En este webinar moderado por la Dra. Alma Herrera Márquez, directora general del Instituto de Estudios Superiores de la Ciudad de México Rosario Castellanos, Schmelkes no dejó pasar la oportunidad de destacar que el papel de las mujeres en la educación en México y en el mundo resulta fundamental, porque ellas asumen de manera cabal la función educativa en los hogares y son quienes mayoritariamente enfrentan día a día el trabajo en las aulas.

Cuestionada respecto a porqué las mujeres no participan de la misma manera que los hombres en las esferas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), la académica de la IBERO comentó que fundamentalmente por razones culturales, pues está demostrado que las mujeres tienen habilidades cognitivas idénticas a las de los hombres.

Por eso es necesaria una política educativa, desde preescolar, que comience por trabajar con los docentes, que son quienes disuaden y orientan las carreras que van a seguir sus estudiantes. “Sabemos que hay una cultura que disuade a que las niñas y las mujeres se interesen por las matemáticas, por la ciencia, por la tecnología. Disuade porque hay siglos de tradición de a qué se deben de dedicar las mujeres, y esas (las STEM), no son carreras tradicionales de las mujeres”.

Sin embargo, hay evidencias de que cuando se promueven la matemática, la ciencia, la tecnología, las mujeres se interesan y desarrollan de manera perfecta en lo cognitivo en cada una de estas áreas y eligen carreras científicas. Y las que tuvieron una buena formación en las aulas se han desempañado con mucho éxito en el campo de la investigación científica.

Luego de que su interlocutora comentara que de mantenerse la tendencia actual en el menor número de publicaciones científicas por parte de las mujeres ellas podrán alcanzar la paridad de género en el año 2100, Schmelkes señaló que es importante reconocer que las causas son estructurales, que tienen una tradición cultural que cuesta mucho trabajo modificar. Por eso, lo fundamental es darse cuenta de la existencia de esta desigualdad y de que no tiene porqué existir, porque no es natural.

Una vez que se cae en la cuenta de que existe una desigualdad es indispensable optar por acciones afirmativas, hasta que ya no sean necesarias, es decir, cuando llegue el momento en que ya se alcanzó la paridad de género, por ejemplo, cuando haya un reconocimiento y un salario equitativo para las mujeres.

Empero, lo cierto es que no se tienen buenos ejemplos de acción afirmativa en cuestiones como publicación de artículos científicos, ni tampoco en reconocimiento a investigadoras por generación de conocimiento, por lo que, “mientras la desigualdad siga existiendo, la acción afirmativa es absolutamente fundamental”.

Acciones afirmativas que conllevan, sin sacrificar calidad, establecer en igualdad de circunstancias cuotas específicas que le den preferencia a la participación del sector (las mujeres) que ha sido hecho desigual por razones estructurales y culturales.

En respuesta a cómo pudiera el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) estimular el desarrollo de un mayor número de investigadoras, la Mtra. Schmelkes mencionó que además de tener una política de acción afirmativa en el SNI, lo cual es posible, hay que remontar muchos obstáculos estructurales para que las mujeres puedan convertirse en científicas y tengan las características para ser reconocidas por el Sistema.

Esto, como en cualquier política de equidad, significa atender de manera especial y con mayor intensidad a aquellas que más lo necesitan. Y se debe reconocer que esos obstáculos que enfrentan las mujeres para poder llegar a ser buenas investigadoras no es culpa de ellas, son propios de la cultura, que los ha puesto en su camino.

Entonces, si se quisiera ver una política de ciencia y tecnología que en realidad beneficiara a las mujeres, de manera que se pudiera llegar a la paridad de género, tendrían que haber programas especiales para formarlas como investigadoras y para abrirles los espacios laborales que permitan su desarrollo.

En cuanto a cómo estimular que las mujeres puedan participar en la definición de política pública, en marcar rumbos y ruta, establecer prioridades y definir grandes cambios, la Vicerrectora comenzó por mencionar que la proporción de mujeres en puestos directivos propiamente científicos es una presencia mínima.

Es así que, desde su punto de vista, se requiere una perspectiva de género en las asociaciones científicas, como la hubo en la Unión Europea, de tal manera que “sea una especie de consigna de las científicas que cuando asuman posiciones de cargos públicos importantes, en donde puedan tomar decisiones, lo hagan con perspectiva de género”. Pero, aclaró, esto no se hace de manera automática, porque de alguna manera la cultura ha llevado a que las propias mujeres compartan el patriarcado.

La perspectiva de género es absolutamente fundamental y creo que toca a las mujeres dársela; nadie se la va a dar si no son las propias mujeres. Por eso a mí me parece que esta tendencia a que haya asociaciones de científicas con perspectiva de género es una tendencia que nos debe de servir muchísimo”.

El webinar

En el webinar Hablemos del papel de las mujeres en la construcción del conocimiento también estuvieron presentes la Dra. María Mercedes Ruiz Muñoz, académica del Departamento de Educación IBERO (en su calidad de Secretaria General del Consejo Mexicano de Investigación Educativa); y la Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.

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