En México se usa la palabra madre en expresiones muy violentas, de desprecio o de poco valor: "Vale madre", me costó una "madre", ya se "desmadró". En contraste, la palabra padre simboliza lo positivo: ¡qué padre!, me la pasé muy "padre", "padrísimo". ¿Cómo vas a respetar a quien te dio la vida —más allá del 10 de mayo— si diariamente usas palabras que muestran desprecio, pequeñez y poco valor?

Esta es una de las reflexiones que se abordó durante la conferencia magistral "Macho Menos", impartida por el periodista, presentador y escritor, Nacho Lozano, como parte de las actividades del Primer Congreso Internacional de Estudiantes de Posgrados celebrado en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

En la plática con las y los estudiantes de Posgrado de diversos países de Iberoamérica y que fue moderada por la Mtra. Dalia Morquecho Teniza, de la IBERO CDMX, el autor del libro "Macho menos: Ideas para deconstruirte" exploró diversas formas de machismo y de violencia contra las mujeres.

"Por qué no hacemos y sentimos nada y por qué estamos tan tranquilos cuando sabemos que todos los días se violenta a las mujeres, cuando sabemos que en México al menos 10 mujeres son asesinadas a diario y 9 de cada 10 feminicidios quedan en la impunidad. Estoy seguro que, si estos crímenes pasaran en otros países se paran por completo. Por qué creemos que aquí está bien", cuestionó.

Afirmó que los machismos son prácticas que básicamente se ejercen para anular, minimizar y denigrar a las mujeres, y que los hombres han institucionalizado un sistema de protección a los privilegios, el cual permea absolutamente en lo comunitario.

Indicó que la sociedad no le permite a las mujeres a ser autónomas con su cuerpo, su sexualidad o su estado civil. "Los feminismos son tan extremos como el creer que las mujeres tienen los mismos derechos y libertades de los hombres", dijo.

¿Los hombres si puedan renunciar a ser padres?

Nacho Lozano recriminó que los hombres si puedan renunciar a ser padres cuando abandonan a sus hijos o hijas, pero si una mujer se atreve a renunciar a ser madre al interrumpir su embarazo puede terminar en la cárcel.

Consideró que los géneros no pueden ser iguales, pero hay pisos que tendrían que ser parejos para todas y todos y eso implica mejores esfuerzos hacia la equidad y cuando se acabe la inequidad, los patriarcados donde los hombres ejercen todo el poder y relegan a las mujeres a la subordinación.

Invitó a que los hombres asuman su responsabilidad para visibilizar las violencias que practican en distintos niveles: psicológicas, lingüísticas, sexuales, sociales, mediáticas y económicas y concluyó que estas discusiones son fundamentales para que los varones aprendan a respetar cuando una mujer dice "no".

"Miremos desde adentro quiénes estamos siendo como hombres. Pregúntate cómo ejerces ciertas conductas, respeta los derechos y las libertades de otras personas. Estamos en una situación de emergencia y hay una crisis profunda en nuestras comunidades que tenemos que resolver y de la cual somos responsables", concluyó.

Texto: Luis Reyes/Fotos: Alberto Hernández

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