¿Cómo las “Totis” pasaron de las piñatas a ser exportadas a EU y Asia?
En abril de 2018, Totis pudo comprobar el cariño de sus consumidoras y consumidores porque, al anunciar el cierre de su planta en Chiapas, cientos de personas lamentaron en redes sociales la pérdida de las icónicas frituras; sin embargo, tras volverse trending topic, la empresa explicó que no habían quebrado, sino que su fábrica sería reubicada en Tizayuca, Hidalgo. Quizá no lo sabías, pero esos productos que antes sólo rellenaban nuestras piñatas y deleitaban a las y los niños mexicanos, hoy se exportan a Estados Unidos, Centro y Sudamérica, China y Japón.
La historia de esta empresa mexicana, inauguró el VI Congreso de Ingeniería de Alimentos de la Universidad Iberoamericana, organizado por la Sociedad de Alumnos de Ingeniería en Alimentos, en colaboración con el Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos, el cual tiene lugar en nuestro campus del 6 al 10 de noviembre de 2023 e incluye tres conferencias, dos talleres, un conversatorio, un simposio y dos exposiciones de carteles.
Durante la inauguración, ocurrida el 6 de noviembre en el Auditorio Xavier Scheifler, estuvieron presentes el Dr. Martín Rivera, Director del Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos de nuestra IBERO, el Dr. Hugo Pérez, Coordinador de la licenciatura en Ingeniería de Alimentos y el Dr. Fernando Diaz, Gerente de Investigación y Desarrollo en Fritos Totis S.A. de C.V.
El Dr. Diaz, quien tiene más de 15 años trabajando en la compañía, compartió que la empresa surgió en 1994 y comenzó vendiendo sus productos en dulcerías, en 2004 se amplió su mercado con “Transportes Terrestres Totis”, en 2005 abrieron su fábrica en Comitán, Chiapas, en 2012 se integraron a La Costeña, en 2013 abrieron su línea de papas fritas con la marca “Pap’s”, en 2017 adquirieron la marca de cacahuates Nipon, en 2018 cambiaron toda su producción a Tizayuca y en 2019 concluyeron todos los procesos de certificación de sus plantas en FSSC 22000 (Food Safety System).
¿Cómo pasaron de las dulcerías a la exportación de sus productos? El Dr. Fernando le explicó a las y los estudiantes de Ingeniería en Alimentos de la IBERO que cuando asumió el cargo como Gerente de Investigación y Desarrollo, la empresa había solicitado un estudio de mercado en el que comprobaron que estaban en la mente de sus consumidoras y consumidores y tenían una imagen positiva, pero los ubicaban como las “botanas de las piñatas” y también hicieron alusión a la grasa de las frituras.
“Fue doloroso escuchar lo que decían las y los clientes, pero también fue positivo que estábamos en las casas mexicanas y se nos asociaba con una tradición, además, conocer de dónde partimos es muy importante para planear”, menciona el ingeniero, quien señaló que durante los últimos años, su integración a La Costeña, les abrió los recursos y les permitió renovar sus empaques “los cuales son muy importantes para mantener el producto”, actualizaron las máquinas, los sistemas de elaboración de las frituras y desarrollaron nuevos sabores.
Durante más de hora y media, el Dr. Diaz le explicó a las y los estudiantes de Ingeniería en Alimentos de la IBERO, cuáles son los procesos químicos detrás de sus creaciones, cuáles son los retos que enfrenta la industria de las botanas tanto en México como a nivel internacional y en qué proyectos académicos colabora la empresa con investigadoras e investigadores de diversas universidades.
Asimismo, mencionó cómo fue el proceso para bajar los niveles de grasa de sus productos: “Junto con el equipo, desarrollamos una nueva forma de producirlos y lo patentamos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial bajo la denominación ‘Proceso para la reducción del contenido de grasa en frituras tipo botana’; además, contamos con otra patente de ‘Proceso para modificar apariencia y textura de botanas a partir de harina de maíz nixtamalizada’”.
Otro paso que han dado la empresa para llevar su producción artesanal a una escala industrial, sucedió cuando adquirieron Nipon, la fábrica donde se producían cacahuates confitados y muéganos; el Gerente de Investigación y Desarrollo en Totis señaló que tuvieron que construir sus propias máquinas para hacer los muéganos, en colaboración con una empresa estadounidense, porque tradicionalmente se tienen que pegar cuando el producto está caliente y era complicado para las trabajadoras. Las y los estudiantes de la IBERO, tuvieron oportunidad de hacerle preguntas al Dr. Diaz sobre la materia prima, el proceso de cocción y las empresas con las que su equipo colabora para la creación de nuevos sabores.
¿Quieres saber más sobre la historia de otros productos y la ingeniería detrás de los alimentos? No te pierdas este Congreso que tendrá lugar en nuestra IBERO del 6 al 10 de noviembre y que es organizado por la Sociedad de Alumnos de Ingeniería en Alimentos y por académicas y académicos del Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos. Aquí te dejamos el programa.
Texto y fotos: Laura Herrera Camarillo.
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Y para reírte un rato, te compartimos algunas imágenes que circularon en Twitter (ahora X) en 2018, cuando las y los internautas creían que Totis se había ido a la quiebra.
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