Opinión | El Papa Francisco y la Moral Católica
Por: Dr. Miguel Ángel Sánchez Carlos, académico del Departamento de Ciencias Religiosas de la IBERO
________________________________________________________________________________
El Papa Francisco propuso matices muy importantes en la enseñanza moral católica, concretamente en las segundas nupcias de quienes primeramente fueron casados por la Iglesia o de los llamados “divorciados vueltos a casar”. Estos matices no fueron inventados por el Papa, pues ya aparecen desde hace décadas, tanto en la teología como en la práctica pastoral de sectores eclesiales de tipo más progresista; lo que el Papa propuso es incorporarlos a una eclesialidad más plural.
Para apreciar mejor la importancia de estos matices, es conveniente recordar las disposiciones eclesiásticas previas, que indican que estas parejas están excluidas de los sacramentos de la eucaristía y de la reconciliación; en lo referente a su sexualidad se les llama a vivir en total continencia; mientras persistan en esta situación están fuera de la comunión de la Iglesia, pues están en clara contradicción con la ley y la voluntad divina, pues esta situación contradice objetivamente la ley de Dios; además de que se les señala como adúlteros públicos y permanentes (CIC 1650. 2384). Obviamente, lo anterior no son solo disposiciones eclesiásticas legales, sino que es parte de la enseñanza pastoral en muchas parroquias, en las que estas parejas viven y se sienten verdaderamente excomulgadas.
Por el contrario, en Amoris Laetitia (AL) el Papa Francisco advirtió claramente que “no todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltas con intervenciones magisteriales”; tampoco niega la Verdad, ni la unidad entre la doctrina y la praxis, sino que se indica que éstas no excluyen la diversidad de interpretaciones, pues la verdad completa se alcanzará cuando el Espíritu nos introduzca perfectamente en el misterio de Cristo (AL 3).
En este mismo sentido, indica que los divorciados vueltos a casar no deben ser considerados excomulgados sin más, sino analizar caso por caso; son hermanos y hermanas en la fe; el Espíritu Santo derrama en ellos dones y carismas para el bien de todos; y si viven un compromiso cristiano probado, es posible que los mismos divorciados y su pastor revisen cuáles de las diversas formas de exclusión actualmente practicadas en el ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional pueden ser superadas.
Esto exige un atento discernimiento y un acompañamiento con gran respeto, evitando todo lenguaje y actitud que haga a estas parejas sentirse discriminadas, promoviendo su participación en la vida de la comunidad. Ahora bien, hacerse cargo de ellos no implica un debilitamiento de la fe de la comunidad y de su testimonio acerca de la indisolubilidad matrimonial, sino más bien, ese cuidado expresa precisamente la caridad de la Iglesia.
De este modo, el Papa Francisco propuso un nuevo lenguaje pastoral al afirmar que ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante.
Más aún, pidió una práctica pastoral verdaderamente misericordiosa hacia los divorciados por parte de los sacerdotes y de toda la comunidad católica, a quienes indicó que no pueden sentirse satisfechos sólo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones «irregulares», como si fueran rocas que se lanzan sobre la vida de las personas (305).
Finalmente, para el Papa Francisco, Amoris Laetitia representa el paso de una fría moral de escritorio a un discernimiento pastoral cargado de amor misericordioso, que siempre se inclina a comprender, a perdonar, a acompañar, a esperar, y sobre todo a integrar (Cfr. AL 241-312).
El Dr. Miguel Ángel Sánchez Carlos es Doctor en Teología por la Facultad de Teología de la Universidad de Granada, España y Especialista en ética teológica.
|
El Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México hace un balance de la obra del Papa Francisco en 12 años de Pontificado, tras su muerte a los 88 años este 21 de abril. |
Notas relacionadas:
- Compañía de Jesús Agradece Legado de Francisco y Honra su Obra Humanitaria
- Muere Francisco a los 88 años, el primer Papa jesuita y latinoamericano
- Opinión | El Papado de Regreso al Evangelio
- Opinión | “¿Por Qué es Relevante la Encíclica Laudato Si’ Ante la Crisis Planetaria?"
- Opinión | El Papa Francisco y la Moral Católica
- Opinión | El Papa que ha Cambiado la Iglesia
- Opinión | El compromiso del Papa Francisco con Migrantes: un Legado de Esperanza y Justicia
- Las Reformas del Papa Jesuita
- Fratelli tutti del Papa Francisco, un compromiso con la fraternidad universal
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219




