“El problema es el crimen, no la droga; son dos cosas distintas. El día que el narcotráfico esté legalizado, el crimen se va a dedicar a otras cosas”, afirmó el Dr. Marcelo Sain, profesor investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina, durante el conversatorio Estado y Narcotráfico en Argentina y México: Regulaciones, pactos y violencias, llevado a cabo en nuestra IBERO Ciudad de México.

El también ex Ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Argentina, señaló que el consumo de drogas es recreativo mayoritariamente, “la gente consume porque le gusta, en mi país el consumo es entre jueves y domingo, porque está vinculado a la diversión, la distracción y el entretenimiento”. Aseguró que, por lo tanto, las políticas del control del crimen no deberían apuntar al narcotráfico, sino al entramado de protección al crimen que se ha construido dentro de las instituciones del Estado.

Estas políticas, dijo, en realidad tendrían que bloquear la posibilidad de que los grupos criminales controlen y decidan sobre sectores policiales, judiciales o políticos; impedir que sectores financieros tradicionales acepten gerenciar dinero del crimen; imposibilitar que los grupos criminales desplieguen eficazmente control de poblaciones y territorios, es decir, que ejerzan gobierno, y finalmente, garantizar una capacidad de represión legal, eficaz, que impida la violencia criminal.

Por su parte, el Dr. Carlos A. Pérez Ricart, Profesor Investigador de la División en la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), invitó a dejar atrás “el fetiche del Estado de Derecho, el fetiche de que se tiene que atender todo el problema del crimen en la misma dimensión; eso es imposible”.

Agregó que la impunidad no puede ser la misma para el homicidio que para el carterista, y que debemos enfocarnos en los crímenes que más laceran a la comunidad. Así, señaló la necesidad de crear una “política criminal de Estado”, en la que participen gobernadores, presidentes, fiscalías, policías preventivas, policías de investigación, policías de calle y todas las estructuras de justicia y seguridad.

La Dra. Mónica del Carmen Serrano Carreto, Profesora investigadora del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, se refirió a la propuesta del Estado como monopolio legítimo de la violencia del sociólogo Max Weber, que indica que el Estado es el único que puede detentar armas de forma legítima. Dijo que ese monopolio de la violencia no nos está dado en América Latina.

Más que por motivos históricos, ello ocurre por la presión de Estados Unidos para que no haya regulación en los países de la región, sentenció. Y lamentó que el enfoque prohibicionista de las drogas va a permanecer, “porque con 100 mil muertes en Estados Unidos por fentanilo no habrá manera de que ese país ceda un milímetro”.

Finalmente, el Dr. Carlos Antonio Flores Pérez, Profesor Investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), señaló que un análisis histórico permite ver que “aquellas estructuras delictivas más poderosas que se generan en el país crecieron de la mano de actores del poder que les brindaron impunidad selectiva, porque tampoco es que les brinden impunidad a todos”.

La raíz del problema de la violencia y el narcotráfico en México es esencialmente política, apuntó, “de la forma en que funciona el Estado, pero no de manera normativa formal”.

Checa aquí el conversatorio completo:

Texto: Yazmín Mendoza. Fotos: Elihú Cortés

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